Caso clínico: Diarrea en lechones neonatos en una explotación recién iniciada

03-ene-2006 (hace 18 años 10 meses 2 días)

Control del aguaDescripción de la explotación y aparición del caso

Se trata de una explotación que empieza de cero, con instalaciones nuevas y cerdas nuevas. Dispone de unas 450 cerdas funcionando en bandas cada 3 semanas (60 cerdas por lote).


Las salas de maternidad están muy bien equipadas:

Las cerdas también están muy bien “equipadas”:

Ubres cerda

Cuando llegan a parir las primeras cerdas, aparecen los típicos problemas de diarreas en lechones a partir de los 2-3 días de vida de granjas que empiezan de nuevo, con un 100% de primerizas. Son diarreas que se controlan fácilmente con un tratamiento antibiótico.

Sin embargo, a medida que van pariendo lotes, parece que intercalándose con este tipo de diarreas, aparece un problema más grave en determinadas camadas:

Este problema va a más a medida que transcurren los lotes y curiosamente observamos una cierta tendencia a ver más camadas afectadas en las cerdas que paren hacia el final del lote y también comprobamos que algunos lotes se ven más afectados que otros.

Primeras medidas tomadas

En general comprobamos que en prácticamente todas las camadas con diarrea, la cerda muestra una ubre dura. Por este motivo, desde un buen principio se investiga entre las posibles causas de edema mamario:

El diámetro de las tuberías es escaso para ofrecer un buen caudal.

Se revisan todos estos posibles fallos y en particular se incide en la importancia de añadir agua extra después de las comidas. Como los grifos dan poco caudal se decide instalar una manguera con salida directa de la instalación general. El agua no viene acidificada, pero se logra añadir agua extra con una velocidad superior.

En general disminuyen drásticamente los problemas durante los 2 siguientes lotes y se nos hace evidente que en la maternidad existía un problema de consumo de agua.

Sin embargo, continuamos apreciando que las cerdas de final de lote suelen tener más problemas. Al cabo de tres lotes, los edemas mamarios vuelven a aparecer y el problema parece peor que nunca. De 60 cerdas paridas, prácticamente una tercera parte muestran edema mamario.

Revisión de puntos pasados por alto

Como que los problemas de ubre vuelven a aparecer y con mayor intensidad, se vuelven a repasar uno por uno los puntos contemplados en visitas anteriores.

La mayoría de los posibles fallos parecen corregidos. Sin embargo, en una segunda revisión, apreciamos que los bebederos tienen suficiente presión, pero están colocados en una posición poco accesible para la cerda. También vemos que el recorrido del chupete es bastante duro y en un primer recorrido, ofrece poco caudal. Se hace necesario apretar el chupete al máximo para que el caudal sea el óptimo. Debido a la mala posición del chupete, pensamos que puede haber cerdas que tienen dificultades para beber.

Nos damos cuenta que algunos chupetes puntuales tienen muy poco caudal. Este hecho sorprende, porque en visitas anteriores no se había detectado ninguno. También vemos que el caudal de los grifos cada vez es más bajo. Mientras que antes se podían abrir unos 8 grifos a la vez, ahora con 3 abiertos ya hay uno del que prácticamente no sale agua.

Nos damos cuenta de que a medida que el problema va a más, el suministro de agua va a menos y aquí está precisamente la clave en la resolución del caso

Resolución del caso y medidas tomadas

Inicialmente pensamos que el motivo del bajo caudal es una falta de presión. Sin embargo este punto ya se había revisado varias veces y la presión era y continúa siendo correcta.

Al darnos cuenta de que los problemas de edemas de ubre van a más a medida que el caudal de agua es cada vez menor, aparece la resolución del caso: Hay algo que está obturando las tuberías!

Recordamos que en instalaciones de transición (donde es más frecuente el uso de aguas acidificadas) es frecuente que periódicamente se obturen los filtros debido al acumulo de una especie de pasta de color blanquecino. Se intuye que lo mismo puede estar pasando en la maternidad, donde también se acidifica el agua suministrada para garantizar su calidad y mejorar la digestibilidad de las cerdas.

Se recopila más información acerca de la proliferación de este tipo de “pasta blanca”. Se trata de un tipo de alga que prolifera en medios ácidos, en aguas que no tienen un tratamiento con cloro adecuado. La proliferación de estas algas está obturando la instalación.

Este hecho unido a la mala posición de los bebederos y al escaso diámetro de las tuberías ha hecho que la gravedad del problema vaya aumentando paulatinamente. Además, la elevada capacidad lechera de las cerdas ha acentuado aún más los defectos de la instalación.

Soluciones aplicadas:

Tras estas medidas se soluciona el problema, con lo que evidenciamos que el problema de edemas mamarios era debido a un consumo deficiente de agua.

Comentarios

Este caso ocurre en una explotación que empieza de cero, con unas cerdas de un elevado nivel sanitario y potencial productivo y en unas instalaciones a priori ideales. En busca de esta instalación óptima, se ha decidido incluso acidificar el agua de bebida de las cerdas en maternidad para garantizar su calidad microbiológica.

El problema que aparece es de diarreas en lechones acabados de nacer y se asocia desde un primer momento con la aparición de edemas de ubre en las cerdas. Este problema va a más a medida que transcurren los lotes y curiosamente se observa una cierta tendencia a ver más camadas afectadas en las cerdas que paren hacia el final del lote. También se comprueba que algunos lotes se ven más afectados que otros.

Entre las distintas causas de edema mamario (cerdas gordas al parto / excesivo consumo de pienso alrededor del parto / estreñimiento / poco consumo de agua / falta de ejercicio / excesivo calor ambiental) se detecta que el problema principal es de consumo de agua.

Los diámetros de las tuberías son escasos, los bebederos están colocados en una posición poco accesible para la cerda y con el paso del tiempo cada vez hay un menor caudal. La reducción del caudal es debida a la proliferación de un tipo de alga que crece en medios ácidos y aguas mal cloradas. Estas algas están obturando la instalación.

Al déficit de las instalaciones también se unen pequeños fallos de manejo que contribuyen a explicar algunos de los hechos curiosos del caso:

En definitiva, nos encontramos con una granja con unas instalaciones que a priori parecían ideales y que a la práctica no lo han sido. El hecho de que las cerdas tengan una elevada capacidad lechera, ha acentuado los defectos de la instalación y del manejo.
Nos damos cuenta que en temas de instalaciones, nada es tan bueno como a simple vista parece y que parece mentira que aún se cometan tantos errores en el diseño de instalaciones. Al igual que en esta granja es muy probable que en muchas otras explotaciones se esté comprometiendo la producción lechera de la cerda por un aporte limitado de agua, con lo que aparecerán problemas puntuales de edemas mamarios, bajo consumo de pienso de cerdas y menores pesos de lechones al destete.

En definitiva, este caso nos demuestra la importancia que tiene un elemento tan esencial como el agua en cualquier tipo de explotación de ganado.