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Frente a la crisis los productores han tenido que tomar medidas, primero de adaptación y, en una segunda fase, prácticamente de supervivencia.
Durante la primera fase, la de adaptación, prácticamente todos los sistemas productivos tuvieron una respuesta común: intentar producir de forma más eficaz. Para intentar bajar el coste de producción se procuró utilizar de la forma más eficiente posible los diferentes recursos: pienso, instalaciones, animales, personal…
Gracias a las crisis propias del sector y a la crisis mundial, hoy prácticamente todos somos capaces de producir BUENO, BONITO y BARATO.
Es curioso observar que el momento más crítico para el sector coincide con el momento en que mejor está produciendo. No hablo de cantidad, hablo de eficacia y calidad.
Al no solucionarse el problema por la mejora de la eficacia productiva, ha sido necesario buscar otras alternativas. No basta con producir mucho, bueno y barato, el objetivo es además colocar el producto producido. Hay que espabilarse para conseguir vender. Hay que trabajar duro para conseguir aumentar el consumo de productos derivados del cerdo.
Me da la sensación que estas tres acciones podrían ser buenas y perfectamente aplicables al sector en España, pero no determinantes. Pienso que estas medidas están encaminadas a afianzar y proteger el mercado interno de los distintos países que las promueven.
Para los productores españoles la situación es más difícil, si queremos aumentar las ventas tenemos que fijarnos en los mercados externos, tenemos que exportar.
Nuestro mercado interno no está en su mejor momento. Tenemos que intentar activarlo, pero está claro que la solución no pasa sólo por tapear más o sustituir la bollería del almuerzo por buenos bocadillos de chorizo.
El dato del etiquetado más importante para el consumidor español siempre ha sido el precio. No se gastaba cuando había dinero, difícilmente se va a gastar ahora que no lo hay.
La propuesta de bajada de censo es realmente interesante, el problema es que no sé hasta que punto funcionaria en un país latino. Basta que todos quedemos de acuerdo en bajar el censo para que en realidad lo que pase es que todos lo aumentemos para aprovecharnos de la circunstancia.
Un dato curioso es que actualmente los mataderos están vendiendo más caro el kilo de oreja que el kilo de lomo. También tienen mucha demanda manos y lenguas.
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Esto es debido a que hay una demanda muy grande de este tipo de productos, especialmente desde China.
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Esto es un indicador claro de que al matadero le cuesta mucho colocar los lomos. Es decir, que no hay consumo.
Hay un viejo dicho popular entre los criadores: “nunca quedan cerdos en la cuadra, siempre se acaban matando”. No sé si ese dicho sirve para los que venden carne, ¿se vacían siempre las cámaras? ¿se colocan todos los jamones?
Propongo un juego, se trata de ordenar según el precio al que se paga al matadero las siguientes piezas: lengua, corazón, hígado, riñones, manos, costilla, lomo, jamón y solomillo.
Es de esperar que el nivel de vida en los países emergentes continúe aumentado, con lo que es previsible que la demanda de los productos clásicamente más valorados del despiece sea cada vez mayor.
Esta situación puede ser una fuente de aire fresco para el sector, que durará sólo hasta que los sistemas productivos chinos puedan autoabastecer a su propio país.
Hasta que todo eso ocurra debemos cuidar particularmente bien las orejas de nuestros cerdos.
Otras cosas
Respecto a los cereales de momento todo quieto, se hacen tratos al día.
¿Se están controlando correctamente los casos de PPA en el este de Europa? ¿Cuál es el nivel de riesgo en los países situados en la parte más oriental de la Comunidad Europea? En caso de que un país, como Alemania por ejemplo, se viera afectado ¿cuánto tardaríamos en enterarnos?
El próximo mes de febrero está previsto realizar las Jornadas Técnicas de la Universidad Autónoma de Barcelona. Animo a todo el mundo a presentar un caso clínico.