Una primera vía sería la selección genética de animales con un potencial bajo para acumulación de androstenona en grasa. Esta opción presenta como ventaja que la producción de andrógenos y estrógenos pueden mantenerse a niveles suficientes para mantener los índices de conversión y un mayor nivel de magro en los verracos mientras que, por contra, mediante esta opción el olor sexual debido a otras sustancias diferentes a la androstenona no se ven afectadas.
Una segunda vía sería eliminar o invertir el desarrollo sexual, lo cual podría conseguirse mediante la regulación a la baja del eje hipotalámico-pituitario-gonadal mediante hormonas exógenas, la castración química (faltarían más estudios al respecto) o bien la inmunocastración. Las ventajas de estos métodos es que todas las sustancias relacionadas con el olor sexual se verán afectadas, por contra, como desventajas tenemos la pérdida del total o parte de las mejoras en el rendimiento asociadas a machos enteros.
M. Bonneau. Factors affecting the level of androstenone. Acta Veterinaria Scandinavica 2006, 48(Suppl 1).