Aplicación práctica de antibióticos en producción porcina: Actualización de conceptos básicos, pros y contras

Lorenzo Fraile
17-oct-2016 (hace 8 años 2 meses 5 días)

A continuación, se va a revisar el uso de antimicrobianos en porcino bajo condiciones prácticas en nuestro país.

 

Aplicación de antibióticos al lechón lactante

La comisión europea claramente establece que se debe evitar la utilización profiláctica de antimicrobianos en lechones recién nacidos (y después del destete), como parte de una estrategia sanitaria. Es evidente que este uso es claramente profiláctico porque cuando se administran antimicrobianos a estos animales no hay, normalmente, ningún cuadro clínico generalizado. Sin embargo, la administración de antimicrobianos durante la fase de lactación es muy frecuente en nuestro país y en otros países como Bélgica y Dinamarca. Por otra parte, la administración de estos fármacos es individualizada y por vía intramuscular. En cualquier caso, el objetivo final debe ser intentar eliminar este uso profiláctico a largo plazo mediante la instauración de medidas exhaustivas de higiene y de manejo en las maternidades.

 

Aplicación de antibióticos durante la fase de transición

La comisión europea establece claramente que se debe evitar el uso profiláctico de antimicrobianos en la fase de transición mediante la instauración de medidas de manejo, nutrición y un buen programa de medicina preventiva. Desde un punto de vista práctico, es muy habitual administrar antimicrobianos en nuestro país en la fase de transición con tres fines:

1.- Control de enfermedades respiratorias: Las bacterias que suelen estar más implicadas en problemas respiratorios de transición son Pasteurella multocida y Bordetella Bronchiseptica. Estas bacterias pueden dar más problemas si las condiciones ambientales no son las adecuadas y/o si hay una recirculación vírica concomitante (tipo PRRSV por ejemplo) que predispone a padecer infecciones bacterianas. Por tanto, el uso de profiláctico de antimicrobianos para el control de cuadros respiratorios se debería evitar controlando el ambiente, optimizando el manejo de los animales y controlando la circulación de infecciones víricas concomitantes. Por otra parte, si hay un diagnóstico adecuado, se podría realizar un tratamiento metafiláctico con un antimicrobiano adecuado durante el período de tiempo necesario. En resumen, disponemos de herramientas en la actualidad para minimizar o eliminar el uso profiláctico de antimicrobianos con este fin en la fase de transición. Por último, hay que remarcar que siempre se pueden utilizar antimicrobianos para tratar a los animales enfermos que padecen cuadros respiratorios en la fase post-destete.

2.- Control de enfermedades digestivas: En la transición es muy probable que ocurran cuadros digestivos (fundamentalmente diarrea) ya que en la fase post-destete se dan conjuntamente muchos factores de riesgo para incrementar su incidencia (figura 1). Desde hace mucho tiempo, el control de esta problemática digestiva post-destete (la bacteria implicada es Escherichia coli) se ha basado en el uso de antimicrobianos y/o óxido de Zinc en el pienso que toman los animales prácticamente durante la fase de transición. Este uso de los antimicrobianos es claramente profiláctico y se debería evitar, tanto como sea posible, a menos que esté justificado en determinados casos. En el control de esta problemática se pueden y deben explorar otras aproximaciones que, hasta ahora, no han sido necesarias ya que el uso de antimicrobianos de modo profiláctico era la mejor solución técnica. Por último, hay que remarcar que siempre se pueden utilizar antimicrobianos para tratar a los animales enfermos o en riesgo de contagio (uso metafiláctico) que padecen cuadros digestivos en la fase post-destete.

Epidemiología de las enfermedades bacterianas digestivas

Figura 1. Epidemiología de las enfermedades bacterianas digestivas.

3.- Control de enfermedades sistémicas: En la transición es posible que aparezcan cuadros sistémicos debido a infecciones por Streptococcus suis y Haemophilus parasuis. En la actualidad se utilizan antimicrobianos de la familia de los beta-lactámicos en los piensos de transición para evitar la aparición de cuadros clínicos debidos a estas dos bacterias. Este uso debe revisarse en profundidad ya que puede ser que, en bastantes ocasiones, no sea necesaria esta aproximación para todas las explotaciones y durante toda la fase de transición. Evidentemente, si aparecen cuadros clínicos, los animales se deben tratar con antimicrobianos.

 

Aplicación de antibióticos durante la fase de engorde

En la fase de engorde se utilizan antimicrobianos de modo profiláctico en las primeras fases de engorde (piensos de entrada) para evitar la aparición de cuadros respiratorios. Además, hay explotaciones que los utilizan para controlar cuadros digestivos debido a Brachyspira hyodisenteriae, Brachyspira pilosicoli y Lawsonia intracellularis (figura 1) durante periodos largos de tiempo en la fase de cebo. En la actualidad, disponemos de muchas vacunas para controlar enfermedades respiratorias víricas (PCV2 y PRRSV) y bacterianas. Por tanto, no es razonable plantearse utilizar antimicrobianos de modo profiláctico para el control de estas infecciones respiratorias como primera opción en un programa de medicina preventiva. Evidentemente, si aparecen cuadros clínicos, los animales se deben tratar con antimicrobianos.

 

Aplicación de antibióticos en los animales adultos

En general, no se utilizan antimicrobianos de modo profiláctico en los animales adultos. Sin embargo, todavía se plantea, en algunas explotaciones, la utilización de antimicrobianos post-parto en todas las reproductoras para evitar la aparición de enfermedades puerperales de etiología bacteriana. Creo sinceramente que este uso profiláctico no está justificado y que sólo se deben tratar aquellos animales que padezcan cuadros clínicos durante este período de su fase productiva.