El control de plagas en las explotaciones porcinas implica una enorme responsabilidad, no sólo para evitar pérdidas económicas y mejorar la productividad en la explotación, sino también para preservar la salud pública con alimentos seguros.
Las granjas porcinas mantienen unas condiciones óptimas de temperatura y humedad que impiden romper el ciclo estacional de los parásitos externos, como moscas y roedores, además de proporcionarles residuos, comida, cobijo y agua.
Si se utilizan todos los recursos disponibles por medio de procedimientos estandarizados, para prevenir y controlar estas plagas, se minimizan los peligros de su impacto en los procesos productivos. Se debe priorizar la implantación de medidas preventivas para limitar el uso irracional de biocidas, minimizando los riesgos para la salud pública y el impacto medioambiental asociado al uso de productos químicos, conforme a los principios establecidos por la OMS respecto al control integrado de plagas.
Al igual que se establecen protocolos zootécnico-sanitarios, se debe desarrollar un Programa Integrado de Control de Plagas para no cometer el error de controlarlas cuando se observa su presencia.
Todo ello viene contemplado en la Norma UNE 171210 de Buenas prácticas en los planes de desinfección, desinsectación y desratización, la cual establece procedimientos de actuación bajo la responsabilidad de un Director Técnico cualificado.
El responsable técnico
El programa de control Integrado de plagas puede ser desarrollado:
En el artículo 5 del RD Decreto 830/2010, de 25 de junio , establece la normativa reguladora de la capacitación para realizar tratamientos con biocidas y define que el responsable técnico del servicio biocida tendrá en consideración las estrategias del Control Integrado de Plagas y seguirá los principios de Buenas Prácticas en los planes de Desinfección, Desinsectación y Desratización descritos en la norma UNE 171210. Por lo tanto, dicha norma ya es contemplada en un Real decreto de obligado cumplimiento.
La figura del responsable técnico:
Fases de un Programa Integrado de Gestión de Plagas en la explotación porcina
Todas las fases deben ser reconocidas en un documento y firmadas por el responsable técnico y responsable de la instalación.
En la primera fase se debe hacer un análisis del entorno inmediato y de las instalaciones para ver si son correctas o no.
Algunos ejemplos
Debemos tener un plano y/o diagrama de las instalaciones con los puntos de entrada al exterior y las conducciones, para poder determinar los puntos críticos de cada tipo de plaga.
Si hay indicios de plaga, ésta se debe identificar y cuantificar siempre que sea posible. También se debe conocer si se han realizado tratamientos previos, si existe un protocolo previo de actuación y su grado de seguimiento y control.
Una vez realizado el diagnóstico, éste debe ser reconocido en un documento, que será validado por el responsable técnico y el responsable de la instalación. Este documento debe contemplar el grado de cumplimiento de los requisitos estructurales, las medidas sanitarias, las medidas de control directo, etc. para determinar qué medidas correctoras serán necesarias.
Las medidas correctoras serán recogidas en otro documento o protocolo operativo. Entramos en el programa de actuación.
No se cumple el programa Tener en cuenta en el protocolo operativo las medidas correctoras sobre: Persona o personas responsables Las medidas preventivas adoptadas: Las medidas activas de control directo no han funcionado o no se han aplicado bien Por ello, debe realizarse un plan de actuación que se cumpla, donde figuren los puntos críticos de control, calendario y seguimiento de las actuaciones y evaluación de las mismas. |
Se cumple el programa pero no ha funcionado Nuevo programa de actuación, tomando las medidas correctoras a tener en cuenta según el diagnóstico de la situación, sobre
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Además, siempre que se utilicen biocidas en el programa de actuación DDD, se debe tener en cuenta la siguiente información:
Productos
Registros autorizados para uso en instalaciones ganaderas
Fichas técnicas y etiquetas de los productos con la forma de uso y aplicación
Fichas de seguridad
Ser consecuentes con los tiempos de actuación, así como los tiempos de seguridad
Aplicadores
Formación y capacitación del personal, interno o externo, para uso de productos biocidas según tipo de uso señalado en registro y etiqueta del producto.
Por último, se debe realizar la Evaluación, para garantizar su eficiencia. En caso de no ser positiva, volveríamos al punto 1.