La utilización de un hidrolizado de proteína animal puede mejorar la palatabilidad de las dietas para lechones al destete

D Martinez-Puig, M Anguita, F Baucells, E Borda, JF Pérez and C Chetrit. 2007. Journal of Animal Science. 85, Suppl.1: 310-311.

04-jun-2009 (hace 15 años 6 meses 20 días)
Al destete, los lechones dejan de consumir leche materna y se adaptan a consumir pienso seco. Este es uno de los períodos más críticos en la vida productiva del lechón ya que sufren un período de anorexia/bajo consumo más o menos prolongado, llevando a un crecimiento sub-óptimo e incrementando el riesgo de diarreas. El objetivo del presente estudio fue investigar si la preferencia de la dieta podía estar asociada a la fuente de proteína utilizada.

Para probar esta hipótesis, se comparó el hidrolizado de proteína animal frente al hidrolizado de proteína de soja y el plasma porcino. Para ello se utilizaron un total de 96 lechones destetados a los 21 días distribuidos aleatoriamente en tres grupos de 32 lechones cada uno. Los lechones fueron distribuidos en 24 corrales (8 réplicas por grupo). A cada grupo de lechones se le ofreció la opción de escoger entre dos dietas, resultando en tres comparaciones. En la comparación 1, la dieta que contenía plasma porcino (4%) fue comparada contra la dieta que contenía el hidrolizado de proteína de soja (4%), en la comparación 2, la dieta que contenía el hidrolizado de proteína animal y un 3% de hidrolizado de proteína de soja fue comparado contra la dieta que contenía la proteína de soja (4%); y en la comparación 3, la dieta que contenía el hidrolizado de proteína animal (1%) fue comparada con la dieta que contenía un 4% de plasma porcino. Se registró diariamente durante los 7 días post-destete. El porcentaje de preferencia (%) fue calculado como consumo acumulado de la dieta test dividido por el consumo total.

Durante todo el período no se observó preferencia del plasma porcino (46,3%) comparado con la dieta que contenía proteína de soja. Por el contrario la dieta que contenía hidrolizado de proteína animal presentó una preferencia significativa respecto a la dieta que contenía el hidrolizado de proteína de soja a día 4 (59,5; P<0,05) y hasta día 7 (65,4%; P<0,05). Aunque se observó una preferencia del 58% del hidrolizado de proteína animal respecto al plasma porcino, esta solo fue numéricamente superior.

Estos resultados sugieren que la palatabilidad de las dietas al destete se puede mejorar mediante la inclusión de un 1% de hidrolizado de proteína animal.