Se utilizaron un total de 18 cerdas distribuidas según un diseño en bloques no aleatorizado 2 x 3 con dos estados de lactación (temprana y al pico) y tres niveles de proteína: deficiente (D), adecuada (A), o en exceso (E) respecto a las necesidades de lactación. Durante la lactación temprana, comparado con A, las cerdas alimentadas con E presentaron menor (P=0,05) tasa de crecimiento de los lechones y las cerdas alimentadas con D o E presentaron menor (P<0,05) producción de caseína. Durante la fase temprana de la lactación, el crecimiento de los lechones y la producción de proteína y caseína de la leche aumentaron de D a A y se redujeron de A a E (cuadrático, P=0,095, P<0,05 y P<0.01, respectivamente). El consumo de proteína no afectó la abundancia de mRNA de los transportadores CAT-1, ASCT1, ATB0,+ o el nivel de proteína de CAT-1. En general, la abundancia de mRNA para CAT-2B se vio linealmente reducida a medida que aumentaba el consumo de proteína (P<0,05). Comparado con A, E redujo la abundancia de mRNA para el transportador CAT-2B (P<0,05). Comparado con la fase de lactación temprana, en el pico de lactación no aumentó la abundancia de mRNA para el transportador CAT-1 o el contenido relativo de proteína CAT-1, pero aumentó la abundancia de mRNA de ASCT1 y ATB0,+ (P<0,01). La cantidad de CAT-2B en el tejido mamario presenta una regulación adaptativa in vivo a nivel de transcripción, mientras que la abundancia de mRNA para ASCT1 y ATB0,+ están asociadas con el estadio de lactación.
Se puede concluir que ni el nivel de proteína consumida ni el estadio de lactación afectan a la expresión génica del transportador CAT-1 in vivo.
J Pérez Laspiur, JL Burton, PSD Weber, J Moore, RN Kirkwood, and NL Trottier, 2009, Journal of Nutrition, 139: 1677-1684.