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No se observó ninguna interacción significativa entre el tipo de explotación y el genotipo sobre los parámetros estudiados. Los cerdos L pasaron un 40 % más de tiempo que los cerdos C dedicado a actividades de exploración, sobretodo sobre la cama de aserrín, lo que sugiere que este sistema mejora el bienestar de los animales. Respecto a los niveles de cortisol y catecolaminas en orina a los 70 kg fueron similares entre los cerdos L y C. Por el contrario, la GMD fue un 6% mayor en los cerdos L resultado de un aumento de la ingesta (10%) dando lugar a un peso de sacrificio mayor (5 kg). Respecto al espesor de grasa dorsal, el porcentaje de magro, así como los niveles de ACTH y cortisol en plasma y de cortisol y catecolaminas en orina en el momento del sacrifico no se vieron afectadas por el tipo de explotación. Respecto a los cerdos L no se observaron diferencias del pH1 ni del pHfinal, pero sí un aumento de la intensidad de los colores rojo y amarillo de la carne, de la pérdida de agua y del nivel de grasa intramuscular.
El tipo de explotación con cama de aserrín y salida al exterior libre mejoró la jugosidad de la carne pero no afectó sobre otras características de calidad sensorial.
B. Lebret et al. Effets du mode d’élevage sur les performances, le comportement des animaux et la qualité de la viande chez deux génotypes de porcs. 2006. Journées Recherche Porcine, 38: 81-88.
