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Los lechones fueron repartidos en cuadras de modo que había tres densidades de animales: 0,23; 0,28 y 0,35 m2/cerdo y cinco niveles de regulación del comedero.
Al inicio de la prueba no había diferencias pero hacia el final (y globalmente, 0-42 d)) las diferencias en el rendimiento fueron significativas: los lechones alojados a 0,35 m2/animal comieron y crecieron más que los alojados a 0,23 m2/animal (+6,2% y 5,6% respectivamente; p<0,05).
En relación a la obertura del comedero, el máximo crecimiento e ingestión de pienso se observó cuando el 40% (o más) del comedero estaba cubierto por pienso (p<0,05). El tiempo dedicado a comer era superior cuando el comedero estaba más cerrado (p<0,05), aunque este efecto sólo se observó durante la primera semana de la prueba. No se apreciaron diferencias en el IC.
Este trabajo confirma la importancia de una libre disponibilidad de comida y el espacio por parte de los lechones. Como era de esperar el rendimiento fue máximo en los corrales menos densos y cuando la regulación permitía que el la comida cubriera el 40% del comedero.
Curiosamente no se apreciaron diferencias en el IC, probablemente los autores sólo midieron el alimento ingerido sin tener en cuenta el desperdicio de pienso.
L.Smith, J.F. Patience, H.W. Gonyou, A.D. Beaulieu y R.D. Boyd 2002. Advances in Pork Production. Vol. 13, Abstract n.22
