Efecto del estrés por calor sobre el metabolismo de la cerda

Maya Boone
26-may-2016 (hace 8 años 6 meses 21 días)

Las cerdas generalmente se alojan en edificios cerrados, permitiendo controlar, al menos en parte, la iluminación y la temperatura ambiente. A pesar de ello, las condiciones climáticas influyen sobre los rendimientos zootécnicos de las cerdas y notablemente sobre el intervalo destete-celo.

En verano, la temperatura ambiente dentro de las maternidades puede ascender hasta 30ºC y las cerdas sometidas a esta temperatura presentan un aumento del intervalo destete-celo y una disminución de la producción de leche.

En la cerda en lactación, las temperaturas ambientales elevadas situadas por encima de la zona de termoneutralidad (12 a 22 ºC) tienen un efecto depresivo importante sobre el consumo voluntario de pienso que explica, al menos en parte, la reducción de los rendimientos zootécnicos. Sin embargo,las temperaturas ambientales elevadas tienen efectos sobre los rendimientos zootécnicos de las cerdas que son independientes de la reducción del consumo de pienso.

 

Efectos de la temperatura elevada

La primera consecuencia del aumento de la temperatura ambiente es el aumento de la temperatura rectal de las cerdas. Este aumento es debido a la dificultad del animal para disipar el exceso de calor interno producido por el metabolismo.

Para limitar el aumento de la temperatura corporal, que puede resultar letal, el animal adopta un cierto número de estrategias con el objetivo de reducir la producción de calor interno. Entre estas, la reducción del consumo de pienso parece jugar un papel muy importante. En efecto, en la bibliografía se constata una bajada del consumo del 40% a 30ºC.

 

Modificaciones en parámetros hormonales

Paralelamente a esta reducción del apetito a 30ºC, podemos encontrar una reducción de las concentraciones plasmáticas de las hormonas tiroideas cuyo papel catabólico y termogénico es bien conocido. Las modificaciones en las concentraciones circulatorias de T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina) sugieren que la secreción de T4 por la tiroides y la conversión periférica de T4 en T3 disminuyen en las cerdas situadas en condiciones de calor (figuras 1 y 2).

Influencia de la temperatura y el consumo de pienso sobre las concentraciones plasmáticas de T3

Influencia de la temperatura y el consumo de pienso sobre las concentraciones plasmáticas de T3

Figura 1 y 2. Influencia de la temperatura y el consumo de pienso sobre las concentraciones plasmáticas de T3 y T4 en diferentes estados del ciclo reproductivo de cerdas primíparas.

 

Asímismo, las concentraciones plasmáticas de cortisol (figura 3) son reducidas bajo condiciones de calor, lo que se traduce probablemente en una inhibición de la actividad secretora del córtex suprarrenal y contribuye a reducir la producción de calor interno. En efecto, los glucocorticoides tienen una acción catabólica sobre numerosos tejidos, como el tejido adiposo y el muscular, favoreciendo notablemente la lipólisis y la degradación de proteínas.

Influencia de la temperatura y el consumo de pienso sobre las concentraciones plasmáticas de T3

Figura 3. Influencia de la temperatura y el consumo de pienso sobre las concentraciones plasmáticas de cortisol durante la lactación y después del destete en cerdas primíparas.

 

La reducción del catabolismo por las disminuciones de las concentraciones plasmáticas de las hormonas tiroideas y del cortisol debería conllevar una atenuación de la movilización de reservas corporales en las cerdas lactantes alojadas en condiciones de calor. Efectivamente, si comparamos la pérdida de peso y de grasa dorsal entre cerdas con consumos similares bajo condiciones de estrés por calor o mantenidas en la zona de termoneutralidad (2ª y 3ª columna de la Tabla 1, respectivamente), observamos cómo se produce una menor movilización de reservas en las cerdas sometidas a altas temperaturas. Esta menor movilización de reservas es una reacción natural de la cerda para asegurar su supervivencia, pero tiene un efecto negativo sobre la producción de leche y el crecimiento de la camada, lo que se comprueba cuando comparamos el peso de los lechones al destete entre ambos grupos (Tabla 1).

Tabla 1. Efecto de la temperatura ambiente y el nivel de alimentación sobre el consumo y la pérdida de peso de las cerdas durante la lactación y el rendimiento de la camada (Messias de Bragançaet al., 1997).

TEMPERATURA SALA (ºC) 20ºC Ad Libitum 30ºC Ad Libitum 20ºC consumo restringido
Consumo pienso (kg/d) 4,9 2,8 3,1
Pérdida de peso (kg) 8,3 21,7 31,5
Pérdida de grasa dorsal (mm) 0,9 2,8 3,5
Peso medio lechón al destete (kg) 6,44 5,80 6,29
Ganancia de peso de la camada (kg/d) 2,05 1,62 1,96

Otra hipótesis se basa en que, para luchar contra la hipertermia, el flujo sanguíneo hacia la piel aumenta con el fin de intensificar las pérdidas de calor. Como consecuencia, el flujo sanguíneo hacia las glándulas mamarias se verá reducido, lo que limitará todavía más la producción de leche.

 

Conclusión

En resumen, las cerdas a elevadas temperaturas muestran un cierto número de adaptaciones fisiológicas y metabólicas que les permiten limitar la producción de calor interno y por tanto luchar contra la hipertermia. Estas adaptaciones tienen consecuencias desfavorables sobre los rendimientos zootécnicos de las cerdas, notablemente sobre el crecimiento de los lechones en la fase de lactación, y la recuperación de la actividad ovárica después del destete.