Diarrea en lechones destetados: ¿es necesario un enfoque distinto?

Pedro Rubio NistalAna CarvajalRubén MirandaSara CostillasPedro J. Gómez
11-ago-2015 (hace 9 años 4 meses 11 días)

El impacto relativo de los problemas digestivos en la producción porcina está siendo cada día mayor. El destete es un momento crítico para la fisiología digestiva del lechón porque coinciden una serie de factores predisponentes sobradamente conocidos que suponen un gran estrés para un animal aún muy inmaduro. Entre ellos destacan la separación de la madre y el cese del aporte de leche, el cambio de lugar (a veces con transporte), las mezclas, el nuevo orden social, etc. Un factor fundamental es el cambio a una dieta sólida, que debe ser muy especializada y adaptada a la fisiología digestiva del lechón.

Muchas de las granjas tecnificadas actuales están destetando por encima de 28 lechones por cerda y año, que frecuentemente son alojados en instalaciones diseñadas hace tiempo, cuando el número de lechones destetados por cerda era considerablemente menor. Esto supone una superpoblación y una mayor dificultad de acceso al comedero y al bebedero que son factores que también contribuyen a las alteraciones digestivas. En el mismo sentido, estos lechones proceden de cerdas cada vez más magras e hiperprolíficas, que han parido camadas muy numerosas cuyos lechones han recibido una cantidad menor de leche de la deseable.

Los agentes infecciosos que pueden intervenir en la etiología de la diarrea al destete son muy numerosos. Los cambios en la fisiología digestiva del lechón hacen que, en esta fase, puedan actuar tanto aquellos agentes que afectan principalmente al intestino delgado como otros que ejercen su acción patógena principalmente sobre el intestino grueso. Los principales agentes implicados son:

Muchas de las granjas actuales tienen un estatus sanitario muy elevado y están libres de agentes claramente patógenos para el lechón destetado. En estas granjas frecuentemente la diarrea postdestete está causada por una disbiosis intestinal, que se ha definido como “un estado inestable con cambios cuantitativos y cualitativos en la flora intestinal, su actividad metabólica o su distribución local” o también como un “estado en el que la microbiota produce efectos dañinos mediante cambios cualitativos y/o cuantitativos en la propia microbiota intestinal, cambios en sus actividades metabólicas o cambios en su distribución local”.

 

Granjas de alta productividad y sanidad

Transición de alta calidad y productividad sin superpoblación

 

Gestación con alimentación automática de una granja de alto estatus sanitario

Gestación con alimentación automática de una granja de alto estatus sanitario

En la mayoría de estos casos (granjas de alta productividad y sanidad) el agente que se aísla en el diagnóstico de laboratorio es un Escherichia coli con más o menos factores de virulencia, Clostridium perfringens o ambos. En nuestra opinión, estos aislamientos son la “punta del iceberg”: estos E. coli patógenos o Cl. perfringens también se encuentran en el intestino de lechones sanos, por tanto lo que hay realmente es un cambio cualitativo y cuantitativo en la microbiota, es decir, una disbiosis.

La solución clásica tras el aislamiento y, en su caso, el antibiograma, es la aplicación de tratamientos antibióticos, que en muchas ocasiones no resuelven el problema o incluso lo agravan. Además, las propias empresas propietarias de estas granjas están pidiendo a sus veterinarios que reduzcan todo lo posible el uso de antibióticos por las presiones legislativas y por la demanda de los consumidores y de las cadenas de distribución.

Consideramos que en estas circunstancias es especialmente importante abordar el problema de la diarrea postdestete desde un punto de vista más amplio. Es necesario entender qué está sucediendo y qué circunstancias se están dando para que bacterias que están también en la microbiota de los lechones sanos se multipliquen de tal forma que sean capaces de causar diarrea.

El estudio de la microbiota intestinal humana es un campo que está alcanzando un enorme crecimiento en los últimos años por su influencia en la salud, y especialmente en la salud digestiva. Actualmente se dispone de técnicas y herramientas de biología molecular que permiten realizar estudios imposibles hace no demasiado tiempo tanto por su complejidad como por su coste.

La aplicación de estas herramientas en veterinaria posibilita caracterizar la microbiota digestiva y la disbiosis causante de la diarrrea. Del mismo modo, es posible determinar la respuesta que tiene esta microbiota ante cualquier factor que pueda influir en ella. Estudiar la respuesta a modificaciones en la dieta o el manejo o a la aplicación de vacunas, antibióticos, probióticos, prebióticos, fitobióticos, etc. permite corregir la disbiosis puntualmente y, lo que es más importante, establecer la causa de la eficacia o de la ineficacia de cualquier medida de control que se pretenda aplicar con el fin también de prevenirla en lotes posteriores de lechones.