Necesidades de electrolitos en dietas para lechones

Joan Capdevila Padrosa
14-mar-2002 (hace 22 años 8 meses 8 días)

Aunque no es el objeto de este trabajo una revisión bibliográfica del tema que nos ocupa, si que es bueno hacer un recordatorio que nos permita al final llegar a unas conclusiones de carácter aplicativo, sin las que no tendría objeto este escrito. El balance electrolito normalmente en este país se mide por mEq/Kg de materia seca de pienso o por 100 g del mismo. La fórmula más comúnmente utilizada es la siguiente: K+Na-Cl, a saber:(Na/23+K/39-Cl/35,5)*1000;también existen otra multitud de ellas, pero parece que para las condiciones actuales de producciones intensivas de monogástricos se adapta bien.

La idea de manejar nutricionalmente la acidosis o alcalosis de la dieta para evitar problemas derivados de las mismas es ya un poco antigua y fue ya utilizada por Mongin Sauveur en los años 70 en la avicultura; parece pues razonable que se haga lo propio con lechones en destete precoz en los que el dominante patológico es fundamental. Los lechones cuando se destetan precisan adaptar lo mas rápidamente posible su función digestiva, para lo que es fundamental el equilibrio de su flora bacteriana la que está directamente relacionada con la o no aparición del E.Coli, responsable de muchos cuadros diarreicos en el post-destete. La acidificación y el poder tampón de la dieta juegan un papel interesante en el anteriormente nombrado equilibrio. Aquellos dos depende básicamente del contenido en proteínas y minerales de la dieta, por un lado y del balance electrolítico por otro. Por tanto parece claro una posible relación del balance electrolítico con el status sanitario del lechón. Asimismo tiene una estrecha relación con parámetros nutricionales como son la digestibilidad de la dieta (tanto la energía como el nitrógeno) y en última instancia con el consumo de pienso y agua, factores de gran importancia en el destete precoz de lechones.

El NRC daba en el 1998 unos requerimientos de 250 mEq, indicando de paso que los mejores parámetros productivos se encontraban en el intervalo de 0-600 mEq. Ya en la FEDNA de 1998 Meschy recordaba que Golz y Crenshaw indicaban que el nivel óptimo para lechones estaba entre 200-500 mEq. En septiembre de del 2000 Yueming indicaba como niveles óptimos los situados entre 200-500. De opinión parecida son los autores de Wageningen que para dietas de corte clásico para lechones y en una experiencia que englobaba niveles -100,200 y 500 mEq ajustados con cloruro cálcico y bicarbonato sódico, que encontraban los mejores resultados entre 200-500 mEq. En 1999 Mahan y col. con dietas a base de plasma (5,8 %) , lactosa(20%) y soja 44 (20%) y en un trabajo con tres experiencias con suplementos progresivamente altos de cloro y sodio, para lechones en los primeros 14 días post-destete, conseguía importantes mejoras en los crecimientos y consumos, haciendo especial hincapié en el hecho de que el óptimo de cloro en sus condiciones estaba en el 0.38 %, muy lejos del 0,2-0,25 del NRC.

Los últimos acontecimientos legales (prohibición del plasma y la no utilización del pescado en rumiantes), ha dejado la formulación de dietas para lechones (referido naturalmente a la proteína) en dos grandes grupo, a saber:

En ambos casos y supuesto un nivel de proteína de 20-22 % (naturalmente estamos hablando de lechones destetados a 21-25 días y con un peso vivo de 5-6 kg) el valor de mEq de la dieta se sitúa por los 200. En los casos en que la proteína es mas baja por razones sanitarias (diarreas) el valor no cambia mucho.

Parece pues que después de estos razonamientos y teniendo siempre en cuenta la idea inicial de darle a este trabajo una carácter aplicativo, podríamos concluir diciendo que: