PDNS, PMWS y PPC

Stan Done
15-dic-2000 (hace 24 años 7 días)

En todo el mundo, los principales países productores de cerdos, con la excepción hasta ahora de Dinamarca, han sucumbido al foco de PMWS (Post-Weaning Multisystemic Wasting Syndrom) o enfermedad del desmedro. Toda la evidencia experimental y la de casos naturales sugiere que es necesaria la infección por PCV-2 (circovirus tipo II) para que se produzca la enfermedad. No se ha producido la enfermedad en cerdos negativos para PCV-2. Por otra parte, los cerdos positivos para PCV-1, PCV-2, PRRS y PPV pueden no mostrar la manifestación clínica de PMWS.

La mayoría de los países afectados por PMWS han tenido PCV-2 durante unos años, probablemente desde mediados de los 80. En el Reino Unido creemos que contribuyó primero a la enteritis granulomatosa junto con el adenovirus, y un PCV anterior, probablemente más estrechamente relacionado con PCV-1, puede haber estado asociado con el temblor congénito AII.

La reciente evidencia experimental en Irlanda del Norte ha sugerido que la vacunación puede predisponer a la patología, pero la mayoría de las granjas con PDNS/PMWS en East Anglia, eran piaras que no habían sido vacunadas. Lo que estaban haciendo era probablemente un destete muy precoz, producción en múltiples sitios y de múltiples procedencias, producción en sistemas continuos, con una utilización mínima del todo dentro-todo fuera con limpieza y desinfección, lo que contribuye a un aumento enorme en los movimientos de cerdos a través de East Anglia y, por consiguiente, con una sobrecarga de estrés y patogénica para los lechones. La vacunación no es más que otro antígeno que hay que manejar. La relación que existe entre el temblor congénito (virus PCV-2) y PMWS todavía está por aclarar, tal vez pueda haber lechones positivos para el virus y negativos para anticuerpos producidos al nacer (como en el BVD) que supongan una fuente de infección. Todavía es más interesante el porqué comenzó en 1999 y el porqué parece como si el 2000 fuera a ser igual de malo. Lo único que la mayoría de nosotros relacionamos con el estudio es que estos años habrá cosechas húmedas, el grano estará húmedo y contaminado por micotoxinas y la similitud de las lesiones de pruritis bovina, pirexia y síndrome hemorrágico (PPH) en ganado vacuno con las de PDNS sugiere que, aunque sabemos que PPH puede estar asociada con la citrinina, no sabemos qué otras micotoxinas pueden estar asociadas con PCV-2, pero algunas como la ocratoxina son poderosamente activas en los linfocitos independientemente de la presencia de fibrosis en el riñón. Resulta aún más interesante saber por qué el Reino Unido, que tuvo casos esporádicos de PDNS durante años (9 brotes al año aproximadamente), de repente se encuentra con una epidemia de casos agudos de PDNS que centran nuestra atención sobre PCV-2 antes de producirse una aparición subsiguiente en paralelo o secuencial de PMWS.

Preocupa además, cuál será la suerte que le deparará al Reino Unido un brote de PDNS a gran escala que se puede confundir con la PPC y qué percances nos trae realmente la Peste Porcina Clásica de un subtipo asiático 2:1 que no ha aparecido en Europa recientemente.