Según los resultados del primer estudio, en el que participaron 210 machos castrados procedentes de 33 primerizas y de 177 cerdas seleccionados aleatoriamente y transferidos a un local de transición a los 14 a 17 días de vida, no hubieron diferencias significativas entre los pesos al destete, tasas de crecimiento y pesos a las 8 semanas de vida entre los lechones aunque sí se detectaron diferencias entre el número de muertos (18% vs. 4% para primíparas y multíparas, respectivamente). En relación con la probabilidad de utilizar antibióticos, se observó como los lechones procedentes de primíparas tenían una mayor probabilidad de ser tratados individualmente con antibiótico (21%) en comparación con los procedentes de multíparas (3,5%).
En el segundo estudio, realizado con animales destetados a las 4 semanas de vida procedentes de primíparas o multíparas, vacunadas (vacuna autógena o comercial) o no vacunadas contra H. parasuis, se observó como la vacunación de las madres no tenía efectos sobre la ganancia de peso, las muertes totales, las muertes debidas a la enfermedad de Glässer o sobre los tratamientos con antibiótico de los cerdos en transición. Sí se observaron diferencias entre los lechones procedentes de primíparas o multíparas respecto al riesgo de muerte, de muerte debida a la enfermedad de Glässer y de tratamiento con antibiótico, que fue siempre mayor en el caso de los lechones procedentes de primíparas independientemente de si estaban vacunadas o no.
Los resultados muestran que la paridad de las cerdas parece ser un factor de riesgo importante para el rendimiento de los lechones en transición y estas diferencias pueden ser debidas a diferencias en la carga de patógenos y en el estatus inmune, lo que sugiere que es mejor realizar un manejo separado de los lechones procedentes de primerizas y cerdas.
P.K. Holyoake. Dam parity affects the performance of nursery pigs. Proceedings of the 19th IPVS Congress, Copenhagen, Denmark. 2006. Vol. 1.