31 de agosto de 2012
03-sep-2012 (hace 12 años 2 meses 13 días)No hay bastantes cerdos para todos y los que hay son caros. En toda Europa es hoy así.
El viernes 27 de julio el mercado alemán subió diez céntimos en una sola sesión, hecho sin precedentes en los últimos años. Luego ha seguido subiendo (=, +8, +5, +8, =) hasta niveles nunca conocidos arrastrando tras de si a todo el continente. El liderazgo alemán es indiscutible.
En Alemania, Francia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, los precios del cerdo son los más altos de la historia reciente. En España también cotizamos a niveles récord y hemos visto como en agosto la cotización ha subido cada semana, cosa inaudita. No hay precedentes en los últimos 25 años de que el cerdo subiera ni tan solo un céntimo en agosto en nuestras latitudes.
La severa y persistente limitación de oferta ya reseñada en anteriores comentarios ha provocado ruptura de stocks de carne, dramática en algunos casos, con la consiguiente histeria compradora. La industria se ha acostumbrado a trabajar sin stocks y descubre ahora que esa puede ser una gran debilidad.
Setiembre suele ser un mes con alta demanda cárnica (la clásica rentrée o reincorporación de los ciudadanos a las urbes) lo que garantiza firmeza a corto plazo. Es evidente que todo tiene un límite y que el mercado no puede digerir, sin más, aumentos de hasta un 20% en la carne. Probablemente estemos en la cumbre o muy cerca de ella.
La subida generalizada ha sido potente, tiene raíces muy profundas y no tiene nada de anecdótica. Hasta la prensa generalista se hace eco de la restricción de la oferta alimentaria (sequía en EEUU y Ucrania, cereales desviados a producir biocombustibles en lugar de piensos, precios récord de la soja) preparando al consumidor para lo que ha de venir.
Creemos que la industria transformadora debe coger el toro por los cuernos y negociar subidas de tarifas con las grandes superficies. Lo que está pasando no es ninguna broma y no se puede continuar fabricando con márgenes negativos. O se aumentan las tarifas o no se sobrevive.
Como ya señalábamos en el precedente comentario, el precio del cerdo ha cambiado de terreno de juego. Ha subido el tramo de escalera necesario para alcanzar el primer piso, ahora puede bajar uno o más escalones pero ya no bajará a la planta baja.
Nunca es tarde cuando la dicha llega.
Guillem Burset