Efecto de la molienda y procesado en la productividad de cerdos en crecimiento

Mario García Jiménez
23-sep-2003 (hace 21 años 1 meses 30 días)

La atención prestada a la seguridad alimentaria en la Unión Europea, y focalizada sobre el control de la Salmonella en la producción animal, muy especialmente en la industria del porcino, han mostrado que el procesado del pienso y su estructura son factores determinantes en el control de dicho microorganismo a nivel intestinal. De hecho, se ha observado que el pienso en gránulo aumenta los niveles de Salmonella en las explotaciones con respecto al pienso en harina.

Además, en Dinamarca varios estudios han mostrado como la utilización de pienso en harina mejora la microflora intestinal y reduce el riesgo de contaminación por Salmonella, así como la incidencia de lesiones estomacales comparado con la utilización de gránulo.

Jørgensen et al. (1999) compararon una dieta en harina molida a 4 mm con dos dietas granuladas a 2 y 4 mm, en cerdos desde 30 hasta 100 kg. Tal y como se esperaba, tanto la dieta en harina como la que se molió de forma grosera antes de la granulación tuvieron numéricamente peores resultados productivos con respecto a la dieta que se molió finamente antes de la granulación (Tabla 1). Además, el mayor contenido de almidón en las heces de los animales alimentados con la dieta en harina se relaciona con una menor digestibilidad del pienso. Sin embargo, la dieta en harina incrementó significativamente el número de bacterias ácidolácticas y el contenido de materia seca en el estómago. Además redujo el número de cerdos positivos a Salmonella y disminuyó significativamente la concentración de coliformes en el estómago y el ciego, en comparación con los piensos granulados. El pienso que se molió groseramente previo a la granulación aumentó la materia seca del estómago y redujo la Salmonella y coliformes, aunque las diferencias no fueron tan pronunciadas.

El mecanismo por el que la dieta en harina y una mayor granulometría de las partículas redujeron los coliformes y la salmonella no se conoce, pero un tránsito intestinal más lento debido a una mayor longitud de la fibra, un mayor contenido de materia seca y una mayor capacidad de absorber agua de la digesta junto con otras características fisicoquímicas de la digesta pueden favorecer el crecimiento de bacterias lácticas, lo que incrementa la producción de ácidos orgánicos en el estómago, inhibiendo el crecimiento de enterobacterias como Salmonella y E. coli.

La utilización de harinas para incrementar la salud intestinal viene marcada por la reducción de la productividad, ya que el índice de conversión llega a empeorar entre 0,15 y 0,42 puntos (Danish bacon and meat council, 1998-2001) e incluso más si el diseño de los comederos no es adecuado, ya que la presentación del pienso en harina tiende a aumentar el despercicio de éste. A un peor índice de conversión, hay que añadir el mayor coste de transporte, factores que finalmente inclinan la balanza a la utilización de gránulo respecto a la harina en la mayor parte de las situaciones.

Además del procesado, es importante seleccionar el tamaño de partícula adecuado. Al reducir el tamaño de partícula existe una mayor superficie de ataque de las enzimas digestivas al substrato y por tanto mejora la digestibilidad. Con un menor tamaño de partícula también mejora la calidad del gránulo y el rendimiento de la granuladora. No obstante, como se ha visto, al reducir el tamaño de partícula empeora la salud del tracto digestivo y aumenta el coste de molienda y las mermas por humedad y polvo. También es importante considerar el manejo en fábrica, ya que al reducir el tamaño de partícula aumenta el ángulo de reposo (Figura 1), y por tanto también aumenta la incidencia de formación de bóvedas en silos y tolvas de espera, con lo que esta problemática implica en términos de trabajo de desembozo, limpieza y el aumento de focos de suciedad en el interior de las conducciones. Asimismo, la excesiva variabilidad del tamaño de partícula se correlaciona con una mayor incidencia de problemas digestivos y una menor digestibilidad del pienso (Figura 2). Evidentemente este factor es más fácil de controlar en las fábricas de premolienda que en las de premezcla, al utilizar parámetros específicos de molienda para cada materia prima.

En conclusión, aunque la utilización de harina mejora la salud intestinal respecto al uso de gránulos, las mejoras de éste frente a la harina en términos productivos y económicos hacen de su utilización la práctica habitual. La tendencia actual es conseguir reproducir los efectos beneficiosos de la harina en piensos granulados, para ello la utilización partículas de tamaño ligeramente grueso y la complementación con aditivos (ácidos orgánicos, extractos de plantas, prebióticos y probióticos, enzimas, aglomerantes, ...) pueden ayudar a mejorar la salud intestinal sin reducir la productividad de los animales, mejorando además la calidad intrínseca de las materias primas y su manejo en fábrica.

Tabla 1. Efecto del tamaño de molienda y de la granulación de la dieta sobre la productividad y la salud intestinal del porcino.

Tipo de pienso
Gránulo
Gránulo
Harina
Tamaño del tamiz
2 mm
4 mm
4 mm
Ganancia de peso, g/día
812
793
791
Consumo de pienso, kg/día
2,06
2,14
2,26
Índice de conversión, kg/kg
2,54
2,69
2,86
Índice de ulceración estomacal (escala 0-10) 1
2,9a
1,7b
0,08c
Contenido estomacal de Materia Seca, %
10,3a
17,2b
21,3b
Animales positivos a Salmonella en suero sanguíneo, %
12,9
5,6
2,8
Coliformes en el estómago, log cfu/g
5,2a
4,4b
4,2b
Coliformes en el ciego, log cfu/g
6,8a
6,5a
5,3b
Bacterias lácticas en estómago, log cfu/g
7,6a
7,4a
8,3b
Almidón en heces, % MS
0,2
1,7
5,7
1 Escala de 0 a 10 en la que 10 es la máxima incidencia de lesiones estomacales.
a, b, c Medias con diferente superíndice en una fila son diferentes (P<0,05)

Figura 1. Ángulo de reposo y fluidez de las materias primas.


Figura 2. Efecto del coeficiente de variación del tamaño de la partícula del maíz sobre la digestibilidad y la incidencia de úlceras (Wondra et al., 1995).