S. Suis es una especie inconfundible que incluye 35 serotipos conocidos, la mayoría de los cuales son no patógenos o son patógenos oportunistas de escasa importancia. Se encuentran en cualquier sitio donde haya habido cerdos. Su hábitat natural son las amígdalas y los intestinos, pero también se han aislado de la nariz y el tracto genital y, en ocasiones, de otras especies incluidas las personas y los pájaros.
Sólo cuatro serotipos merecen una consideración aquí, concretamente, los tipos 1, 1/2, 2 y 14. De éstos, el tipo 2 es el de mayor interés debido a las cepas neurotrópicas que provocan meningitis y pérdida auditiva en cerdos y personas, en particular en personas que manejan carne fresca de cerdo. La enfermedad en humanos es más frecuente en el sudeste de Asia, pero es rara entre veterinarios y granjas porcinas del oeste. No obstante, los veterinarios y ganaderos que manejan cerdos con meningitis de tipo 2 deben llevar guantes y ropa protectora, especialmente cuando realicen necropsias.
Una vez que el tipo 2 penetra en una explotación, se hace endémico y no se puede erradicar con medicación ni vacunación. En una piara con infección endémica, habitualmente se presenta por primera vez después del destete, y persiste de forma subclínica en las criptas amigdalares durante períodos prolongados de tiempo, a veces hasta la edad adulta. Los portadores subclínicos transmiten la infección a otros cerdos en contacto directo o, posiblemente, a distancias cortas por aerosol. Las moscas que se alimentan sobre material infectado provocan la infección durante al menos cinco días, y pueden contaminar el alimento de los cerdos. También puede ser arrastrado por el viento a otras naves.
Las cepas neurotrópicas de tipo 2 pueden llegar a entrar en el organismo a través de las amígdalas. Son englobadas por los monocitos que migran al cerebro, articulaciones, peritoneo y pleura y luego la bacteria se libera. Las cepas neumotrópicas logran introducirse en el aparato respiratorio por medio de los monocitos o directamente a través de la nariz y la tráquea. Se adhieren a la mucosa respiratoria.
Los cerdos que desarrollan la enfermedad clínica deben tratarse pronto con inyecciones de antibióticos. La penicilina es eficaz en la mayoría de los casos, pero algunas cepas se han hecho resistentes. Los cerdos con meningitis deben aislarse, en parte por su propio bien, y en parte porque difunden grandes cantidades de bacterias virulentas en sus secreciones nasales, saliva y heces. Debe administrárseles agua mediante una sonda por la boca o el recto. Un método frecuente de control de la meningitis consiste en administrar la medicación con el pienso, preferiblemente fenoximetilpenicilina, pero puede ser necesario el uso de otros antibióticos si este no resulta efectivo. Los alimentos con medicación se administran durante la etapa vital en que se está produciendo la meningitis. Puede ir precedido de inyecciones de penicilina de acción prolongada. Con frecuencia, las vacunas inactivadas son decepcionantes, en particular cuando no se ponen en práctica otras medidas de control como disminuir los niveles de purines y de gas, evitar el hacinamiento y otras causas de estrés y mejorar la ventilación, aún cuando esto signifique un descenso de temperatura.
Las cepas meningíticas de S. Suis tipo 2 se pueden eliminar de las explotaciones intensivas cerradas mediante despoblación y repoblación total. Los cerdos de sustitución deberán proceder de explotaciones piaras que hayan demostrado la ausencia de síntomas clínicos de la enfermedad. No hay pruebas serológicas ni de otro tipo que indiquen que una piara está exenta de cepas neurotrópicas de tipo 2, y el cultivo amigdalar puede ser engañoso ya que las cepas no neurotrópicas son bastante frecuentes. Se han obtenido cerdos exentos de cepas meningíticas de S. Suis tipo 2 de cerdas portadoras por histerectomía, y con medicación clásica en el destete precoz. Dado que el microorganismo puede sobrevivir en cadáveres, éstos deben retirarse junto con el pienso sobrante, la cama, las heces y los purines. Deberá realizarse un control minucioso de roedores y moscas, y limpiar y desinfectar los locales, dejándolos vacíos durante 6 semanas como mínimo.
S. Suis tipo 1 es frecuente en las granjas de cerdos, y suele provocar artritis y meningitis en lechones lactantes. El tratamiento consiste en inyección de antibióticos.
S. Suis tipo 1/2 puede provocar meningitis grave en lechones lactantes, y a veces en lechones destetados, y se puede tratar de forma semejante a la meningitis provocada por el tipo 2.
S. Suis tipo 14 provocó poliartritis aguda dolorosa en lechones lactantes y también meningitis en el Reino Unido hace unos años. Muchas granjas resultaron afectadas en regiones localizadas. Todavía está presente en algunas explotaciones, pero es mucho más leve posiblemente debido al desarrollo de inmunidad por parte del ganado. La primera vez que se aisló el tipo 14 se hizo del cerebro de un hombre muerto. Un trabajador esplenectomizado, que probablemente padecía inmunosupresión, falleció a causa de meningitis de tipo 14 en el Reino Unido. Por lo demás, no se observaron casos de enfermedad del tipo 14 en personas ni en cerdos en otros países.