Mordeduras de cola: estrategias para minimizar el problema y medidas de prevención

Carmen Alonso García-MochalesInge BöhneAndrea PitkinAlbert Vidal HerasBill Wang
25-sep-2018 (hace 6 años 3 meses)

En base a la experiencia de nuestros 4 veterinarios representantes de algunas de las regiones de producción porcina más importantes a nivel global (como Alemania, Norte América, China y España), las mordeduras de colas son actualmente uno de los problemas multifactoriales más importantes para la industria. En el primer artículo de esta serie comentamos las diferentes perspectivas de este problema. También aprendimos que, si bien el acceso a materiales manipulables como por ejemplo el heno es importante para satisfacer las necesidades de explorar y masticar de los cerdos, hay muchos otros factores que influyen en la caudofagia. La falta de una única causa clara hace que este problema sea frustrante y difícil de controlar. Durante este segundo artículo, revisaremos las diferentes estrategias que los autores emplean durante los brotes de mordeduras de cola y también las medidas preventivas que recomiendan a los productores en su día a día.

Foto 1. Cerdos intactos (con cola) con material manipulable. Foto por cortesía de Inge Böhne

Durante un brote de caudofagia, todos los autores concuerdan en que la revisión de la densidad y las condiciones medioambientales de los cerdos es la primera acción que hay que llevar a cabo. Según nos comentan, muy a menudo la raíz de la causa inicial de un brote se encuentra en alguno de estos puntos. Después de este primer paso, Vidal, Böhne, y Pitkin recomiendan la incorporación de material manipulable a los corrales con la finalidad de reducir el estrés y desviar la atención de las heridas de los otros cerdos. Los materiales manipulables fueron revisados en el artículo 1 de esta serie. En este momento, Vidal de España, también considera incrementar la inclusión de sal en la comida con el objetivo de incrementar la sensación de saciedad. A continuación, los animales heridos con sangrado activo deberán ser tratados y él sugiere que el uso de gomas en las colas colocadas en la parte anterior del tejido dañado es la estrategia más rápida para parar el sangrado. Recordar que es importante quitar las gomas antes de que causen un mayor daño en la cola o un dolor innecesario. Böhne remarca que en Alemania no se permite el uso de gomas por lo que es básico separar cuanto antes al animal afectado, tratarlo con analgésicos y antibiótico y, por otro lado, identificar y separar al animal agresor. Pitkin aconseja a sus productores que añadan óxido de magnesio en sus fórmulas de pienso con la finalidad de ayudar a calmar a los cerdos durante el brote. Otras estrategias que ella remarca, además de la incorporación de materiales manipulables, incluyen la adición de electrolitos solubles en agua y antipiréticos siempre y cuando exista la sospecha de la participación de algún patógeno (foto 2).

Los materiales manipulables y juguetes para los cerdos reducen potencialmente la probabilidad de brotes de mordeduras de cola

Además de las medidas preventivas anteriormente descritas, nuestros veterinarios tienen otras sugerencias. En base a su experiencia, el grupo de Vidal pone especial atención en los cerdos procedentes de unas determinadas genéticas con mayor porcentaje de Large White, y también aquellos procedentes de ciertas líneas de Pietrain. Böhne, Wang y Pitkin están de acuerdo en que un flujo variable de animales en la línea de producción es uno de los factores más importantes a evitar. Wang, consultor en China, destaca la importancia de comprobar continuamente el plan de producción con sus clientes para asegurar un correcto flujo de cerdos en sus instalaciones. Wang tiene una especial atención a la formación “en granja” del personal, y en base a esta experiencia, la medida preventiva más importante es aquella implementada por los productores que aseguran que su flujo de cerdos es igual a la capacidad de sus instalaciones evitando así cuellos de botella debido a una producción irregular y a un incremento repentino de la densidad. Además de una buena gestión del flujo de cerdos, Pitkin añade que su mejor estrategia preventiva es el asegurar que los elementos más importantes en la granja (comida, agua y aire) sean los adecuados a las necesidades de los animales que se albergan en las instalaciones. Esta ecuación tan simple a veces se ve desafiada porque las granjas de madres están intentando destetar continuamente el mayor número de cerdos posible y la producción puede exceder potencialmente la capacidad de los flujos del destete y engorde. “Esto siempre se ha percibido como un problema “bueno”, sin embargo, tenemos que pensar en cómo vamos a manejar este exceso de lechones: ¿te los venderías?”- dice Pitkin. Ella está de acuerdo con Wang en que tenemos que volver a lo básico y recalcular la cantidad de cerdos que deberíamos llevar a cada una de nuestras granjas o cómo vamos a poder mantener el flujo de cerdos lo más consistente posible. Ella cree que prácticas como la sobredensificación están forzando mucho estas reglas tan importantes, y cuando nos pasamos demasiado, es cuando podemos tener estos brotes de vicios en las granjas.