Se observó como los cerdos expuestos a mayores niveles de polvo y de amoníaco tenían pesos vivos significativamente menores en comparación con los cerdos control (P<0,05). Respecto a la ingesta, esta también fue menor en los cerdos expuestos a polvo y amoníaco aunque no de forma significativa (P=0,124). La concentración de polvo tuvo un mayor efecto negativo sobre el peso vivo y la ingesta en comparación con la de amoníaco. Además, el impacto negativo del polvo no fue observado hasta que las concentraciones alcanzaron o superaron los 5,1 mg/m3.
Los resultados de este estudio muestran como concentraciones de polvo superiores a 5,1 mg/m3 en presencia de una gama de concentraciones de amoníaco de entre 0 a 37 ppm pueden afectar negativamente sobre el rendimiento de los lechones destetados.
Wathes CM et. al. Production responses of weaned pigs after chronic exposure to airborne dust and ammonia. Animal Science. Vol. 78(1). 2004. Pág: 87-97.