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Con los datos obtenidos hasta el momento, visitamos la explotación y el propietario nos confirma que están provocando el parto el día 113 para que las cerdas paran el día 114. El procedimiento que utilizan es: inyectar a las cerdas de prostaglandina el día 113 y administrar oxitocina a las que han comenzado a dar síntomas de desencadenamiento del parto. Al entrar en las salas, comenzamos a ver lechones pequeños y débiles (figura 6) que rápidamente relacionamos con la temprana sincronización del parto.
Figura 6: Lechones débiles o de bajo peso al nacimiento.
Comprobamos que la curva de alimentación en gestación y preparto es la recomendada para esta genética. Además, nos coinciden todos los parámetros medidos con un caso de falta de peso y vitalidad en lechones recién nacidos por adelantamiento del parto, así que tomamos la decisión de dejar de provocarlo para poder ver cuál es la duración de la gestación en esta granja y una vez definida, volver a sincronizar si así lo desean los dueños y operarios, pero esta vez en la fecha adecuada.
Simultáneamente, se les forma sobre una asistencia al parto más natural, ya que la única operaria de partos está habituada al uso de oxitocina para que todas las cerdas hayan terminado de parir en la fecha prevista, también se les enseña a recogerlos datos de forma correcta y a introducirlos en el software de gestión para poder ser analizados posteriormente.
El cambio de procedimientos se llevó a cabo en la primera semana de junio de este año 2014.
Pese a la preocupación de la operaria de partos, que no está de acuerdo en que algunas cerdas paran solas por la noche, las siguientes bandas no se sincronizan y como era de esperar la duración de la gestación se alarga, en nuestro caso hasta 2 días. A partir de este momento comenzamos a sacar los primeros informes.
Como se indica en el párrafo anterior, la duración de la gestación se desplaza a los 116 días (figura 7) frente a los 114,6 que tenían antes y comienzan a nacer lechones de mayor peso y vitalidad.
Figura 7: Comparativa de la duración de la gestación entre parto provocado a los 114 días y parto natural.
La cifra de lechones nacidos muertos en partos provocados, era de 8,4 %, un número no muy alto pero mejorable, los datos obtenidos desde que se deja de provocar el parto y adquirir un manejo más natural con menos uso de oxitocina indican que el porcentaje de Nacidos Muertos se reduce en un 40 %, es decir, baja hasta casi la mitad, quedándose este número en una media de 5,2 % de lechones nacidos muertos (NM) tal y como muestra la figura 8.
Figura 8: Evolución en el porcentaje de Lechones Nacidos Muertos antes y después de permitir el parto natural de las cerdas.
Gracias a la combinación del descenso de lechones NM y la disminución de la mortalidad pre-destete (MPD) en casi un 30%, quedándose este porcentaje en el 10,2 %, finalmente se consigue el objetivo final: destetar un lechón más por cerda. Desde ese momento tienen una media de destetados de 10,9 frente a los 9,6 anteriores (figura 9).
Figura 9: Resultados comparativos de provocar el parto a los 114d frente al parto natural.
A día de hoy, en octubre de 2014, no han vuelto a provocar el parto a las cerdas. La trabajadora, que no estaba muy convencida al principio del proceso, nos indica que el cambio ha facilitado su trabajo. Los partos se producen de forma escalonada en varios días y la operaria tiene más tiempo para atender a los lechones, encalostrarlos adecuadamente (figura 10) y cuidar a los más delicados como los que sufren Splay Leg. Además, nos refiere que en general, los lechones son más autónomos a la hora de buscar su pezón y tomar calostro (figura 11).
Figuras10 y 11: La operaria de partos dispone de más tiempo para encalostrar y cuidar a los lechones más débiles.
Esta granja trabaja con horario intensivo. Desde el cambio de protocolo que tuvo lugar en junio, en el que dejaron de usar prostaglandina para sincronizar a las cerdas, decidieron entre todos que la trabajadora tenga horario partido los 3 días más importantes de partos. Durante el tiempo que ella no está en las salas porque se va a comer y los demás compañeros terminan su jornada, han enseñado a otra operaria a cuidar los partos en su ausencia.
Por un lado, este estudio demuestra que una intervención incorrecta sobre los animales puede ser contraproducente para la producción. El parto es un proceso natural de la cerda, es necesario un control de dicho proceso, pero siempre conociendo las características de la genética con la que se trabaja y adaptando los procedimientos a sus necesidades o retirándolos si fuese necesario.
Por otro lado, el análisis de los datos recogidos en las explotaciones es una herramienta de apoyo básica, que complementa la observación directa en granja, y que ayuda a la detección de problemas y a la monitorización de los resultados de los cambios que se realicen.
