Descripción de la explotación
Se trata de una explotación nueva que empieza de cero, con unas 450 cerdas que funciona en bandas cada 3 semanas (60 partos por lote).
Las instalaciones están bien equipadas y las cerdas tienen un elevado estado sanitario: Libres de PRRS, ADV, App, rinitis, sarna...
Se ha aprovechado un antiguo engorde para transformarlo en gestación confirmada con cerdas libres:
Se cumplen sobradamente las normas de bienestar animal: Las cerdas disponen de abundante espacio (3,6 m2 por cerda, cuando el mínimo legal es de 2,25m2), con más del 50% del suelo compacto. El sistema de alimentación en esta zona es de caída lenta, con 6 cerdas por grupo.
Plan vacunal:
La granja ha funcionado correctamente hasta el momento, dentro de los posibles problemas que causan los primeros partos de una granja donde el 100% de las cerdas son primerizas.
Mes | Junio | Julio | Agosto |
Nacidos vivos | 11 | 11,2 | 11,3 |
% nacidos muertos | 4,6 | 8,3 | 6,1 |
% bajas lactación | 7,7 | 6,5 | 10,8 |
nº destetados | 10,2 | 10,2 | 10,5 |
Las cerdas paren y destetan muchos lechones, en parte porque se han cubierto con más de 160 kg y más de 9 meses de vida (sistema danés).
Aún sin provocar partos, el número de nacidos muertos es muy bajo, lo que podría estar relacionado con el hecho de que las cerdas hacen ejercicio al estar libres, lo que tonifica la musculatura abdominal.
Aparición del caso:
El día 28 de agosto hacemos una visita rutinaria a la granja y nos comunican que 2 cerdas han abortado.
Disponemos de serologías recientes de lechones que nos indican que al parecer la granja continúa libre de PRRS y Aujeszky. Comprobamos la temperatura rectal de las cerdas abortadas y no muestran fiebre. Pensamos que se trata de abortos casuales y no le damos más importancia al asunto.
Al día siguiente nos llaman de urgencia porque otra cerda ha abortado. Volvemos a sacar muestras de sangre de lechones y cerdas en distintos estados de gestación. Al día siguiente vuelve a abortar una cerda. Ambas cerdas no mostraban aumento de temperatura.
Día aborto | Día cubrición | Días aborto |
27-ago | 01-jun | 87 |
28-ago | 27-jun | 62 |
29-ago | 07-jul | 53 |
30-ago | 01-jun | 90 |
Los abortos son hacia el final de gestación, 2 corresponden a un lote de producción (en rojo) y otros 2 al siguiente (en azul).
Evolución del caso (I)
Dado que las analíticas de lechones que disponíamos indicaban que la granja continuaba siendo negativa a PRRS y Aujeszky, sospechamos que puede haber algún tipo de problema con la vacunación de Parvo y Mal Rojo. Nos preguntamos si las 2 dosis de vacuna trivalente en nulíparas habrán sido suficientes.
En las nuevas analíticas que realizamos, pedimos análisis de PRRS, Aujeszky, Parvo y Mal Rojo en cerdas y de PRRS y Aujeszky en lechones. Se cogen lechones de todas las edades disponibles (1/4/7 semanas de vida).
El 5 de septiembre recibimos los resultados: la granja continúa siendo negativa a PRRS y Aujeszky y las cerdas están bien vacunadas de Parvo y Mal Rojo.
El 7 de septiembre tenemos un parto avanzado de una cerda con 110 días que hace todos los lechones muertos. Estaba cubierta del día 20 de mayo.
Estamos una semana más o menos tranquilos, pero a partir del 13 de septiembre volvemos a tener abortos:
Día aborto | Día cubrición | Días aborto |
13-sep | 03-jun | 102 |
14-sep | 03-jun | 103 |
18-sep | 26-jul | 54 |
20-sep | 03-jun | 109 |
Vuelven a ser abortos de final de gestación y la mayoría del mismo lote (rojo). Las cerdas no tienen fiebre pero apreciamos una cierta pérdida de condición corporal.
Llegan los partos y al principio de lote nos encontramos con lechones nacidos pequeños, poco viables y con casos de splay-leg (hasta entonces prácticamente no se había visto ninguno). En general, apreciamos que estas cerdas llegan demasiado justas de condición corporal. El 20 de septiembre volvemos a tener un parto avanzado de una cerda con 109 días que hace 9 lechones vivos muy poco viables y 7 muertos.
Extraemos sangre de las cerdas abortadas e incluso enviamos fetos abortados para que se les haga un examen meticuloso. No se consigue aislar ningún agente patógeno.
Hacia final de lote la situación se vuelve a normalizar, los abortos cesan y los lechones nacidos vuelven a ser buenos.
De las 9 cerdas abortadas o con partos prematuros, 7 son del mismo lote y las primeras cerdas paridas con lechones débiles también corresponden al mismo lote de producción.
Si se trata de un problema infeccioso, no entendemos por qué afecta mayoritariamente a cerdas de un mismo lote. Las cerdas abortadas se encuentran en la misma zona de la gestación, pero eso es evidente, puesto que son del mismo lote.
Evolución del caso (II)
Puesto que no identificamos ningún patógeno, ni las cerdas abortadas tenían fiebre, empezamos a pensar que el problema no debe ser de tipo infeccioso.
Como que las cerdas más conflictivas del lote (las abortadas y con nacidos débiles) tenían una condición corporal algo pobre, pensamos que podría haber algún tipo de problema de competencia por el pienso en los corrales.
Meses antes ya nos habíamos encontrado con cerdas puntuales que no tenían acceso al alimento porque eran intimidadas por las dominantes o porque algunos dosificadores quedaban atascados (por ejemplo, al bajar pienso apelmazado). El problema se solucionaba separando a las cerdas retrasadas a un corral con tolva con alimentación a voluntad.
Cuando empezaron los abortos, volvemos a revisar el sistema de alimentación y no observamos ningún dosificador atascado. En principio el pienso baja con normalidad. Además, pensamos que si una cerda aborta por culpa de falta de alimento, debe tratarse de una situación realmente extrema y las cerdas abortadas tampoco tenían una condición corporal tan mala como eso.
La granja vuelve poco a poco a la normalidad, no hay más abortos ni lechones débiles. No entendemos qué es lo que ha pasado.
Resolución del caso
Al cabo de un tiempo observamos como las cerdas con 35 días de gestación que han sido trasladadas a la zona de la gestación confirmada donde se había ubicado el lote problemático, se muestran nerviosas a la hora de comer y debemos recuperar unas cuantas cerdas porque su condición corporal disminuye drásticamente.
Cada corral dispone de 6 dosificadores de caída lenta, con un espacio disponible para comer de 0,58 m por cerda con semiseparadores entre ellas.
Estos dosificadores funcionan con un pequeño motor eléctrico que ofrece mayor o menor dosificación en función de la dosis que le pidamos a la unidad de control correspondiente.
En este caso una unidad de control regula 5 corrales (30 cerdas). El sistema es efectivo, puesto que los lotes productivos de la granja son de 60 cerdas (funciona en bandas cada 3 semanas) y las necesidades nutricionales del lote a lo largo de la gestación confirmada serán muy parecidas.
Ya se había controlado que todos los dosificadores dieran pienso e incluso que el tiempo de suministro fuera el adecuado. Sin embargo, no se había controlado la cantidad de pienso que ofrecía el dosificador.
Ponemos una bolsa atada a un dosificador y ponemos el sistema en marcha. Nos damos cuenta que donde se deberían ofrecer 3 Kg de pienso, en realidad tan solo se ofrece escasamente 1. Este hecho tan solo sucede en los 30 corrales regulados por una misma unidad de control.
Cada unidad de control tiene un transformador para que la corriente que llega a 220 voltios sea reducida a 12 voltios. Un fallo en uno de estos transformadores hace que la tensión suministrada sea tan solo de 4,5 voltios, con lo que el motor de los dosificadores funciona más lento. Este hecho provoca que la dosis suministrada se reduzca considerablemente.
El estrés constante de un grupo de 30 cerdas con una reducción muy importante de pienso ha provocado que algunas cerdas abortasen. Pensamos que el motivo del aborto es más debido al estrés que a la pérdida de condición corporal, puesto que ésta no era tan excesiva.
Donde también se ha hecho notar el problema ha sido en los partos, puesto que al sufrir una malnutrición al final de la gestación (cuando más se desarrolla el feto), los lechones nacidos han sido mucho más pequeños y débiles, aumentando incluso el splay-leg.
Comentarios
En esta granja se aprovecha un antiguo engorde para ser transformado en gestación confirmada. Se trata de un engorde poco convencional, tipo “nido”. La zona interior totalmente cubierta y sin rejilla; la zona exterior abierta, con rejilla y con un simple tejado de uralita con poliuretano inyectado. La tolva se encuentra en el interior y el bebedero en el exterior.
Como instalación de engorde no es ninguna maravilla, tiene muchos puntos negativos:
• En verano los cerdos suelen descansar en la zona exterior y defecar en el interior (donde no hay slat).
• En invierno se trata de una instalación extremadamente fría y no hay posibilidad de colocar estufas para calentar.
• Vigilar diariamente los animales requiere tiempo, puesto que es necesario entrar en cada corral para inspeccionar los cerdos que están en la zona interior.
Transformación del engorde en patios de cerdas
Aún con sus puntos negativos, la instalación está en buenas condiciones y se decide aprovecharla para alojar cerdas gestantes en grupo.
El principal problema al alojar cerdas en grupo es encontrar un sistema de alimentación eficiente. Si mantenemos el sistema de tolvas original, no podremos regular la ingesta de las cerdas, con lo que van a engordar en exceso, van a dar problemas en maternidad y se va a disparar el gasto de pienso.
Con el fin de poder dosificar a la vez de garantizar una ingesta mínima de todas las cerdas del grupo, se decide instalar un sistema de caída lenta de pienso con dosificadores.
• Cada cerda dispone de un dosificador y semi-separadores cada 0,58 m. que delimitan el espacio de comida.
• Entre la parte interior y la exterior, las cerdas disponen de mucho espacio (3,6 m2 por cerda) y más del 50% del suelo compacto.
Sistema de caída lenta
Los dosificadores funcionan con un pequeño dispositivo electrónico que regula un motor eléctrico que hace que el pienso caiga poco a poco.
Un grupo de dosificadores va conectado a una unidad de control que determina su pauta de alimentación.
Las distintas unidades de control van conectadas a un programador que pondrá en funcionamiento los dosificadores automáticamente. En este programador podemos memorizar 8 dosis diferentes, especificando la cantidad de pienso, el tiempo de caída, el número de comidas diarias y el tiempo entre comidas.
Se podría haber colocado una unidad de control por corral, pero en este caso tenemos una unidad cada 5 corrales (30 cerdas). De esta forma se reducen costes, pero en estos 5 corrales la dosis suministrada deberá ser la misma para las 30 cerdas. Puesto que los lotes productivos de la granja son de 60 cerdas (funciona en bandas cada 3 semanas) y las necesidades del lote a lo largo de la gestación confirmada serán muy parecidas, el sistema ya es eficiente.
En este caso, la novedad de la instalación y la poca experiencia con el sistema, desencadenó la aparición de abortos y lechones nacidos débiles en uno de los lotes de cerdas controlados por la misma unidad de control.
El problema se encontraba en el transformador que alimenta a la unidad de control. Un fallo eléctrico hacía que suministrara menos voltios de los que debería, con lo que el motor eléctrico del dosificador funcionaba a menor velocidad, lo que reducía considerablemente la dosis de pienso ofrecida. La unidad de control nos engañaba puesto que pensábamos que suministrábamos 3 kg, mientras que en realidad tan solo se daba poco más de 1.
La avería fue solventada y hoy en día el sistema funciona de forma eficiente, dentro de los inconvenientes que plantea cualquier sistema de alimentación de cerdas en grupo.