Se alimentaron 22 cerdas con dietas convencionales (CON) o dietas bajas en proteína suplementadas con aminoácidos (BPA) durante dos ciclos completos (2º y 3er parto). Se midió el consumo de O2 y la producción de CO2 durante 4 horas, también se midió la producción de calor.
Durante la gestación, la producción media de CO2 era un 5% inferior en las cerdas BPA que en las CON (p<0,05) y la producción de calor fue también inferior (37,9 vs 40,1 MJ/d; p=0,013). El peso vivo, el consumo de pienso y la temperatura ambiente también afectaron la producción de calor (p<0,05).
Durante la lactación, la producción de CO2 fue un 7% inferior en el grupo BPA (p=0,005), el número de ciclo, el consumo y el peso de los lechones también afectaron a este valor (p<0,05). Por otro lado la producción de calor fue también inferior en este caso cuando las cerdas recibían la dieta BPA (51,8 vs 57,2 MJ/d; p=0,007) aunque también intervenían el consumo de alimento y la temperatura ambiente (p<0,05).
Según estos resultados, cuando se utilizan dietas bajas en proteína se reduce la emisión de CO2 en las naves y la producción de calor corporal, factor importante y que suele limitar la ingesta y la productividad de las cerdas.
J.K.A. Atakora, D. J. McMillan, S.Möhn y R.O. Ball. 2002. Advances in Pork Production. Vol. 13, Abstract n.14