Efecto de fibra fermentable e inerte en lechones destetados

Francesc Molist
20-oct-2016 (hace 8 años 1 meses 1 días)

Introducción

Tradicionalmente se ha recomendado que las dietas para lechones utilicen ingredientes de alta digestibilidad e incluyan antibióticos como promotores del crecimiento. Sin embargo, la prohibición de los antibióticos en pienso y la situación económica del sector porcino en EU han favorecido el estudio de dietas menos complejas para la fase postdestete. La inclusión de fibra en las dietas postdestete ha sido controvertida ya que la fibra puede reducir la ingestión de pienso y la digestibilidad de nutrientes, aumentando el riesgo de proliferación de bacterias patógenas. Estos resultados controvertidos también pueden ser debidos a la falta de información respecto a los efectos funcionales de la fibra, como la modificación de las propiedades fisicoquímicas de la digesta intestinal o los cambios en el patrón de fermentación.

 

Fuentes de fibra en dietas de lechones destetados

Hasta el 90% de las paredes celulares de las plantas están formadas por polisacáridos no amiláceos (PNA), principalmente celulosa, hemicelulosa y pectinas. La celulosa es el polisacárido estructural presente en las paredes celulares de las plantas y tiene una capacidad de fermentación limitada en el tracto gastrointestinal (TGI) porcino. Por otro lado, las pectinas se caracterizan por su alta capacidad de retención de agua, viscosidad y fermentabilidad en el intestino grueso. La fracción PNA se divide, según su solubilidad, en fracción insoluble y soluble. Las fuentes de fibra insoluble que se utilizan con más frecuencia en dietas postdestete son cascarillas y salvado de cereales y legumbres. Las fuentes de fibra soluble son principalmente pectinas, gomas, mucílagos y fructanos. Los principales ingredientes utilizados como fuentes de fibra insoluble y soluble se muestran en la figura 1. Desde un punto de vista funcional, para facilitar el trabajo de los nutrólogos, algunos fabricantes de piensos han introducido 2 nutrientes para controlar las características funcionales de la fibra: inertes (ICHO) como los carbohidratos que no son digeridos y no son fermentables; y los fermentables (FCHO) como los carbohidratos que no son digeridos pero sí que fermentan en el intestino grueso.

Clasificación de los ingredientes del pienso basada en su contribución ICHO o FCHO en la dieta de lechones destetados

Figura 1. Clasificación de los ingredientes del pienso basada en su contribución ICHO o FCHO en la dieta de lechones destetados.

 

Características funcionales de las fuentes de fibra en dietas postdestete

1. Características fisicoquímicas

Se ha demostrado que la inclusión de fuentes de fibra inerte en dietas postdestete disminuye el tiempo de retención de la digesta y modifican el ecosistema intestinal reduciendo la proliferación de patógenos en el intestino delgado (Kim et al., 2012; Heo et al., 2013). Gerritsen et al. (2012) publicaron que la adición de 50 g de paja de trigo y 100 g de cascarilla de avena/kg (en total 128 g ICHO/kg y 96 g FCHO/kg) a una dieta a base de cereales durante los primeros 14 días postdestete aumentó el consumo de pienso de los lechones, en comparación con una dieta a base de cereales o una dieta control positiva rica en subproductos lácteos y aminoácidos cristalinos (tabla 1). En el mismo experimento también se asoció a la dieta ICHO un aumento en el peso del estómago y en la actividad de la amilasa en el borde en cepillo intestinal junto a menores recuentos de E. coli en la digesta del íleon y colon. Los efectos fisiológicos de la inclusión de fuentes de fibra ICHO en la dieta postdestete parece estar relacionada a una mayor ingesta de pienso y a un mejor desarrollo del TGI. Además, la ICHO puede reducir los recuentos de E. coli en el intestino delgado debido a un efecto físico directo de dichos ingredientes, que bloquean la adhesión de E. coli a los receptores del intestino delgado de los cerdos.

Tabla 1. Efecto de la dieta sobre el rendimiento del lechón entre los 28 y los 42 días de edad.
Adaptado de Gerritsen et al. (2012).

  Dieta a Error estándar
de la media
Valor P
  CP CN ICHO
Consumo diario (g/día) 280,8 y 284,1 y 328,1 x 6,82 0,001
GMD (g/día) 209,2 229,8 240,0 5,43 0,102
Conversión (ganancia/pienso) 0,75 x 0,81 y 0,73 x 0,02 0,001
Actividad amilasa en la mucosa del yeyuno (mmol/g proteína) 0,030 0,028 0,032 0,001 0,060
Peso del estómago (% del peso corporal) 0,78 y 0,76 y 0,89 x 0,04 0,103
E. coli íleon b 5,6 x 4,8 xy 3,8 y 0,01 0,021
E. coli colon c 6,8 x 5,6 x 3,9 y 0,42 0,002

Distintos superíndices (x, y) en la misma fila indican una diferencia significativa (P≤0,05).
a Dietas: CP (control positivo), CN (control negativo), ICHO (dieta con polisacáridos no amiláceos insolubles con 50 g paja de trigo y 100 g cascarilla de avena/kg). (10 corrales de 6 lechones cada uno).
b Recuentos de Escherichia coli en la digesta del íleon (Log10/g).
c Recuentos de Escherichia coli en la digesta del colon (Log10/g).

La inclusión de fuentes de FCHO en dietas para el periodo postdestete se ha asociado a una reducción del desarrollo de órganos y un aumento de la viscosidad intestinal. El aumento de la viscosidad intestinal puede reducir la digestión y la absorción de nutrientes de la dieta causando diarrea postdestete. Por lo tanto, los ingredientes que aumentan la viscosidad de la digesta pueden ser perjudiciales para la salud y la producción porcina.

 

2. Fermentabilidad

La fermentación de los componentes fibrosos de la dieta por la microbiota del TGI comporta la generación de ácidos grasos de cadena corta (AGCC). La inclusión de ICHO en dietas de lechones aumenta la retención de agua de la digesta y proporciona un substrato que será fermentado lentamente en la parte distal del TGI. En consecuencia, la composición de la microbiota del TGI dependerá de la capacidad de fermentación del lechón destetado. Molist et al. (2009) observaron un fuerte incremento en la concentración de AGCC en el ciego de cerdos alimentados con dietas que contenían 40 a 80 g de salvado de trigo ó 30 a 60 g de pulpa de remolacha/kg de pienso al compararlo con cerdos alimentados con una dieta control durante los 10-15 días post destete sin ningún suplemento de fibra (figura 2). Por lo tanto, la inclusión de FCHO en la dieta de lechones destetados se ha relacionado con una mayor incidencia de diarrea durante las primeras 2 semanas postdestete, ya que los cerdos de esta edad tienen una capacidad limitada para fermentar fibra y esto comporta una acumulación de material no fermentable en el TGI. Montagne et al. (2012) estudiaron la interacción entre el contenido en fibra de la dieta y las condiciones sanitarias de la granja sobre el crecimiento y el estatus sanitario de los lechones destetados. En este estudio, los lechones fueron alimentados con una dieta en la que se combinaban 60 g de pulpa de remolacha y 20 g de cascarilla de soja/kg pienso y se alojaron en salas con una elevada presión de infección, mostrando una ingesta reducida durante las dos primeras semanas postdestete y una mayor incidencia de diarrea postdestete que los cerdos de otros grupos experimentales. Los autores concluyeron que la inclusión de ingredientes con fibra muy fermentable inmediatamente tras el destete representaba un factor de riesgo adicional para la salud y el crecimiento porcinos, especialmente en unas condiciones sanitarias pobres.

Concentración de ácidos grasos de cadena corta sobre la digesta del colon de lechones de 10 y de 15 días tras el destete con 4 dietas experimentales distintas

 

Fig. 2. Concentración de ácidos grasos de cadena corta sobre la digesta del colon de lechones de 10 y de 15 días tras el destete con 4 dietas experimentales distintasa. (Adaptado de Molist et al. 2009).

a Dietas: CT (control); ST (CT+ 80 g salvado de trigo/kg); PR (CT+ 60 g pulpa de remolacha/kg); y ST–PR (CT+ 40 g salvado de trigo/kg y 30 pulpa de remolacha/ kg). (8 réplicas por tratamiento).

 

Conclusiones

Para controlar la salud intestinal, se recomienda predecir el efecto funcional de los ingredientes fibrosos sobre los lechones recién destetados. La optimización de las dietas postdestete mediante el uso de fibra inerte (ICHO) y fermentable (FCHO) en lugar de fibra bruta puede ser una solución. La inclusión moderada  (65-130 g ICHO/kg) de ICHO en la dieta postdestete ayudará a los lechones a desarrollar su TGI y mejorar la salud intestinal y su crecimiento.

Por otro lado, la inclusión de FCHO en la dieta de las primeras dos semanas tras el destete, especialmente en las explotaciones con destete precoz con un estatus sanitario pobre, puede ser contraproducente a causa de la limitada capacidad digestiva de los lechones. Una vez que los lechones se adaptan al pienso sólido, pueden incluirse gradualmente mayores cantidades de FCHO en la dieta para promover un patrón de fermentación saludable y el crecimiento de los lechones.