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Siempre que aparece un patógeno causante de una enfermedad importante como el PED y se extiende rápidamente entre granjas, la industria se motiva para evaluar y hacer frente a todas las formas de transmisión de la enfermedad. Aunque la entrada a las unidades de producción de animales “infectados no detectados” se considerada normalmente la entrada más común, hay otras vías necesitan una especial atención, como la contaminación fecal de objetos inanimados que tienen que entrar en las instalaciones (ej.: fómites como utensilios de la granja).
Muchas explotaciones porcinas en Norte América han incorporado salas de fumigación dentro de su diseño de granja. En muchos casos, estas salas tienen instalados vaporizadores y extractores para exponer el contenido al aerosol. Este equipo suele estar controlado por un temporizador o interruptor instalado fuera de la habitación. Suelen incorporar ventanas para que el proceso pueda ser controlado por el personal de la granja.
Photo 1. Una ventana permite la visualización del proceso de desinfección.
Fuente: AI Partners, Morris, Minnesota, USA
Muchas granjas utilizan métodos alternativos para la descontaminación como la luz ultravioleta o los tratamientos térmicos. En el caso de los tratamientos térmicos, existen algunas limitaciones relacionadas con la sensibilidad de ciertos productos a las altas temperaturas (ej. vacunas y muchos antibióticos inyectables). En el caso de la luz ultravioleta, es crítico que la luz pueda llegar a todas las superficies contaminadas. ¿Cómo podemos asegurar que estas tecnologías superan efectivamente estos problemas?
Otra motivo de preocupación relacionado con el uso de estas salas es la posibilidad de la entrada del personal de la granja directamente a las instalaciones sin seguir un protocolo correcto. Por definición, estas habitaciones permiten la entrada de material desde el exterior y desde el interior. ¿Cómo podemos prevenir el movimiento inapropiado de personal?
Photo 2. Las estanterías dividen la sala en una área 'sucia' y otra 'limpia'.
Fuente: AI Partners, Morris, Minnesota, USA
Una de las mejores maneras de solucionar estas preocupaciones consiste en instalar unidades múltiples de estanterías que ocupen la anchura de la habitación desde el suelo al techo. Estas estanterías deberían ser construidas con material metálico u otro “material abierto” que permita tanto 1) el acceso del aerosol a todas las superficies, 2) la evaporación de la humedad y la difusión de los tratamientos térmicos, o 3) el acceso de la luz ultravioleta (más difícil). Como hemos señalado, las estanterías deben ocupar la anchura completa de la sala con acceso desde ambos lados. Este diseño permite: 1) la entrada desde el lado “sucio” a la habitación por parte del personal externo para depositar el material y 2) la entrada desde el lado “limpio” por parte de los trabajadores de la granja para acceder al material una vez desinfectado.
Photo 3. Un calefactor radiante controlado por un termostato en la sala de desinfección permite mantener una temperatura constante.
Fuente: AI Partners, Morris, Minnesota, USA
Debería discutir con su veterinario las recomendaciones específicas relacionadas con la aplicación de los desinfectantes para asegurar la correcta eliminación de los microorganismos deseados.
