La compra de Smithfield Foods por Shuanghui International sólo es una parte de un plan mayor

Dennis DiPietre
17-feb-2014 (hace 10 años 10 meses 5 días)

Ha habido mucho interés en la compra de Smithfield Foods por Shuanghui International, el mayor procesador de cerdos de China. La reacción a la compra fue bastante previsible: las personas y ONGs que suelen favorecer el libre mercado aplaudieron la compra y enviaron cartas de apoyo a los responsables políticos encargados de evaluar y aprobar la transacción mientras que los que ven en el comercio internacional un peligro para los productores domésticos mandaron cartas en contra. Parte de la preocupación radicaba en que Smithfield pasará de ser una empresa de capital abierto a una de capital cerrado, es decir que ya no estará obligada a presentar los mismos informes, con lo que su transparencia será mucho menor. Además algunos ven esta nueva fuente de financiación para la producción a gran escala como una amenaza para las granjas familiares en todo el mundo y les preocupa que China acceda a tecnologías de producción y procesado de EEUU (algunas de las cuales han sido financiados por fuentes públicas). La otra preocupación que se suele aducir está relacionada con la seguridad alimentaria y sobre si la importante regulación que siguen las empresas alimentarias de EEUU seguirá siendo aplicada.

Hace muchos años que China vive bajo la espada de Damocles de su futura demanda de todo, desde alimentos hasta bienes de consumo, pasando por recursos básicos como carbón, petróleo, metales preciosos y minerales de todo tipo. Unos precios inflacionarios de bienes de consumo, especialmente de alimentos y artículos de primera necesidad o, lo que es todavía peor, su escasez o desabastecimiento, son las vías más rápidas para un cambio de política (como mínimo), o de régimen. China no ha estado muy abierta a aceptar este tipo de riesgos, en parte por su experiencia histórica y en parte porque sabe que el debilitamiento de EEUU probablemente conducirá en los próximos años a un aumento de la inestabilidad global. Depender del comercio diario en los mercados globales para cubrir las primeras necesidades hace que un país con una demanda tan grande como la de China sea especialmente vulnerable a las estrategias que utilizan la comida como arma. Para combatir esta situación China ha estado utilizando durante muchos años su saldo acumulado en el comercio de bienes manufacturados para adquirir recursos globales a largo plazo, a través de compras o arrendamientos centenarios, consiguiendo acceso a los recursos básicos e insumos alimentarios necesarios para satisfacer su creciente demanda en el futuro. Un consumo creciente, no por un aumento de población (crece muy poco y será negativo en cosa de una década) o porque la demografía evolucione (una burbuja similar a la del baby boom que tuvimos en EEUU está ascendiendo por su pirámide poblacional), sino porque la renta per cápita está evolucionando.

Los que en EEUU creen que de repente toda la carne de cerdo procesada por todas las plantas de Smithfield viajará hasta la costa oeste y se embarcará en contenedores hacia China es probable que se sorprendan (decepcionen). Algunos creen que la exportación de cerdo a China por parte de Smithfield Foods requeriría un reemplazo substancial en el mercado doméstico de EEUU por lo que aumentaría la demanda interna de cerdo. Este aumento de la demanda proporcionaría la oportunidad tanto para la expansión como para una subida de precios, por lo menos temporal. Por supuesto que algo de esto va a suceder, pero el resultado final sorprenderá a los que no han pensado mucho en otras posibilidades.

Exportaciones de cerdo de EEUU a China y Hong Kong 2003-2013. Exportaciones anuales FAS (x1000 $)

Exportaciones de cerdo de EEUU a China y Hong Kong 2003-2013

Hay un par de cosas que hacen improbable un escenario con exportaciones masivas. En primer lugar, aunque Shuanghui International puede tener demanda de canales enteras y una gran red de distribución en China, es probable que varias partes, como los despojos, tengan más demanda que otras, por lo que mandar las canales enteras puede conllevar algunos problemas de precios. Como respuesta a esta demanda parcial de productos (envío de muchas unidades de las mismas piezas) pueden aparecer problemas en la optimización de beneficios ya que desequilibra la oferta que queda para EEUU y puede generar un precio poco favorable para las piezas no enviadas. Esto puede ser paliado por el hecho de que la demanda china es muy variada y no coincide con la del consumidor estadounidense.

Por ejemplo, si una gran empresa japonesa apareciera en EEUU, comprara cerdos vivos y exportara la mayoría de lomos y pancetas a Japón u otros destinos globales, lo que quedase no encajaría con las demandas de la mayoría de compradores de carne en EEUU. Esto significa que todas estas piezas deberían venderse a un precio sustancialmente más bajo, excepto quizá los jamones y pancetas, pero el resto quedaría todavía más desequilibrado, lo que significaría un descuento más amplio.

Aunque hay pocas dudas de que la compra de Smithfield significa que se exportará más carne de cerdo a China y a algunos nuevos clientes a los que los chinos proporcionarán entrada, no parece probable que se haga a un nivel que perturbe las relaciones con los mejores clientes locales de Smithfield. Es más probable que Shuanghui vea a Smithfield simplemente como una de las muchas adquisiciones futuras y nuevas operaciones que planea hacer tanto en China, en EEUU como en todo el mundo. Tener a Smithfield le da la oportunidad de crecer globalmente utilizando la tremenda capacidad y trayectoria probada de Smithfield Foods. El objetivo de Shuanghui International es el objetivo del gobierno chino, adquirir a largo plazo y bajo coste las fuentes de la carne preferida de China formando cadenas globales y coherentes de recursos agrícolas y porcinos a largo plazo y con bajo riesgo, y están en el buen camino para conseguirlo.

El objetivo de Shuanghui International es el objetivo del gobierno chino, adquirir a largo plazo y bajo coste las fuentes de la carne preferida de China formando cadenas globales y coherentes de recursos agrícolas y porcinos a largo plazo y con bajo riesgo, y están en el buen camino para conseguirlo.