10. Mordedura de colas (y II)

Xavier MantecaJose Luís Ruíz de la Torre
28-jun-2004 (hace 20 años 4 meses 28 días)
Factores de riesgo en las explotaciones y prevención de la caudofagia

Con la idea de prevenir la caudofagia se está utilizando mucho el corte de colas. La idea parece consistir en que eliminando el objeto de la conducta se elimina el problema. Sin embargo esta práctica tiene dos inconvenientes importantes. Por un lado, provoca dolor crónico en los animales, lo que puede empeorar el bienestar y, por lo tanto, la productividad de los animales. Y por otro, está demostrado que el corte de colas no garantiza que el problema no aparezca. Pero además, en la Unión Europea está prohibido realizar el corte de colas de una manera sistemática.

Ante esta situación, es importante analizar los factores que pueden realmente favorecer la aparición de caudofagia. En el capítulo anterior comentábamos que existen factores internos (propios del animal) y externos (ambientales) implicados en la aparición de la caudofagia. Los factores ambientales son a priori modificables, por parte del responsable de los animales, para intentar reducir a un mínimo el riesgo de que aparezca la caudofagia.

La densidad de animales es un factor importante en la aparición de la caudofagia.
Densidad de animales y tamaño de grupo: Aunque existen estudios con diferentes resultados, los últimos y más concluyentes indican que las altas densidades de animales y los animales alojados en grupos grandes aumentan la probabilidad de aparición de caudofagia. Por ejemplo, en un estudio realizado en Reino Unido se observó que las densidades iguales o mayores a 110 kg/m2 (~1,1 animales/m2) multiplican por tres la probabilidad de que aparezca caudofagia.

Alimentación: Se ha visto que las carencias nutricionales aumentan el riesgo de caudofagia, lo que parece ocurrir principalmente por la falta de nutrientes concretos, como pueden ser la sal o algunos aminoácidos esenciales (unos componentes especiales de las proteínas). Por ejemplo, y aunque no se ha demostrado en el cerdo, en otras especies se ha visto que el estrés provoca una mayor apetencia por la sal, lo que induce una mayor necesidad de ésta. Si no se aumenta el aporte de sal en animales estresados, se les provoca una carencia. Esto estimularía las conductas exploratorias facilitando la aparición de caudofagia, y/o la agravaría en caso de aparecer, dada la tendencia a la formación de heridas sangrantes y la concentración de sal de la sangre.
Por otro lado, se ha visto que el sistema de alimentación puede influir. Por ejemplo, está comprobado que la alimentación seca aumenta el riesgo de caudofagia en comparación con la alimentación húmeda.

Las colas pueden resultan de especial interés en los ambientes en los que los animales no disponen de otros estímulos.
Temperatura y ventilación: No existe una relación directa de estos parámetros con los brotes de caudofagia. Sin embargo, se han asociado posiblemente porque las malas condiciones de alojamiento que implicarían temperaturas excesivas (por altas o por bajas) y la mala ventilación, implican otros factores que sí que inducen caudofagia.

Tipo de suelo: El emparrillado o slat aparece como claro factor de riesgo en todos los estudios, suponiendo una probabilidad de aparición de caudofagia hasta tres veces mayor que el suelo continuo. Esta relación tiene bastante sentido si tenemos en cuenta que en el emparrillado no se pueden expresar las conductas exploratorias.

Ausencia de estímulos: Casi todos los estudios sobre la relación entre caudofagia y presencia de materiales (paja, viruta, etc.) que permitan las conductas exploratorias concluyen que el aporte de estos materiales reduce entre 10 y 12 veces la probabilidad de que aparezca un brote de caudofagia. En algún caso, incluso se consiguió eliminar la caudofagia ofreciendo a los animales substrato para conductas exploratorias. Estos resultados, además de su posible interés práctico, confirman la teoría anteriormente explicada de que la caudofagia es en realidad una conducta redirigida que tiene su origen en la tendencia natural del cerdo a hozar.


Tratamiento de la caudofagia

Ante un brote de de caudofagia se debería actuar de la siguiente manera:
El tratamiento de la caudofagia resulta mucho más complicado y menos seguro que su prevención.


• Aislando, por un lado, a los animales que presenten heridas con sangre y, por otro, a aquellos que muestran la conducta de una manera especialmente intensa.

• Revisando el pienso, especialmente su composición y su estado. Concretamente, el contenido en sal y en aminoácidos esenciales son especialmente importantes. En algunas ocasiones podría ser recomendable aumentar el porcentaje de sal en la dieta, aunque para ello será necesario consultar con expertos en nutrición.

• Revisando las condiciones ambientales de la explotación y las prácticas de manejo, haciendo especial hincapié en los aspectos comentados anteriormente como la densidad de animales y el número de animales por corral.

• Estudiando la posibilidad de ofrecer a los animales materiales que les permitan mostrar su conducta exploratoria. Somos conscientes de que generalmente es poco realista sugerir que los animales se mantengan sobre cama de paja, pero en ocasiones podría ayudar el hecho de aportar pequeñas cantidades de paja u otros materiales, o simplemente ofreciendo objetos que estimulen la conducta de hozar.