Los máximos esperados para el verano están cayendo

Dennis DiPietre
10-abr-2017 (hace 7 años 8 meses 12 días)

Los productores porcinos estadounidenses son cautelosos, pero optimistas, ya que el último censo del USDA indica un gran aumento respecto al año anterior (un aumento del 4% en total) aunque ha bajado desde el último trimestre de 2016, cuando un stock enorme llevó los precios a niveles de pérdidas. El aumento de productividad de las granjas de cerdas ha establecido un nuevo récord nacional de 10,43 destetados por camada. La media en las granjas más pequeñas fue de 8 lechones por camada. El censo total de reproductoras está justo por encima de los 6 millones de cabezas. Con un aumento de la población de casi un 1% anual, este aumento de la productividad mantiene el equilibrio en el mercado doméstico entre la oferta y la demanda. Los mercados de exportación son los que decantan cómo se desarrollará el año y, una vez más, la perspectiva es mixta.

La situación de JBS Brasil y muchos otros procesadores brasileños, con supuestos sobornos a inspectores sanitarios para permitir el acceso al mercado de carne que debería ser decomisada, ha comportado un cierre temporal a gran escala de las instalaciones de carne de vacuno de JBS en Brasil. Esto se ha hecho para investigar el caso y normalizar la oferta y la demanda, lo que ha ayudado a recuperar la confianza de los mercados de exportación. Muchos de los países a los que exporta Brasil cerraron debido al escándalo pero varios ya han reabierto con nuevas garantías. Desde EEUU se mantuvo la posibilidad de importación, aumentando los análisis al 100% de los productos enviados y se aumentó la vigilancia del USDA en Brasil para asegurarse de que no entraba carne contaminada o estropeada. Dependiendo de la duración de la crisis y de si llega más información negativa, ésto podría ser una oportunidad para los exportadores estadounidenses, al menos temporalmente.

Las noticias de México son cada vez más problemáticas pero nadie sabe con certeza si sólo son para presionar en la negociación o son reales. El gobierno de Trump ha encendido los ánimos de muchos sectores clave y formadores de opinión dentro de México. La principal archidiócesis de México está advirtiendo a las grandes constructoras mexicanas potenciales licitadoras del famoso muro, que participar o subministrar materiales para el muro fronterizo sería una "afrenta a la dignidad humana" que convertiría al participante en un "traidor" a su país. El gobierno secular está siendo un poco más sobrio y realista (a excepción del anterior presidente, muy apasionado, que regularmente da rienda suelta a groseras diatribas contra el presidente Trump). El actual presidente de México está trabajando en muchos frentes para tratar de normalizar sus relaciones con la administración de EEUU, cuando la semana pasada expiraba el plazo para presentar las licitaciones para la construccion del muro. 

La reacción en México ha dado lugar a muchas discusiones sobre un "Plan B" tanto si se construye el muro como si se anula, o se renegocia substancialmente, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA). En México se oyen rumores, una vez más, de un gran crecimiento de la producción (superior al 10%) pero estos sueños suelen producirse cuando se dan, como ahora, prerequisitos clave a largo plazo, como la disponibilidad de cereales-grano a bajo coste. Debido a que México tendría que importar la mayoría de estos granos forrajeros para llevar a cabo una expansión tan grande, cuando los precios actuales sufriesen incrementos dramáticos de precio, debido a la meteorología o a otras condiciones cambiantes, sería inevitable el retorno a las zonas de producción con menores costes del mundo, como EEUU y Canadá.

Ésta es la época del año en la que se espera que los precios caigan ligeramente. Esto sucede varias semanas antes de las vacaciones de Pascua, cuando se completa la compra de jamones por parte de los procesadores. Ya se está produciendo pero parece ser un poco más severo de lo normal, y la expectativa de precio máximo de verano se ha modificado a la baja para ajustarse a este hecho. La presión bajista adicional sobre los precios se debe a que la panceta y el bacon se han desplomado desde los máximos del primer trimestre, retrocediendo hasta un 30 % de lo que habíamos visto en enero. Esto prácticamente sitúa el precio de la panceta en el que había antes de su subida. El valor de referencia de una canal a salida del matadero considerando el valor de todos los cortes (Pork Carcass Cutout, PCC) ha caído de un modo bastante dramático y el precio actual del cerdo ya representa el 82 % del PCC y es probable que se reduzca todavía más a corto plazo. Lo que suceda en verano dependerá del aumento de la capacidad del mercado (hay dos grandes plantas a punto de abrir) y de cómo reaccione la industria. Hay que aferrarse a un cierto optimismo, pero siendo conscientes de que pueden alcanzarse nuevos mínimos si el comercio con México se ve gravemente interrumpido.