Causas de bajas en cerdas, una torre de Babel (II)

M.A. de AndrésElena VizcaínoNuno RainhoMaría Aparicio ArnayCarlos Piñeiro
19-ene-2010 (hace 14 años 11 meses 5 días)

Es muy frecuente que los productores anoten una única causa de eliminación de la cerda. También suele ocurrir que se asocia a una causa, generalmente predeterminada en el programa de gestión, y que en muchos casos no se considera ninguna causa sanitaria ya que, por otra parte, el personal que suele anotarlas en muchas ocasiones no tiene la formación suficiente en este aspecto. De hecho lo más frecuente es que el registro se base en signos externos sin considerar lesiones internas o diagnósticas de ningún tipo.

Con esta base, se procesan los datos de la mejor forma posible –aunque generalmente, partiendo de una base incorrecta debido a los errores en la recogida de datos- y se toman importantes decisiones de manejo o sanitarias. Esta situación no aporta nada dada la gran incertidumbre en la que se sustenta y de hecho, la escasez de trabajos de calidad en esta área se entiende fácilmente en base a lo anterior.

Parece, por tanto, bastante necesario promover una estandarización de las causas de eliminación de cerdas que sean por una parte consistentes en sí mismas y a la vez permitan efectuar comparativas entre granjas. Desde aquí queremos proponer algunas normas en las que pueda asentarse esta estandarización:

1. Tipo de baja: Diferenciación entre cerdas muertas y enviadas a matadero. La diferencia es sencilla: la cerda muerta nos la encontramos así en la granja (sea muerte súbita o por enfermedad o lesión crónica); la cerda enviada a matadero puede serlo por haber sido enviada realmente al mismo o por haber sido sacrificada en la granja durante el periodo de espera para ir al matadero (paradójicamente, estas últimas no se suelen considerar enviadas a matadero).

2. Causas de baja: Debemos trabajar con pocas causas pero claramente identificadas. Inicialmente podrían ser:

a. Vieja, edad. Nunca debe ser dada por válida antes del parto 5, que es cuando la cerda alcanza su máximo tamaño, criterio que creemos aceptable.

b. Infertilidad. Sólo si han pasado al menos dos celos tras el destete (45 d) habiendo sido cubierta.

c. Anoestro. Si no se ha cubierto al menos 8 d después del destete.

d. Condición corporal. Sólo si es de grado 1 ó 2, pero es necesario que la granja registre esto rutinariamente, algo que es muy poco frecuente.

e. Productividad. Es difícil de definir el punto de corte para este parámetro, que además depende mucho de la granja, por lo que nuestra sugerencia es que simplemente sea “razonable”. La cerda siempre debería tener al menos dos partos. Curiosamente encontramos granjas en las que muchas primerizas se registran con esta causa (baja productividad), cuyos orígenes suelen estar en el manejo que se realiza más que en la propia cerda.

f. Sanitarias. Dada su importancia, conviene a su vez diferenciarlas mínimamente ya que hacerlo bien supone un retorno muy elevado en las prácticas de manejo y gestión sanitaria. Las más frecuentes son:

i. Torsión intestinal. No debe anotarse así si no se hace necropsia.

ii. Clostridiosis. No debe anotarse así si no se hace necropsia.

iii. Prolapso.

iv. Cojeras. Es la causa más frecuente y en auge en muchas granjas. Multifactorial ya que es dependiente de muchos factores: nutricionales, de manejo (tamaño del grupo, estáticos-dinámicos), de instalaciones (tipo y estado de las rejillas) o genéticos. Si es un problema, conviene registrarlo cuidadosamente, al menos durante el tiempo en el que el problema está descontrolado. Sugerimos anotar al menos:

1. Cojera de la extremidad (por encima de la pezuña)

2. Pezuñas lesionadas

3. Pezuñas perdidas

4. Pezuñas con sobrecrecimiento

5. Almohadillas lesionadas

6. Abscesos articulares

3. Evitar en lo posible la causa ‘otras’, preferible ‘muerte súbita’ que lo que suele querer decir es muerte repentina de causa desconocida, porque no se ha hecho la necropsia. Cuanto mayor sea el porcentaje de este tipo de causa, peor calidad de los registros.

¿Que relación hay entre lo que se anota y lo que realmente ocurre? Stalder et al (2007) hicieron una excelente revisión práctica tras examinar casi mil canales de cerdas en el matadero, concluyendo que casi la cuarta parte estaban mal anotadas. Las conclusiones principales fueron las siguientes:

• ‘Edad / vieja’: Mostró un 19 % de errores en las cerdas anotadas (que se desglosa en un 12% debido a infertilidad, 4 % eran cerdas jóvenes y 3 % eran las dos causas a la vez).

• Cerdas de todos los partos (1-13) fueron alguna vez identificadas como Edad / Vieja.

• ‘Infertilidad’: Se anotaron mal un 28 % de los casos reales, siendo casi todos (un 88 % de los mismos) tras un solo celo en el que la cerda no se quedó gestante (y por tanto no eran dos cubriciones fallidas como sugeríamos antes).

• ‘Anoestro’: Se registró bastante bien (6% de errores).

• ‘Condición corporal’: Se anotó mal. Un 34 % de las veces con puntuaciones por encima de 3 (y no 1 ó 2 como explicamos anteriormente).

• ‘Productividad’: Supuso un 32 % de las cerdas mal anotadas, ya que su productividad era superior a la media del estudio.

Las conclusiones derivadas de la experiencia en las granjas y de estudios como el anterior, son bastante claras. Anotamos poco y mal las causas de bajas de las cerdas reproductoras, en muchos casos porque tenemos un sistema de registros mal estructurado, a lo que se suma que el personal de granja no está, en muchas ocasiones, suficientemente preparado.

Dada la situación actual, donde el retorno a la inversión en reproductoras debe ser mayor que nunca, encontramos con frecuencia porcentajes innecesariamente elevados de desvieje y cerdas muertas, cuyas causas reales sólo llegamos a suponer, por lo que es imposible proponer planes fiables de control del problema.

Unas pautas sencillas de registro y personal, con un mínimo de formación a este respecto, pueden suponer la solución al problema.