Existe un acuerdo general en cuanto a la conveniencia de tratar de conseguir una ganancia moderada de peso en la gestación y una pérdida mínima de peso en la lactancia. Sin embargo, a pesar de los años de investigación y de experiencia ganadera, no existe consenso sobre lo que constituye una ganancia de peso moderada y cómo podría conseguirse. Mientras los ganaderos crean que su sistema actual de alimentación de cerdas gestantes está funcionando bien, no se darán cuenta de que hay razones convincentes para cambiar la forma de alimentarlas. Pero la presión para mejorar la eficiencia de la producción es una realidad siempre presente en la industria de producción porcina mundial y por ello necesitamos determinar si podemos desarrollar modelos de alimentación mejores y más objetivos para las cerdas gestantes.
Actualmente tenemos datos fiables y valiosos sobre el coste de la energía y los nutrientes para mantenimiento, para el desarrollo de la camada y para la ganancia de peso de la cerda. Durante la gestación, sólo el mantenimiento de la cerda supone aproximadamente el 80% del aporte alimenticio. Esto indica claramente que para establecer con exactitud el aporte alimenticio necesario para una cerda gestante debemos tener alguna idea de su peso. En cerdas muy productivas, modernas, de tipo magro, los niveles de grasa dorsal pueden variar entre un mínimo de 6 mm y un máximo de 30 mm. Obviamente, si pretendemos llegar a 18-19 mm de grasa dorsal en el parto, las cerdas con un margen tan amplio de grasa dorsal en el momento de la cubrición tendrán necesidades muy diferentes de ganancia de peso y, por consiguiente de aporte de pienso. Existen bastantes datos que sugieren que un programa de alimentación establecido a partir del peso y los niveles de grasa dorsal de la cerda dará lugar a:
En la actualidad hay máquinas económicas, fáciles de manejar y fiables que miden la grasa dorsal de las cerdas rápidamente y con exactitud. Nosotros medimos la grasa dorsal en nuestras granjas, y utilizamos un aparato Lean-meater (Renco Corporation, Minneapolis, Minnesota.) Tomamos las medidas en la posición P2 (última costilla, a 65 mm de la línea media dorsal). Se tarda aproximadamente 1 minuto en hacer la medida. La mayoría de las naves no están equipadas o preparadas para emplear tiempo y esfuerzo en pesar a las cerdas, y por lo tanto utilizamos estimaciones aproximadas del peso de las cerdas. Empleando las medidas de la grasa dorsal en el momento de la cubrición más una estimación del peso de la cerda, podemos desarrollar tablas de aportes de pienso como la que se muestra en la Tabla 1. La utilización de este sistema para alimentar a las cerdas ha dado buenos resultados. Cuando se compara con un sistema de alimentación basado en la puntuación de condición corporal se ha constatado que hay más cerdas que consiguen los niveles de grasa dorsal deseados y menos cerdas con más de 22 mm de grasa dorsal en el momento del parto. Además, el ahorro en el coste total de pienso por cerda y año fue de aproximadamente 60 kg.
Tabla 1. Aporte de pienso para cerdas gestantes (día 0 a día 100).
Peso estimado en la cubrición (kg) | Nivel de grasa dorsal en la cubrición (mm en P2) | ||||
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11-12
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13-14
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15-16
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17-18
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Ligera |
115-150
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2,5
|
2,2
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2,1
|
1,9
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Media |
150-175
|
2,4
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2,3
|
2,2
|
2,1
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Pesada |
175-200
|
2,6
|
2,5
|
2,4
|
2,3
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Muy pesada |
200-225
|
2,8
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2,7
|
2,6
|
2,4
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**la dieta contiene: 13,5% de proteína, 0,55 % de lisina, 3,01 Kcal EM / kg |
Téngase en cuenta que los aportes de pienso van desde el día 0 al día 100. Dado que los requerimientos de nutrientes de las cerdas aumentan con el avance de la gestación a medida que la cerda gana peso y la camada se desarrolla, especialmente durante los últimos 10 días de gestación, se recomienda alimentar a las cerdas con un suplemento extra de 1,0-1,5 kg de pienso/día desde el día 100 de gestación hasta el parto. Este nivel más alto de alimentación no aumentará la incidencia de mamitis, metritis o agalaxia (MMA), y también tendrá un escaso efecto sobre el peso de nacimiento, pero evitará la pérdida de grasa dorsal durante los últimos 10 días de gestación. Hemos descubierto que el alimento extra también aumenta la ingesta de alimento en la última parte de la lactación y hace que la cerda llegue en mejores condiciones al destete. Algunas líneas maternas pueden ser propensas a desarrollar congestión en las ubres si se continúan los altos niveles de alimentación hasta el momento del parto. También se recomienda que las cerdas primíparas no se alimenten con más de 2,2 kg por día durante los 2-3 primeros días después de la cubrición.
Es necesario prestar especial atención a las cerdas con 12 mm o menos de grasa dorsal en el momento de la cubrición. Estas cerdas delgadas tienen bajos niveles de cobertura grasa como aislamiento, son muy activas y se quedan en pie más a menudo, beben más agua, se mueven de acá para allá y de ese modo consumen una gran cantidad de energía. Incluso si aumentamos la ingesta de pienso a los niveles en que esperamos que les hagan conseguir los niveles deseados de grasa dorsal, no sucederá así. Es muy difícil tratar de alimentar a esas cerdas en "boxes" con cantidades muy altas de pienso en comederos abiertos que tienen una capacidad limitada. Las cerdas vecinas tienden a quitarles parte del pienso. Puede ser mejor alojar a dichas cerdas por separado, en corrales si fuera posible y alimentarlas según las necesidades. Luego se mide de nuevo la grasa dorsal a mitad de la gestación y se ajusta el aporte de pienso si es necesario. Otra opción podría ser saltarse un celo sin cubrir en estas cerdas y dejarlas que recuperen la condición corporal antes de la cubrición. Hemos descubierto que dejando un celo sin cubrir a estas cerdas aumenta el índice de partos del 5 al 10%, y el tamaño de la camada siguiente de 2 a 2,5 cerdos.