El descenso del número de jabalíes varía según las zonas, pero a lo largo de 2018 la mayor parte de poblaciones de jabalí bajaron entre el 2 y el 27% respecto del año anterior. Se calcula que en Cataluña viven alrededor de 190.000 jabalíes. La zona donde los descensos fueron más altos, entre el 44 y el 66%, son algunos espacios del Pirineo y Pre-Pirineo, lo que se explica por sequías, fuertes nevadas y heladas y bajas producciones de bellotas sumadas a una fuerte presión de caza para hacer frente a problemas como la tuberculosis bovina.
Sólo en cuatro observatorios (Sant Llorenç del Munt, Montañas de Prades, macizo del Garraf y las Gavarres), las poblaciones mostraron un aumento de densidad (entre un 16% y un 35%) respecto de la temporada anterior. Esta variación se explica por factores locales tales como una mayor disponibilidad de alimento complementario (por ejemplo, cultivos) o un menor rigor de la sequía, entre otros.
Las densidades de jabalí siguen siendo altas
Sin embargo, como ya se partía de unas densidades excepcionales a gran parte de Cataluña, el número de ejemplares de jabalí la temporada 2018-19 sigue siendo alta en las comarcas de Girona y del norte de Barcelona. Las más elevadas, entre 12 y 15 jabalíes/km2, son en el Alt Empordà, la Garrotxa y el Montseny. Como referencia, en las dos primeras las densidades los últimos años habían llegado a 20-25 jabalíes/km2. Son zonas donde el jabalí encuentra óptimas condiciones de alta pluviosidad, bosques de encinas, alcornoques y robles, y grandes superficies de cultivos de regadío que en conjunto aportan mucha disponibilidad de alimento. En el resto de Cataluña, tanto en los sectores meridionales de clima continental como en las zonas del Pirineo y Prepirineo, las densidades son moderadas, y los lugares donde se registran las densidades más bajas (por debajo de 3 jabalíes / km2) son algunos sectores del Alt Pallars, el Cadí, la Segarra y los Puertos de Beseit.
18 de febrero de 2020/ DARP/ Generalitat de Catalunya.
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