Aplicaciones de los modelos de crecimiento porcino

Paloma RamosBeatriz Villalobos Caballero de Rodas
02-jun-2014 (hace 10 años 5 meses 3 días)

Con objeto de rentabilizar al máximo su negocio, el productor porcino necesita poder evaluar a priori las implicaciones técnico-económicas de posibles cambios en la gestión de su explotación. Para ello los modelos de crecimiento porcino son realmente útiles, puesto que permiten considerar conjuntamente los múltiples factores que afectan a la toma de decisiones, ofreciendo estimaciones cercanas de resultados frente a distintos escenarios.

¿Cuál es el impacto de añadir un pienso más a nuestro programa de alimentación?

Poder trabajar con más piensos nos permite una mejor adecuación entre necesidades del animal y suministro de nutrientes en la dieta, mejorando el coste de la alimentación por la mejor gestión de recursos y a la vez con un menor impacto ambiental vía reducción de excreciones de N.

A modo de ejemplo, partimos de un caso de un ganadero que se plantea pasar de su actual programa de alimentación de dos piensos (entrada a cebo y crecimiento único) a uno de tres o incluso 4 piensos, pero quiere saber qué implicaciones tendrá en resultados zootécnicos, pues tiene miedo de que los cerdos “se paren” con el cambio.

Trabajar con más piensos permitiría adecuar el consumo de nutrientes de los cerdos y evitar aportes improductivos. Por ejemplo, si representamos el aporte de lisina ileal estandarizada con los distintos programas de alimentación se ve una clara reducción del consumo total de este aminoácido a medida que aumenta el número de piensos empleados.

Consumo de lisina ileal estandarizada a lo largo del cebo según diferentes programas de alimentación (2 piensos, 3 piensos, 4 piensos)

Gráfico 1. Consumo de lisina ileal estandarizada a lo largo del cebo según diferentes programas de alimentación
(2 piensos, 3 piensos, 4 piensos)

Para simular la respuesta de los animales a las diferentes propuestas de alimentación, considerando las características que definen la explotación, nos valemos de los modelos de crecimiento. Veamos este caso:

Modelización de resultados zootécnicos según diferentes programas de alimentación (2 piensos, 3 piensos, 4 piensos)

Gráfico 2. Modelización de resultados zootécnicos según diferentes programas de alimentación
(2 piensos, 3 piensos, 4 piensos)

Según el modelo, pasar de dos fases a cuatro supondría una reducción de coste de casi 2 €/cerdo, penalizando la conversión en 30 gr, pero manteniendo la misma ganancia, destacando también que el nitrógeno excretado se reduciría en un 10%.

Nitrógeno Excretado en cebo según modelo en función del programa de alimentación seguido

Gráfico 3. Nitrógeno Excretado en cebo según modelo en función del programa de alimentación seguido

¿Debemos cambiar de programa de alimentación en verano?

Fuera de la zona termoneutra, en un ambiente frío, el cerdo responde aumentando el consumo de alimento con el fin de aumentar su producción de calor; en un ambiente cálido el cerdo tratará de aliviar el estrés por calor consumiendo menos alimento, alejándose de la fuente de calor y/o reduciendo la actividad al mínimo (Steinbach, 1987). La reducción del consumo de alimento tendrá efecto sobre la conversión y la ganancia, así como sobre la composición de ésta.

Evolución de parámetros zootécnicos según modelo considerando como única variable la temperatura

Gráfico 4. Evolución de parámetros zootécnicos según modelo considerando como única variable la temperatura.

¿Podemos minimizar estos efectos negativos adecuando nuestro programa de alimentación? ¿debemos emplear dietas más concentradas?

La respuesta a estas preguntas va a depender de múltiples factores (genética, Tª, HR, material del suelo, ventilación, aislamiento, disponibilidad de comederos, estado sanitario, etc.). Los modelos nos permiten considerarlos todos simultáneamente y adecuar el programa de alimentación a las circunstancias.

Así, comparando los resultados de las simulaciones con dietas de partida y con dietas más concentradas (dietas*), vemos que se pueden paliar parte de los efectos negativos que tienen las altas temperaturas sobre los rendimientos de los cerdos.

Comparativa de resultados de simulaciones en épocas calurosas empleando las dietas de partida (IC, CMD, GMD)  o bien dietas más concentradas (IC*, CMD*, GMD*)

Gráfico 5. Comparativa de resultados de simulaciones en épocas calurosas empleando las dietas de partida (IC, CMD, GMD) o bien dietas más concentradas (IC*, CMD*, GMD*)

Al analizar el coste global de la alimentación del cebo, el modelo muestra cómo el mayor coste de estas dietas más concentradas se ve económicamente compensado por los rendimientos productivos.

¿Merece la pena la alimentación diferenciada por sexos durante el engorde?

Algunas líneas genéticas manifiestan entorno a los 40-50 kg PV diferencias en deposición proteica entre machos enteros y hembras; en otras líneas la divergencia en capacidad de deposición de proteína entre hembras y castrados se retrasa a los 60-70 kg PV.

Deposición proteica (g/día) de machos enteros y hembras de la línea genética A

Gráfico 6. Deposición proteica (g/día) de machos enteros y hembras de la línea genética A

Deposición proteica (g/día) de machos castrados y hembras de la línea genética B

Gráfico 7. Deposición proteica (g/día) de machos castrados y hembras de la línea genética B

Trabajando con un modelo de crecimiento podemos determinar cuál es la alimentación más idónea para cada sexo, si tenemos la posibilidad de cebar por separado, y simular los resultados técnicos y económicos esperables de la explotación; así tendremos datos para valorar si merece la pena o no separar por sexos y si nos compensa en caso que ésto requiriera alguna inversión en nuestra granja.

Requerimientos de lisina ileal estandarizada por Mcal para la línea genética A

Gráfico 8. Requerimientos de lisina ileal estandarizada por Mcal para la línea genética A

Requerimientos de lisina ileal estandarizada por Mcal para la línea genética B

Gráfico 9. Requerimientos de lisina ileal estandarizada por Mcal para la línea genética B

Con las relaciones SID lys/Energía óptimas generadas para cada una de las dos líneas genéticas consideradas podemos ahora cuantificar esas diferencias, y hablar ya, en nuestro ejemplo, de entorno a un 10% más de necesidades de aminoácidos en machos enteros que en hembras de la línea A y entorno a un 10% mayores en hembras que en castrados en la línea B.

Resultados técnico-económicos simulados con el modelo de las líneas genéticas A y B:

Línea genética A dif €/cerdo
Dieta óptima según modelo IC GMD CMD vs mixto
machos enteros 2,50 731 1,83 -0,58
hembras 2,66 732 1,95 -
cebo mixto 2,57 733 1,88 -
Línea genética B
hembras 2,89 736 2,13 -
machos castrados 2,95 778 2,29 -1,11
cebo mixto 2,93 751 2,20 -

En este ejemplo, la alimentación diferenciada por sexos supondría un ahorro de -0.58 €/macho en la línea A y de -1.11 €/macho castrado en la línea B.

Hemos visto aquí algunos ejemplos de cómo los modelos de crecimiento pueden resultar una herramienta útil para la toma de decisiones, permitiéndonos considerar simultáneamente múltiples variables y mostrándonos tendencias ante distintas alternativas.