La GMD de los lechones alimentados a 33 y 45 % fue superior que la de los alimentados a 21 % (P <0,01). Los niveles de glucosa plasmática (P =0,07) e insulina (P <0,01) disminuyeron al incrementar la concentración de proteína a los 60’ tras la ingestión. La síntesis proteica en el longissimus dorsi, gastronemio, masetero, corazón, hígado, riñón, yeyuno y páncreas fue superior en los sin ayuno que en los que pasaron la noche en ayunas (P <0,01). La síntesis proteica en el músculo esquelético no se vio alterada por el consumo de proteína en los que no tenían ayuno, pero disminuyó cuadráticamente (P <0,01) al incrementar la proteína en los que pasaban la noche en ayunas. La proteína quinasa B, la proteína ribosomal S6 quinasa y el factor eucariótico de iniciación (eIF) 4E y su proteína de unión-1 (4E-BP1), estaban más fosforilados. El complejo de unión 4E•4E-BP1 en el músculo e hígado estaba reducido en los que no tenían ayuno (P <0,001) y no estaba afectado por el nivel de proteína de la dieta.
Los resultados sugieren que la alimentación estimula la síntesis proteica y lo que está regulado por la activación de los factores de iniciación que regulan la unión del mRNA con el complejo ribosomal. Sin embargo, el suministro de una dieta con elevado contenido en proteína no aumenta la síntesis de proteína ni la activación del factor de de activación de la iniciación de la traslación.
JW Frank, J Escobar, A Suryawan, SR Kimball, HV Nguyen, LS Jefferson y TA Davis. 2005. J. Nutr. 135:1374-1381