El control objetivo de la bioseguridad (2/2)

Cristina EscuderoInmaculada DíazMaría AparicioCarlos Piñeiro
09-feb-2021 (hace 3 años 9 meses 12 días)

Recientemente hemos visto cómo controlar de manera objetiva la bioseguridad externa, a través del registro de visitas digital para todo tipo de granja, así como de los sistemas de control de acceso, en granjas de alto nivel genético o en estructuras empresariales más complejas. Por tanto, nos queda dar respuesta al control objetivo de la bioseguridad interna, que hasta ahora solo se había podido hacer a través de encuestas, visitas a la granja o auditorías periódicas.

Es importante definir en primer lugar que la bioseguridad interna tiene como objetivo prevenir que una enfermedad ya existente en la granja se propague a las diferentes zonas.

El novedoso sistema de control digital de la bioseguridad se centra principalmente, en el control de enfermedades con un gran impacto económico, como el PRRS. Este sistema compuesto por diferentes transmisores bluetooth que se instalan en la granja, permite saber qué rutas y manejos se crean por parte de los operarios. Cada trabajador recibe un pequeño transmisor portátil con tecnología bluetooth, que debe usar durante toda su jornada laboral. De manera simultánea, se instalan detectores de proximidad con la misma tecnología en todos los accesos a cada nave, incluidos los vestuarios o zonas de cambio de ropa y las duchas.

En cada granja es imprescindible determinar cuáles son los movimientos de riesgo específicos, teóricamente definidos como aquellos que se originan en una zona infectada y se dirigen a una zona libre de infección. Estos se deben determinar tras el estudio pormenorizado de cada granja, ya que el sistema es flexible y dinámico, por lo que en cualquier momento posterior se pueden modificar si el riesgo cambia. Una vez que el sistema está funcionando, los dispositivos receptores permiten conocer los patrones de movimiento del personal en tiempo real y, tras su análisis pormenorizado por parte de personal técnico, se puede conocer el riesgo de propagación de enfermedad dentro de la explotación (figura 1).Figura 1. Análisis del patrón de movimientos en una granja con el sistema de control digital de la bioseguridad.

Con este sistema se ha establecido la relación entre movimientos de riesgo y la presencia del virus de PRRS (Díaz et al., 2020). Para ello, se analizaron animales de todos los edificios de las granjas mediante PCR y ELISA para virus de PRRS y de esta manera, los edificios se clasificaron en aquellos que eran positivos al virus, con al menos un PCR positivo, y en edificios negativos. Finalmente, se demostró la relación positiva entre movimientos de riesgo del personal y la viremia de los animales, concluyendo que los edificios que se clasificaron como PCR positivos tenían una media de 6,3% de movimientos de riesgo, mientras que en los edificios negativos era solo de un 2,6%.

También ha sido posible controlar enfermedades como el PRRS (Arruda, 2020), y demostrar la relación entre la bioseguridad y la eficiencia productiva en granjas de EEUU (datos no publicados). Según esta autora, en granjas positivas a PRRS, un aumento de 5 horas en el tiempo que el encargado pasa en las salas de partos se asoció con el aumento de un lechón destetado por cada 10 camadas. En una segunda granja, un aumento en el tiempo dedicado en las salas de partos de aproximadamente 2 horas por trabajador y por semana, hacía aumentar el número de lechones destetados en 1 lechón por cada 4 camadas. Estos resultados podrían estar relacionados con un aumento en el cuidado de los animales, lo que conduce a un mayor número de animales destetados.

Tener toda esta información facilita el control de la bioseguridad interna y ofrece un sistema dinámico, pudiendo actualizarlo y adaptarlo por medio de la retroalimentación que se genera.

Parece por tanto que la combinación de técnicas clásicas (encuestas y auditorías) junto con el conocimiento experto del veterinario y, junto con los datos objetivos obtenidos de manera automática, suponen la mejor combinación posible para asegurar el control de la bioseguridad en cualquier tipo de granja, ya que el coste de estos sistemas lo hace asequible a cualquier productor.

Por último, cabe destacar que en el momento actual el control a distancia resulta más conveniente e incluso necesario que nunca, pudiendo saber en tiempo real y desde cualquier dispositivo móvil si los protocolos se están cumpliendo y pudiendo actuar rápidamente para prevenir o controlar los daños.