S. López, J.M. Guinovart. Adiveter s.l. España
E. Creus. Universidad Autónoma de Barcelona. España
15-abr-2005 (hace 19 años 7 meses 7 días)La garantía de una buena higiene microbiológica del pienso es el
primer paso para asegurar el control de
Salmonella en toda la cadena
de producción animal. Debido a que los ingredientes son considerados como
la principal fuente de entrada de contaminación en la fabricación
de piensos, la monitorización de la calidad microbiana de las materias
primas es el primer punto a tener en cuenta en un programa de control de puntos
críticos en las fábricas de piensos.
En general, los planes de control de calidad de las materias primas pasan por
una buena identificación de los ingredientes de riesgo y de su obtención
a partir de proveedores acreditados. En referencia a la contaminación por
Salmonella, es necesario tener en cuenta que la garantía de ausencia
del patógeno es prácticamente imposible. Por un lado, el tiempo
necesario para la realización de la analítica microbiológica
hacen inviable el control en la entrada de los ingredientes; por otro, diferentes
metodologías de muestreo pueden dar resultados poco aproximados a la contaminación
real.
En un estudio se compararon dos estrategias de muestreo para la detección
de
Salmonella en los camiones de materia prima recibidos en una fábrica.
En concreto, la utilización de un muestreo más completo de 5 puntos
frente a otro de 3 puntos, supuso un incremento del 15,4% en la detección
de lotes contaminados (Creus E. et al., 2004). La distribución no uniforme
del patógeno por el producto junto al gran volumen de las muestras, hacen
necesaria la aplicación de eficientes estrategias de muestreo. Éstas
se han de basar principalmente en un correcto punto de muestreo, además
de la frecuencia y la cantidad de muestras a recoger según el riesgo a
Salmonella (McChesney, 1995).
Gráfica
1. Porcentaje de muestras positivas a Salmonella en diferentes
puntos de la fábrica de piensos
Adaptado de Davies y Wray (1997) |
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Cabe destacar, además, el riesgo que suponen las piqueras de recepción
de materias primas. Jones y Richardson (2004) encontraron en tres fábricas
de piensos que la zona con mayor presencia de
Salmonella y enterobacterias
correspondía a las piqueras de recepción. También Davies
y Wray (1997) determinaron que las piqueras eran el punto más frecuentemente
contaminado en nueve fábricas estudiadas (gráfica 1).
En este mismo estudio, se encontraron heces de pájaros contaminadas por
el patógeno en las piqueras; en concreto se aisló en varias ocasiones
Salmonella typhimurium, serotipo predominante en el ganado porcino.
Davies R. et al. (2001) también describen niveles elevados de contaminación
por
Salmonella (de hasta el 37,5%) en las muestras obtenidas de las piqueras
de recepción. Aislando también
Salmonella typhimurium y
además,
Salmonella enteritidis; éste último, principal
serotipo aislado en aves.
Conclusiones
La aplicación de eficientes planes de control de la calidad microbiológica
de los ingredientes recibidos, juntamente con el correcto mantenimiento de las
piqueras de recepción, reducirán el riesgo de recontaminación
de los ingredientes antes de su incorporación al proceso productivo.