El circovirus porcino tipo 2 (PCV2) está relacionado con varias manifestaciones clínicas en todas las fases de la producción porcina comúnmente conocidas como enfermedades asociadas a PCV2 (PCVAD). Entre los signos clínicos asociados a la infección por PCV2 encontramos desmedro, pérdida de peso, diarrea, patologías respiratorias (estornudos, descarga nasal, aumento del ritmo respiratorio), ictericia, anemia y lesiones cutáneas. La vacunación es una herramienta que se usa a menudo para reducir o prevenir las pérdidas económicas asociadas a PCV2.
¿Cuáles son los principales genotipos de PCV2?
A nivel genético, los aislados de PCV2 pueden dividirse en tres grandes genogrupos: PCV2a, PCV2b y PCV2c (Fig. 1). Tanto PCV2a como PCV2b se dan en todo el mundo. PCV2a fue el genotipo predominante hasta que, en el año 2000, empezó un cambio global que comportó que desde entonces lo fuera PCV2b. Cuando PCV2b entró en Norteamérica se extendió rápidamente por las regiones productoras devastando la industria porcina con una mortalidad y morbilidad elevadas.
Fig. 1. Principales genotipos de PCV2 y su relación en base a los genes de la cápside.
¿Protegen las vacunas contra todos los genotipos circulantes de PCV2?
Las principales vacunas comerciales contra PCV2 disponibles hasta la fecha se basan en cepas PCV2a. Estudios experimentales llevados a cabo por nuestro grupo y otros indican que hay suficiente protección cruzada entre PCV2a y PCV2b. También la experiencia en campo indica que la vacunación de cerdos con una vacuna en base a PCV2a generalmente es muy efectiva para reducir PCVAD.
La caracterización de las cepas recientes de PCV2a y PCV2b indica la presencia de nuevas variantes
La secuenciación de los genes de la cápside de PCV2 durante los estudios de campo ha permitido descubrir varias mutaciones y variantes de PCV2 producidas en los últimos años. Una de estas variantes, una cepa descubierta inicialmente en China, posee varias mutaciones en los genes de la cápside. Los investigadores chinos han demostrado en un modelo experimental que esta cepa es más virulenta que las cepas chinas tradicionales de PCV2a y PCV2b incrementando la preocupación internacional sobre la emergencia y diseminación de nuevas variantes de PCV2. A principios de este año nuestro grupo en Norteamérica identificó una cepa similar en varios casos en los que se había producido un fallo vacunal al producirse un severo PCAVD en explotaciones vacunadas. Además de esta cepa particular, han sido identificadas otras variantes de PCV2a y PCV2b con mutaciones individuales en aminoácidos de regiones inmunogénicas de la cápside indicando quizá una selección positiva en virus que contienen ciertas mutaciones de la cápside o quizá una protección vacunal insuficiente para las cepas actuales de PCV2. Estos hallazgos también pueden ser incidentales ya que las implicaciones de estos cambios de aminoácidos todavía no han sido determinadas.
Herramientas disponibles para la caracterización de aislados de PCV2
Existen buenas herramientas diagnósticas, de uso común, para demostrar PCV2 en tejidos o suero. Entre ellas encontramos la inmunohistoquímica o la hibridación in situ en tejidos fijados con formalina o análisis por PCR sobre tejidos, muestras de suero o fluidos orales. Algunos análisis por PCR son capaces de identificar y diferenciar entre PCV2a y PCV2b. Algunos tests serológicos permiten demostrar la presencia de anticuerpos frente a PCV2 en muestras de suero o fluidos orales. Los análisis serológicos actuales sólo indican exposición a PCV2 por lo que no son suficientes para identificar pequeños, pero quizá importantes, cambios genómicos. La secuenciación del virus puede proporcionar información adicional muy relevante.
La secuenciación puede hacerse de todo el virus o sólo de la cápside. Normalmente la secuenciación de la cápside suele ser suficiente para vigilancia. En estos momentos, la monitorización de los cambios utilizando una base de datos centralizada parece garantizada para PCV2. Pese a los cambios genómicos entre virus, es importante verificar que dichos cambios estén asociados a un aumento de la virulencia o a una disminución de la inmunogenicidad para ser capaces de implementar estrategias de intervención apropiadas.