Hernias y criptorquidia

Rex Walters
11-jul-2011 (hace 13 años 5 meses 16 días)

Las hernias son el defecto genético más común y, a menudo, origen de problemas de bienestar y de pérdidas económicas. En la mayoría de los estudios, la incidencia en granjas oscila entre el 1 y el 2 %. Sin embargo es bastante común que las explotaciones tengan “tormentas” en las que la incidencia pueda exceder el 5% durante periodos de varios meses.



Hernia escrotal (Fuente: http://www.docstoc.com/docs/48396152)

Hay tres tipos de hernia – escrotal, inguinal y umbilical. La escrotal, evidentemente, sólo se produce en machos, mientras que la inguinal también puede darse, ocasionalmente, en hembras. Las umbilicales son más comunes en machos y se produce por la debilidad de los músculos de la zona umbilical.



Hernia umbilical. (Fuente: http://www.extension.org/pages/27432)

Muchos productores afirman que las hernias están relacionadas con la criptorquidia, una condición que se da cuando uno o ambos testículos no descienden al escroto. Evidentemente esto puede tener un impacto mayor en una granja de selección, pero también puede comportar penalizaciones en matadero debido al olor sexual. Algunas investigaciones indican que los genotipos con una elevada incidencia de lechones criptórquidos tienden a producir pocos lechones con hernias escrotales y viceversa, indicando que puede haber una conexión entre la heredabilidad de la criptorquidia y la hernia escrotal.



Criptorquidia. (Fuente: http://www.extension.org/pages/27432)

Debido a la frecuencia de estos defectos y a sus efectos adversos en la rentabilidad durante muchos años se han sacrificado los animales afectados en las granjas de selección. Sin embargo, según la literatura publicada, esto no ha tenido ninguna influencia aparente en su incidencia. Además hay ejemplos, en todos los defectos, de granjas que utilizando las mismas líneas maternales y paternales tienen diferencias significativas en su incidencia, sugiriendo interacciones ambientales. Esto significa que determinados ambientes permiten la expresión de un genotipo particular. Esto sugiere heredabilidades “complejas” y posibles interacciones ambientales.

Con la aparición de tecnologías de ADN, en los últimos diez años se han producido un gran número de estudios que han tratado de identificar marcadores que puedan estar asociados con la expresión de los defectos. Se han utilizado tanto análisis amplios del genoma como de genes candidatos y parece que muchas regiones cromosómicas puedan estar involucradas en estos defectos. Por ejemplo, un reciente estudio de doctorado utilizó un cruce entre Dhite Duroc y Erhualian (raza china) y reveló regiones “significativas” en los cromosomas 1, 2, 3, 6, 4, 7, 8, 10, 11 y 13 para la hernia umbilical y en SSC2, 4, 8, 10, 13, 16 y 18 para la escrotal/inguinal. Los loci más prometedores fueron SWR1928 en el cromosoma 7 y SW830 en el 10 para la hernia umbilical y SW933 en el 8 para la escrotal.

En otro estudio reciente, en Noruega, se encontró un agrupamiento genético particular en el cromosoma 5 que se transmite a cerdos con hernias inguinales/escrotales con 4 veces más frecuencia que a los cerdos sanos. Ahora los investigadores están centrándose en los genes que podrían estar involucrados. Por ejemplo, para la hernia escrotal están implicados los genes de la vía de señalización de los receptores de estrógenos (KIF18A y NPTX1), de la transición epitlial-mesenquimatosa (ELF5) y de la vía de metabolización del colágeno (COL23A1). Además, dos genes involucrados en el metabolismo del colágeno (HOXA10 y MMP2) y el gen ZFPM2 podrían tener un papel importante en el desarrollo de las hernias.
Sin embargo, esta lista no es exhaustiva y parece aumentar a medida que se publican más investigaciones, indicando cuán complejo es el trasfondo genético de estos problemas.

El reto para el futuro será validar las regiones identificadas en diferentes poblaciones y ambientes y estudiar sus efectos en los defectos y además en otros caracteres importantes para preparar su posible implementación en los programas de selección utilizando esquemas de selección asistida por marcadores/genes.

Hasta que los genetistas finalicen su “búsqueda de genes” para que las empresas de genética puedan eliminar los genes causales hay varias áreas en las que el productor puede incidir para “maximizar” el ambiente para la reducción de hernias. Por ejemplo, una buena sanidad e higiene puede ser más útil para reducir las hernias umbilicales que la eliminación de ciertos verracos o madres! Los factores ambientales como el estiramiento anormal del cordón umbilical durante el parto, la colocación incorrecta de las pinzas umbilicales o la infección del “muñón” umbilical puede contribuir al fallo del cierre correcto del ombligo. En el caso de las hernias escrotales/inguinales, el manejo cuidadoso de los lechones puede suponer una diferencia significativa en la incidencia. Como siempre en la producción porcina, ¡el buen cuidador obtiene resultados!