¿Se pueden aplicar principios de producción en camping en una explotación intensiva? Instalaciones y manejo (II/II)

Alasdair Macleod
28-feb-2019 (hace 5 años 9 meses 24 días)

Corrientes de aire e instinto de anidar

La cama de paja dentro de la caseta de partos es el elemento más crucial para controlar la mortalidad. La cama debe tener una altura suficiente para excluir las corrientes de aire, ser lo bastante plana para no impedir el movimiento de los lechones, seca para prevenir el enfriamiento y la paja no debe ser demasiado larga para que los lechones no se enreden. La cerda tiene que tener disponible suficiente paja de buena calidad para hacerse un nido. Si la caseta no está bien sellada la cerda no puede establecer una buena cama porque las corrientes de aire hacen que no encuentre una zona de cobijo.

Caseta de partos con nido

Existen dos fases en la construcción del nido: en la primera fase la cerda cava un hoyo y en la segunda lo reviste de materiales blandos. El comienzo de la segunda fase se ve determinada por la disponibilidad de material apropiado y cuanto más material disponible, antes termina esta fase (Wischner et al, 2009).

Lechones lactando.

Estudios observacionales han demostrado que una cerda que no ha podido establecer un nido a su satisfacción antes de parir continuará intentando hacerlo durante el parto, resultando en 16 cambios posturales durante el parto comparado con 5 para cerdas que sí tienen la cama a su gusto. Cerdas a las que se les proporcionó 2kg de paja al día a partir del día 113 de gestación pasaron más tiempo anidando si estaban alojadas en corrales que las que estaban en jaulas. Las cerdas en jaulas también se dejaban caer dentro de la jaula para tumbarse después de parir más a menudo que las cerdas en corrales (Andersen et al, 2014). Cerdas alojadas en jaulas abierta y con acceso a material para anidar tienen niveles mayores de oxitocina y prolactina 3 días antes del parto en comparación con cerdas enjauladas o en jaula abierta con serrín (Yun et al., 2014) y las cerdas en corral o jaula abierta tienen partos más cortos con menor intervalo entre lechones que las cerdas en jaulas (Gu et al, 2011).

Cerdas intranquilas

En el momento del parto y los días posteriores, es importante que las cerdas estén tranquilas. Los corrales de partos se suelen visitar una vez para poner comida y quizás una vez más sólo los que tienen cerdas recién paridas o que vayan a parir pronto. No es inusual en una granja intensiva que la sala de partos sea un lugar de paso, una zona de almacén o que se visite a menudo durante los partos para supervisar, a veces con prisa y entre tareas. Esto puede ser contraproducente ya que la cerda necesita tranquilidad e intimidad. El estrés es antagonista de las hormonas que favorecen el parto y la bajada de leche (en humanos está documentado el incremento de cesáreas desde que el parto está más medicalizado (Johanson et al, 2002).

Ingesta de pienso pre-starter

En estado salvaje, los lechones aprenden a alimentarse observando a su madre. Con los comederos elevados en las jaulas y los platos separados para los lechones esto, los lechones no ven qué come su madre hasta que tienen suficiente tamaño para saltar dentro del comedero de la cerda. En “outdoor”, las cerdas de suelen alimentar en tolvas o barriles que permiten el acceso de los lechones mientras la cerda come desde que son suficientemente grandes para salir de la caseta. Es interesante saber que ya hay pruebas con tolvas para jaula que permiten a la cerda comer por un lado y a la vez permiten acceso a los lechones por el otro.

Lechones alrededor del comedero.

Relación con el operario

Si nos acercamos con tranquilidad a un grupo de cerdas en camping no es inusual que, tras una primera reacción de cautela, estas vengan hacia nosotros para interactuar y luego nos sigan por el corral. Cuando no hay pasillos, vallas sólidas ni jaulas, es prácticamente imposible hacer que una cerda de 200 kg haga algo que no desea. Por ello la relación que se desarrolla entre animal y persona es completamente distinta. Se utiliza el refuerzo positivo con premios de comida para mover animales de un sitio a otro y no conviene apresurarlas ya que si se espantan pueden huir destruyendo el vallado eléctrico a su paso, en los peores casos iniciando una estampida.

Para reducir la respuesta de miedo de los cerdos es preciso un manejo positivo continuado y regular; se precisa de meses de comportamiento positivo para contrarrestar una experiencia negativa (Coleman et al, 2000).

La relación que se desarrolla entre animal y persona es completamente distinta

Formación de grupos de gestación y zona de fuga

Las cerdas gestantes se alojan a 25 cerdas por hectárea y se suele intentar trabajar con grupos de máximo 25-30 por corral. Los grupos suelen formarse al destete intentando no modificarlos hasta el parto y definitivamente no antes de 8 semanas de gestación. Se agrupa por tamaño y número de parto, manteniendo siempre que se puedan las nulíparas y las cerdas de segundo parto separadas. Los grupos más grandes y los grupos dinámicos no parecen funcionar tan bien y los grupos no se ven tan tranquilos y fijos. Los corrales extensos permiten una zona de huida muy amplia que, aunque no elimina la agresividad entre cerdas, sí reduce la severidad de las lesiones. En los sistemas intensivos de gestación en grupo, el espacio es limitado y se suele cumplir a rajatabla con los requerimientos legales. Está claro que no se pueden proporcionar esas zonas de fuga tan amplias, pero sí diseñar el espacio para que existan lugares para que las cerdas más sumisas se "escondan" y siempre evitar callejones sin salida donde las cerdas puedan quedar atrapadas entre una pared y una cerda dominante.