Introducción de cerdas de reemplazo en explotaciones PRRS positivas

Bonnie Edahl HoelstadLars Erik LarsenCharlotte Kristine HjulsagerCharlotte Sonne Kristensen
26-jun-2017 (hace 7 años 5 meses 26 días)

Introducción

El virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV) está causando grandes problemas en la industria porcina en todo el mundo, incluyendo Dinamarca. Después de la infección con PRRSV o la vacunación con una vacuna viva (MLV) contra PRRSV, los cerdos pasarán por una fase de viremia prolongada y, por lo tanto, podrán transmitir el virus a los cerdos sin exposicion previa a PRRSV. Las recomendaciones danesas para las granjas positivas a PRRS son introducir cerdas de reemplazo después de un período de cuarentena de 12 semanas tras la exposición a virus campo o tras la vacunación con una vacuna viva -MLV- aprobada para uso en cerdas de reemplazo. En muchas explotaciones es prácticamente imposible gestionar un período de cuarentena de 12 semanas.

El objetivo del presente estudio fue comparar el uso de vacuna viva frente a PRRSV y de instalaciones de cuarentena con el estado de PRRSV de las cerdas de reposición llegada la primera inseminación. Además, el estudio evaluó los niveles de anticuerpos, en relación con el momento de la vacunación y la edad de los animales.

Materiales y métodos

El estudio se realizó como un estudio transversal, que incluyó 69 granjas danesas de cerdas positivas a PRRS. Se tomaron cinco muestras de sangre en cada granja, de cerdas de reemplazo en el momento de la primera inseminación, y se analizaron por RT-qPCR, ELISA e IPMA utilizando pruebas de diagnóstico propias. También se completó un cuestionario sobre la estrategia de entrada de reemplazo, la vacunación, etc.

El estatus de las cerdas de reemplazo se comparó en función del uso de cuarentena, la duración de la cuarentena y la estrategia de entrada de reemplazo (si produjeron sus propias cerdas o las compraron). Los niveles de anticuerpos medidos por ELISA e IPMA se compararon en función del tiempo transcurrido desde la vacunación con vacuna viva frente a PRRS y la edad de los animales en el momento de la vacunación.

<p>Figure 1.Estrategias de obtencion de reemplazo de&nbsp;69 granjas.</p>

<p>Figura&nbsp;2. Uso&nbsp;de&nbsp;cuarentena en&nbsp;69 granjas</p>

Tabla 1. Datos de granjas con instalaciones de cuarentena (n=46).

Cuarentena Si No Total
¿Comparte la cuarentena el espacio aereo con otras secciones? 25 (54,3%) 21 (45,7%) 46 (100%)
¿La cuarentena tiene una entrada propia? 30 (66,6%) 15 (33,3%) 45a (100%)
¿La cuarentena está vacía antes de entrar nuevos animales? 27 (58,7%) 19 (41,3%) 46 (100%)

a Falta una respuesta

Resultados

De las 69 explotaciones, 40 (58%) compraban cerdas, mientras que 22 (32%) producían sus propias cerdas. Siete granjas (10%) utilizaban ambas estrategias (Figura 1). Más del 70% de las explotaciones que compraron cerdas, utilizaron la cuarentena, mientras que sólo el 50% de las granjas que produjeron sus propias cerdas utilizaron cuarentena (Figura 2). Sin embargo, sólo en 10 explotaciones la cuarentena se definió como "óptima" (Tabla 1). La duración del período de cuarentena fue de 8-16 semanas en las granjas con instalaciones de cuarentena "óptimas".

Los resultados de las pruebas de laboratorio se utilizaron para clasificar cada grupo de cerdas en cada granja como "estable" (n = 63) o "inestable" (n = 6). Ser estable se definió mediante un resultado negativo por RT-qPCR y positivo por ELISA.

Todas las primerizas analizadas fueron negativas por RT-qPCR y en seis explotaciones había primerizas que dieron negativo para anticuerpos contra PRRSV, y por lo tanto se definieron como inestables.

No hubo diferencias significativas (α = 0,05) entre los grupos estable e inestable en cuanto al uso de cuarentena, la duración de la cuarentena, la estrategia de introducción de primerizas, el número de origenes y de entradas. Sin embargo, hubo la tendencia de que el uso de cuarentena dio lugar a cerdas estables. No hubo correlación significativa entre la edad de vacunación y el nivel de anticuerpos en la primera inseminación.

Discusión

Se esperaba un mayor número de cerdas de reemplazo virémicas, especialmente en las explotaciones sin cuarentena. Sin embargo, en base a la literatura disponible, la duración de la viremia después de la vacunación con vacuna viva de PRRS es, en promedio de 4 semanas, y el tiempo estimado desde la vacunación hasta la inseminación (cuando se tomaron las muestras de sangre) fue de 18 semanas en el presente estudio con lo que no es sorprendente que ninguna cerda fuera virémica. Seis explotaciones (8,7%) tenían cerdas de reemplazo negativas a anticuerpos, lo que significa que las primerizas no estaban inmunizadas contra PRRSV en la primera inseminación o que los anticuerpos obtenidos en respuesta a la vacunación habían disminuido por debajo del límite de detección. Estas seis explotaciones vacunaron a las cerdas antes de la cubrición con una vacuna viva- MLV- y, por lo tanto, este hallazgo fue inesperado ya que los anticuerpos obtenidos en respuesta a la vacunación deben durar más de 18 semanas. Las primerizas sin exposición previa (naïve) corren el riesgo de ser infectadas por PRRSV durante la gestación y por eso pueden actuar como fuente de transmisión del virus en la sala de partos.

Conclusión

El presente estudio demostró que en 69 granjas porcinas danesas positivas a PRRSV, no se encontraron cerdas de reemplazo virémicas en la primera inseminación a pesar de que se utilizaron estrategias de aclimatación muy diferentes y en la mayoría de los casos subóptimas. Sin embargo, la introducción de lotes consecutivos de cerditas naive en una explotación de cerdas puede generar eventualmente una subpoblación de animales reproductores sensibles a la infección por PRRSV y un brote clínico. Por lo tanto, es necesario monitorizar la eficacia de la inmunización de las primeriza en granjas positivas estables a PRRSV.