En un Memorando de Entendimiento firmado hoy, la FAO, la OIE y la OMS acordaron fortalecer su ya arraigada asociación, centrada ahora en combatir la resistencia a los antimicrobianos (conocida como RAM).
Las tres organizaciones otorgan suma prioridad a la RAM, por lo que trabajan juntas para desarrollar sistemas de vigilancia y uso de antimicrobianos a nivel mundial, un programa global de gestión de los antimicrobianos y un marco de seguimiento y evaluación para el plan de acción mundial. Actualmente existe un marco integral de normas internacionales sobre el uso responsable y prudente de antimicrobianos que se actualiza de forma regular para estar al día con el desarrollo de los conocimientos científicos.
Además de la RAM, el nuevo acuerdo se centrará en mejorar la capacidad de predicción de enfermedades para ofrecer respuestas más fundamentadas y rápidas frente a enfermedades zoonóticas emergentes y endémicas (incluyendo las transmitidas por los alimentos); ayudar a los países a fortalecer sus sistemas nacionales de salud; y realizar actividades conjuntas relacionadas con la reducción de riesgos.
"Más del 60 por ciento de los patógenos existentes y emergentes que afectan a los humanos proceden de los animales, el 75 por ciento de ellos de la fauna silvestre. Por tanto, no podemos abordar la salud humana, la sanidad animal y la salud de los ecosistemas aisladamente, tenemos que considerarlos y atenderlos juntos. Esta alianza combina la experiencia genuina de cada organización y suma todos sus recursos para hacer justamente eso, a través de un enfoque de Una salud” aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
“Cada sector tiene sus propias especificidades, pero los países miembros de nuestras tres organizaciones se enfrentan a los mismos desafíos. Por tanto, nuestra colaboración resulta fundamental para ayudarles a responder mejor, lo que demuestra que las alianzas entre organizaciones internacionales las refuerzan a nivel regional, nacional e incluso local. Esto demuestra que el enfoque de Una salud no es solo un concepto, es una realidad diaria que construimos juntos desarrollando e implementando un ambicioso programa de trabajo centrado en nuestras prioridades comunes”, dijo la Directora General de la OIE, Monique Eloit.
“La amenaza de la resistencia a los antimicrobianos afecta a los seres humanos, los animales y nuestros ecosistemas. Por eso la asociación tripartita de la OMS, la FAO y la OIE es tan vital”, señaló por su parte Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Trabajar juntos –añadió- es la única manera de evitar el enorme coste humano, social, económico y ambiental de la resistencia a los antimicrobianos”.
Preparados para nuevos desafíos
El desarrollo de los transportes, el aumento del comercio internacional, el crecimiento demográfico y la expansión de la agricultura han alterado drásticamente la forma en que las enfermedades emergen y se propagan, haciendo que el enfoque de “Una salud” (“One Health”, en inglés) sea ahora más importante que nunca.
La FAO, la OMS y la OIE llevan trabajando juntas desde la década de 1940 y, en 2010, establecieron una colaboración formal sobre la resistencia a los antimicrobianos y la lucha contra enfermedades como la gripe y la rabia. En 2017 publicaron su segundo documento estratégico reafirmando su compromiso.
Unir conocimientos, ideas y capacidad técnica sobre salud humana y animal y la alimentación y la agricultura puede generar sinergias sólidas que conducen a soluciones más firmes, efectivas y rentables para los complejos problemas de salud que enfrenta el mundo de hoy.
Entre las actividades conjuntas que se incluyen en el nuevo acuerdo destacan:
- Apoyar al Grupo de Coordinación Interinstitucional sobre la RAM establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2016, así como seguir implementando el Plan de Acción Mundial sobre la RAM.
- Comprometerse con los países para reforzar los servicios nacionales y regionales de salud humana, sanidad animal y de inocuidad alimentaria.
- Mejorar la colaboración interinstitucional en el análisis prospectivo, evaluación de riesgos y la preparación y respuestas conjuntas a las enfermedades infecciosas emergentes, reemergentes y olvidadas en la interfaz animales-ser humano-ecosistema.
- Abordar los retos de la inocuidad alimentaria que requieren un enfoque multisectorial en el contexto de reforzar la seguridad alimentaria.
- Promover la investigación y el desarrollo coordinados para lograr una comprensión común de las enfermedades zoonóticas de máxima prioridad y la investigación y el desarrollo necesarios para prevenirlas, detectarlas y combatirlas.
- Desarrollar un Código de conducta voluntario para reforzar la implementación de normas internacionales sobre el uso responsable y prudente de los antimicrobianos.
Miércoles, 30 de mayo de 2018/ OIE.
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