Impacto de la transferencia del meloxicam a través de la leche en lechones

Con el objetivo de investigar la posible transferencia de meloxicam desde las cerdas a sus lechones a través de la leche y describir los efectos analgésicos de este en los lechones, un total de 10 cerdas recibieron meloxicam (30 mg/kg) (n = 5) o proteína de suero de leche (placebo) (n=5) en su dieta diaria desde el cuarto día tras al parto y durante tres días consecutivos. Durante este periodo, se recogieron muestras de sangre y leche a intervalos de 12 horas. El día 5 después del parto, tres machos y tres hembras de cada camada fueron sometidos a castración o a simulacro, se les cortó la cola y se les administró una inyección de hierro. Se tomaron muestras de sangre de los lechones inmediatamente antes del manejo y en momentos predeterminados durante un período de 84 horas. Se capturaron imágenes de termografía por infrarojos (IRT) en cada momento de recogida de sangre de los lechones. El plasma fue analizado para determinar las concentraciones de meloxicam.

El meloxicam fue detectado en todos los lechones procedentes de cerdas medicadas en cada momento de muestreo con una media en la concentración de meloxicam en la castración de 568,9 ± 105,8 ng/ml. Además, la inhibición ex-vivo de la síntesis de la prostaglandina E2 (PGE2) fue mayor en los lechones de cerdas tratadas en comparación con los controles (p = 0,0059). Hubo una interacción tiempo-tratamiento para el cortisol plasmático (p = 0,0009), observando menores concentraciones de cortisol en los lechones tratados durante las 10 horas posteriores a la castración. No se observaron diferencias en las concentraciones de la sustancia P plasmática media entre los grupos tratamiento (p = 0,67). La IRT mostró temperaturas de la piel a nivel craneal mas bajas en los lechones tratados con meloxicam (p = 0,015).

Este estudio demuestra la transferencia exitosa de meloxicam de cerdas a lechones a través de la leche así como el efecto analgésico correspondiente tras el manejo, tal y como evidencia la disminución en los niveles de cortisol y PGE2 y el mantenimiento de la temperatura de la piel craneal.