Las normas, destinadas a evitar la venta de productos procedentes de tierras deforestadas en la UE, ahora se aplicarán a los grandes operadores a partir del 30 de diciembre de 2025 y a las micro y pequeñas empresas a partir del 30 de junio de 2026.
Esta decisión se produce después de las preocupaciones de las partes interesadas sobre su capacidad para cumplir con la regulación antes de la fecha límite original de 2024. El aplazamiento se produce tras un acuerdo provisional alcanzado entre el Parlamento Europeo y el Consejo, que enfatiza la necesidad de reducir las cargas administrativas al tiempo que se garantiza una implementación efectiva.
La Comisión Europea se comprometió a completar la plataforma digital y el sistema de clasificación de riesgos necesarios para mediados de 2025, lo que brinda previsibilidad a las empresas en toda la cadena de suministro.
Christine Schneider, ponente del Parlamento, destacó la importancia de este aplazamiento para permitir que las empresas y las autoridades se preparen adecuadamente. El acuerdo también incluye futuras simplificaciones y evaluaciones de impacto, en particular para los países de bajo riesgo, que incentivan la mejora de las prácticas de conservación forestal. El reglamento es un paso fundamental para combatir la deforestación mundial, que ha provocado la pérdida de 420 millones de hectáreas de bosque entre 1990 y 2020. El consumo de la UE contribuye al 10 % de la deforestación mundial, impulsada en gran medida por productos como el aceite de palma y la soya.
4 de diciembre de 2024 / Parlamento Europeo/ Unión Europea.
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