PEDV, aumento de beneficios, temperaturas al alza, disminución de pesos (¡quizá no tanto!)

Dennis DiPietre
23-jun-2014 (hace 10 años 5 meses 29 días)

Estamos en esa época del año en la que la mayoría de los productores de EEUU, México y el sur y el centro de Europa (especialmente) se enfrentan al reto de mantener los pesos de los cerdos de engorde a matadero. Las temperaturas están empezando a subir en verano y la combinación con las limitaciones de las instalaciones/ventilación, la suma de densidades elevadas, y un manejo irresponsable pueden restar 10-12 lbs (4-6 kg) de promedio al peso de venta. Esta "escasez", tanto de cerdos como de peso, está inducida tanto por el clima como por la duración del día y suele disparar los precios a los máximos anuales en los meses de verano.

Analizando el precio del cerdo durante un periodo de 12 meses se puede deducir fácilmente la rotación de los planetas alrededor del Sol. A este fenómeno lo llamamos estacionalidad de precios. La estacionalidad es un patrón de precios regular y repetido que sucede en periodos de 12 meses. El precio del cerdo sube y baja en patrones regulares cada 12 meses (así como en tendencias a más largo plazo, en ciclos de 2-4 años) cuando la infertilidad estacional (debida al calor de finales de verano y al fotoperiodo reducido detectados por los sistemas de monitorización biológicos de los animales reproductores) conspira para hacer un poco más difícil que haya partos en invierno. Esto significa menos cerdos para vender en verano, incluso en sistemas en confinamiento.

El patrón de temperatura durante los 12 meses favorece el crecimiento en otoño y primavera (con menor impacto en invierno en sistemas en confinamiento) y lo ralentiza considerablemente en verano debido al calor. Cuando uno visita granjas de cerdos en la zona de Sonora en México, los productores explican cómo, a veces, llegan a tener pérdidas de peso durante el mes de julio, cuando las temperaturas al mediodía pueden llegar a los 110 ºF (43 ºC), o más, con poco alivio por las noches.

Cada año hablamos sobre el margen que los productores pueden obtener si consiguen ir a “contra-ciclo” y estar entre la minoría que pueden seguir ganando peso mediante un manejo cuidadoso del ambiente del cerdo, nebulización correcta (en lugar de un simple remojo periódico de los animales) y una nutrición adecuada. En general vemos que la mayoría de los productores no consiguen entrar en este grupo. Hay todo tipo de excusas y sin duda es todo un desafío trabajar contra la Madre Naturaleza, pero la recompensa es muy alta para quien puede conseguirlo.

He estado esperando a ver qué sucede este verano cuando la escasez de cerdos producida por el PEDV (que ha comportado un aumento espectacular en el peso vivo medio de los cerdos no afectados) se una a las altas temperaturas. He comparado en una gráfica (figura 1) el peso vivo medio semanal a matadero en EEUU, las temperaturas medias en Des Moines, Iowa (que puede considerarse casi el centro geográfico del engorde de cerdos en EEUU) y el precio neto en canal percibido por el productor desde 2001 .

Peso vivo medio a matadero en EEUU vs. temperatura media semanal en Des Moines, Iowa y precio recibido por el productor. Fuentes: USDA, AMS market news service y la universidad de Dayton

Figura 1. Peso vivo medio a matadero por semanas en EEUU vs. temperatura media semanal en Des Moines, Iowa y precio medio neto en canal percibido por el productor por semana. Fuentes: USDA, AMS market news service y la universidad de Dayton.

Se aprecia claramente que las temperaturas y los pesos a matadero tienen un patrón casi perfectamente invertido. También hay otras cosas que son mucho más aparentes cuando se grafican (un ejercicio importante a realizar). En primer lugar, podemos ver que los pesos medios, pese su patrón estacional, han aumentado paulatinamente, después han pasado por un periodo estable y, durante los últimos 10-12 años, vuelven a estar en aumento. Una de las cosas más interesantes a observar es que en los últimos tres años, el peso medio mínimo anual ha ido aumentando (flecha roja) pese a que las temperaturas mínimas medias en invierno han sido cada vez más bajas (flecha azul). Los pesos de verano han permanecido muy estables durante estos tres años. Esto sugiere que se ejerce un mayor control sobre la variación de peso, optimizándolo para la comercialización.

Los pesos actuales están en máximos históricos de toda la producción moderna. Deberíamos observar un gran descenso pronto pero me pregunto si los beneficios sin precedentes asociados a los actuales precios del cerdo (y los precios relativamente bajos de la alimentación) harán que los productores mantengan su atención en la consecución de pesos más altos a lo largo del verano. Para ser justos, el espacio en el engorde ha aumentado debido a las pérdidas causadas por el PEDV por lo que el impacto de la densidad elevada sobre la GMD puede ser menor (el mismo espacio aloja a menos cerdos, pero más gordos, lo que puede compensar un poco). El pico de las temperaturas suele alcanzarse alrededor de la primera semana de agosto (semana 30-33). Vamos a ver qué sucede. Si se mantienen los pesos, voy a volverme cada vez más escéptico ante las excusas de quienes tengan rápidas pérdidas de pesos en los próximos veranos.