Los resultados mostraron que una disminución del índice de mortalidad de los lechones lactantes habría causado un aumento de la producción y una disminución del precio y del valor total de la producción. Bajo la suposición de que durante 1995 no había muerto ningún lechón lactante el superávit para el consumidor habría aumentado de $430 ± $160 millones, mientras que para el productor habría disminuido de $180 ± $140 millones. La ganancia total para la economía estadounidense habría sido de $250 ± $30 millones.
W.C. Losinger. Economic impacts of the mortality rate for suckling pigs in the United States. Journal of the American Veterinary Medical Association. 2005. Vol. 227 (6): 896-902.