AJ Myers, JR Bergstrom, MD Tokach, SS Dritz, RD Goodband, JM DeRouchey, JL Nelssen. The effects of diet form and feeder design on the growth performance of finishing pigs. 2011. Swine Day, 247-256.
30-may-2012 (hace 12 años 5 meses 23 días)La alimentación representa la mayor parte de los gastos de producción en el engorde de cerdos, con lo que los productores están constantemente evaluando diferentes vías con el fin de mejorar los rendimientos productivos y reducir los costes. El objetivo de este estudio fue re-evaluar los efectos de la forma de presentación de la ración (harina vs. gránulo) y el diseño de los comederos (secos convencionales vs. semi-húmedos) en el rendimiento de cerdos de acabado. Un total de 1146 cerdos en crecimiento (PV inicial de 38,6 kg) fueron utilizados en un estudio de 104 días de duración .Los tratamientos se realizaron en un modelo factorial 2 x 2 con 11 réplicas por tratamiento y de 25 a 27 cerdos por corral. La mitad de los corrales fueron equipados con comederos convencionales secos con 5 bocas y la otra mitad tenían un comedero semi-húmedo con chupete a ambos lados. Todos los cerdos fueron alimentados con una dieta en base a maíz y soja con un 20% de granos secos de destilería con solubles (DDGS) durante las primeras cuatro fases y un 10% de DDGS en la 5ª fase. La única diferencia de la dieta entre tratamientos fue la forma (harina vs. gránulo). El peso de los animales y la desaparición de alimento fueron medidos los días 0, 14, 28, 42, 56, 70, 86, y 104.
Desde el día 0 al 28, no se observó una interacción entre la forma de la ración y el diseño del comedero en la GMD ni en el IC. Los cerdos alimentados con granulado presentaron peor (P < 0,001) IC comparado con los que fueron alimentados con harina, lo que se asoció a una baja calidad del gránulo (39,6% de finos). Desde el día 42 al 86, la calidad del gránulo mejoró (4,4% de finos), y se observó una interacción significativa entre la forma de la ración y el comedero (P < 0,02) en la GMD, mientras que los cerdos alimentados con harina en los comederos convencionales secos tuvieron una disminución de la GMD comparado con lo cerdos alimentados con granulado en los mismos comederos o los cerdos que se alimentaron en comederos semi-húmedos a pesar de la forma de la ración. Los cerdos alimentados con granulado presentaron una mejora (P < 0,001) del IC comparado con los que recibieron la harina. Los cerdos alimentados en comederos semi-húmedos incrementaron (P < 0,03) el CMD y presentaron un menor IC comparado con los animales alimentados en comederos convencionales secos. En global, los cerdos alimentados en comederos semi-húmedos tuvieron un incremento (P < 0,02) de la GMD y CMD, y un peor IC comparado con los que fueron alimentados en comederos convencionales secos, mientras que los que consumieron granulado tendieron a la mejora (P < 0,06) del IC comparado con los que se alimentaron con harina.
En conclusión, a pesar de la forma de la ración, los cerdos alimentados en comederos semi-húmedos incrementaron la GMD y el CMD comparado con los que fueron alimentados en comederos convencionales secos. Adicionalmente, la calidad del gránulo influenció la respuesta de crecimiento porque los cerdos a los que se les proporcionó gránulo de alta calidad en comederos convencionales secos crecieron más que los que se alimentaron con harina. Inversamente, si la calidad del gránulo es peor, el beneficio de la eficiencia de alimentación asociado al gránulo se perdió.