Manejo en cebo - Control de ambiente

Miquel Collell
14-mar-2011 (hace 13 años 8 meses 7 días)

Zum zum ¿a qué huele…. un cerdo?. En 1999 Isabel Coixet hizo un anuncio genial jugando con la frase zum zum y a continuación a qué huele... Pues bien un cerdo no tendría que oler, y si huele ¡mal!.

Es muy raro encontrarnos con cebos ventilados de manera forzada. Esto ya nos da una indicación del control que hacemos de los mismos. Las personas ventilamos por varias razones, para extraer temperatura, gases, polvo y renovar el aire. Un cerdo de cebo no está exento de todas estas necesidades.

Necesidades e indicadores de ambiente
Los animales de cebo, al igual que en otras fases, tienen unas necesidades de ventilación mínimas que, en caso de no cumplirse, acaban generando problemas. Las necesidades de ventilación mínima hasta 50 kg de peso vivo son de 1 m³/hora/kg de peso metabólico y por encima de 50 kg son de 0,8 m³/hora/kg de peso metabólico. Tampoco podemos olvidar el efecto de la velocidad del aire sobre los animales que nunca tendría que superar 0,2 m/segundo, ya que velocidades superiores darán sensación de frío.

La zona de confort térmico para el engorde está entre 16 y 26°C. Aunque, al igual que sucede con los lechones destetados, habrá algunos períodos donde las necesidades de temperatura serán superiores. Por ejemplo, la primera semana después de entrar en el cebadero los lechones han sufrido un cambio de local, compañeros, sistemas de alimentación y en muchos casos un cambio de alimento. En estas circunstancias no es de extrañar que, de modo pasajero, la ingesta de alimentos se vea disminuida. Si hay poco consumo, hay poca producción de calor. Y si hay poca producción de calor se necesita una temperatura ambiente más elevada.

Los cerdos en fases iniciales del cebo son más sensibles al frío, lo que se traduce en mayor riesgo de enfermedades. Por el contrario al final de cebo son muchísimo más sensibles al calor, lo que disminuye el consumo y el crecimiento.

No es necesario llegar a una gran sofisticación de mediciones en un cebo, hoy por hoy es casi imposible entrar en un cebo y no salir oliendo a cerdo, el mejor indicador de una mala ventilación. No obstante para verificar el correcto grado de ventilación nos podemos fijar en las concentraciones de los diferentes gases existentes en el cebo:

Nivel de purín alto en la fosa

Problemas de ventilación
Los cebos suelen padecer de problemas de mala ventilación todo el año y en todos los lugares.

Ventanas cerradas en invierno

En invierno la situación más normal es encontrarnos con las ventanas cerradas para no perder calor. Al tener las ventanas cerradas no renovamos el aire, lo que resulta en una acumulación de gases indeseables que acaban provocando problemas a los cerdos. En este caso la ventilación falla al no eliminar los gases. Para solucionar esto o bien ventilamos mecánicamente o controlamos mejor la ventilación natural.

En invierno también es importante controlar la entrada de los animales al cebo, cuando hablamos de temperatura ambiente, hablamos de la temperatura del aire en el interior de la nave. Sin embargo, las naves de cebo se limpian y desinfectan entre lotes y se ventilan para que se sequen. Con lo cual la temperatura ambiente cae y con ella la temperatura de los suelos, etc. Un suelo de slat de cemento puede tardar hasta 12 h en igualarse a la temperatura del aire. Esto es especialmente importante en las entradas. Como hemos dicho, la entrada al nuevo local implica tener unos animales muy sensibles al medio por lo que la calefacción de las salas debería iniciarse, por lo menos, 24 h antes de la entrada de los cerdos. De lo contrario, tendremos un ambiente adecuado pero los cerdos dormirán sobre una superficie fría y perderán calor, siendo mucho más vulnerables a procesos infecciosos.

Son muchos los cebos que no disponen de calefacción. La razón es que, en la mayoría de zonas de España, son pocos los días en que es difícil no alcanzar la temperatura de confort. Sólo sería necesario algún sistema de calefacción durante los meses fríos y coincidiendo con entradas de animales. En este caso, lo más habitual, es emplear sistemas móviles (cañones de calor, estufas de butano, etc.).

No obstante, en aquellos casos en que las naves posean malos aislamientos y los ajustes de ventanas sean muy precarios, el uso de calefacción sería imprescindible para conseguir unos buenos datos técnicos.

Cerdos sucios para bajar temperatura

Por el contrario, en verano no son frecuentes los problemas de renovación del aire ya que solemos tener las ventanas abiertas y la eliminación de gases es correcta. Sin embargo sí tenemos problemas con la temperatura. Si las temperaturas son muy elevadas, por más que abramos las ventanas no conseguimos bajarlas, por lo que tendremos problemas de crecimiento. Además los cerdos se ensuciarán más para intentar bajar así su temperatura corporal. En este caso es necesaria la refrigeración que podríamos conseguir con un cooling y ventilación controlada.