Efectos metabólicos de añadir pulpa de remolacha azucarera o salvado de trigo en la ración de cerdas de engorde

Los cambios fisiológicos que desencadena la fibra de la ración pueden conducir a alteraciones en la utilización energética del intestino y de todo el cuerpo. Sin embargo, las alteraciones metabólicas asociadas con la fibra de la ración siguen sin conocerse. Se llevó a cabo un experimento para determinar los efectos de alimentar a cerdas con raciones con un nivel moderado de 2 fuentes distintas de fibra sobre los metabolitos energéticos; la biogénesis mitocondrial en el intestino, el hígado y el músculo; y la expresión de algunos genes que regulan el metabolismo energético en el intestino, el hígado, el músculo y el tejido adiposo. Para ello, se alimentaron cerdas (n = 36; PV = 15,0 ± 0,7 kg) con raciones sin fibra añadida, un 12,5% de pulpa de remolacha azucarera (PRA) o un 12,5% de salvado de trigo (ST) durante 24 días. Se tomaron muestras de sangre en los días 7 y 24 para analizar su contenido en colesterol, glucosa, NEFA y triglicéridos. Al final del experimento se tomaron muestras de íleon, de colon, de grasa subcutánea y del músculo longissimus (ML) obtenidas de un subgrupo (n = 6) de cerdos alimentados con cada una de las raciones, para el análisis del contenido en ADN mitocondrial (ADNmt) y de la abundancia de ARNm de los tejidos, mediante PCR cuantitativa en tiempo real con transcriptasa inversa. Se determinó el contenido en glicógeno y en triglicéridos del hígado y del ML, así también como su contenido en ácidos grasos volátiles.

La adición de PRA o de ST a la ración no afectó (P > 0,55) a la GMD, ni al CMD, ni a la G:C. El contenido en NEFA y triglicéridos del suero aumentó (P < 0,05) en los cerdos alimentados con PRA, en comparación con los cerdos alimentados con la ración control o con ST en el día 7, y los NEFA siguieron aumentados (P < 0,05) en el día 24 en los cerdos alimentados con PRA. La presencia de fibra en la ración no tuvo efecto (P > 0,24) sobre el contenido en glicógeno y en triglicéridos del hígado ni del ML, pero las concentraciones de acetato en el colon sí aumentaron (P < 0,05), tanto en los cerdos alimentados con PRA como con ST. Los cerdos alimentados con ST presentaron un mayor (P < 0,05) contenido en ADNmt en el tejido ileal y un mayor (P < 0,05) contenido en ARNm de la citrato sintasa en el tejido colónico. En el hígado, el consumo tanto de PRA como de ST llevó a una disminución (P < 0,05) del contenido en ADNmt, mientras que el consumo de ST hizo disminuir (P < 0,05) la abundancia de ADNmt en el ML, y el consumo tanto de PRA como de ST redujo (P < 0,05) la expresión de ARNm de la citrato sintasa. La PCR cuantitativa con transcriptasa inversa reveló que el consumo de ST hizo aumentar (P < 0,05) la abundancia de ARNm del antígeno nuclear de proliferación celular en el íleon y en el colon. El consumo de ST aumentó (P < 0,05) la abundancia de ARNm del regulador de la biogénesis mitocondrial, el coactivador 1α del PPAR, en el tejido ileal, y disminuyó (P < 0,05) la abundancia de ARNm de otro mediador de la biogénesis mitocontrial, la sirtuina 1, en el tejido colónico. La expresión en el colon de ARNm del factor adiposo inducido por el ayuno aumentó (P < 0,05) tanto en los cerdos alimentados con PRA como con ST, mientras que la abundancia de ARNm de la lipasa diposa de triglicéridos sólo aumentó (P < 0,05) en el tejido adiposo de los cerdos alimentados con PRA.

Estos resultados indican que el aumento de fibra en la ración puede aumentar la capacidad del intestino para metabolizar lípidos e inducir una repartición de los metabolitos energéticos en función de la fuente de fibra.