Erradicación del PRRS: ¿un sueño o una oportunidad perdida?

Rodney Butch Baker
18-ene-2010 (hace 14 años 10 meses 6 días)

Desde 1987, el virus del síndrome reproductor y respiratorio porcino (PRRS) ha minado a nivel mundial la productividad porcina, su rentabilidad y el estado de ánimo de muchos productores. Durante más de 20 años se ha debatido sobre el origen del PRRS, pero su ascendencia sigue siendo una incógnita. Aparentemente, sólo afecta al cerdo. Lo que sigue siendo seguro es que el virus del PRRS encuentra constantemente la forma de sortear nuestros mejores esfuerzos de biogestión. El PRRS sigue adelante con una incesante sucesión de cambios antigénicos que hacen que las vacunas actuales y otras técnicas de control tengan un escaso valor.



A lo largo de los últimos 20 años se han producido muchas mejoras en los sistemas de bioseguridad y la industria de los stocks de reproducción ha establecido granjas exentas y ha demostrado que pueden mantenerse exentas de PRRS cuando se aplican normas estrictas y cuando las granjas están aisladas de otras instalaciones de producción de cerdos. Se desconoce cuál es la distancia de separación idónea, pero cuanto mayor sea la separación entre explotaciones porcinas, mayores son las ventajas. A partir de la experiencia documentada, parece que se puede llegar a producir la introducción de PRRS por vía aerógena desde distancias de hasta 2,5 millas. En áreas donde la densidad de cerdos es mayor, esta distancia puede superarse con facilidad. Desde luego, grandes poblaciones de cerdos en crecimiento positivos a PRRS son un riesgo importante para cualquier granja de cría, ya sea esa granja en la actualidad positiva o negativa para PRRS.

A menudo, si las estrategias de gestión no consiguen contener y controlar a un agente patógeno, se desarrollan numerosos planes experimentales. Esto se ha puesto en evidencia repetidas veces a lo largo de los años con el intento de controlar el PRRS cuando la industria porcina comercial le daba vueltas a muchos planes de vacunación, vacunas comerciales y autógenas, inoculaciones de suero, la exposición natural y un montón de planes de introducción genética y otras estrategias. Como ocurre con muchos otros agentes de enfermedades virales, existe un pase natural para la inmunidad de la población amplia que, en el caso del PRRS, a menudo elimina el virus de granjas pequeñas, aún cuando se mantengan en su sitio los cerdos en crecimiento. Esta misma progresión inmunológica después de que se haya introducido un nuevo aislado en una granja o sistema, a menudo nos confunde haciéndonos creer que las intervenciones de gestión han tenido éxito, cuando en realidad la responsable de la mejoría observada es la respuesta de la población a la inmunidad que se produce de modo natural. El sistema de partos por lotes según un plan de una o dos veces al año es una herramienta natural de eliminación para el pequeño productor haciendo que el virus no sea “adquirido” repetidamente a través del semen o de los reemplazos.

La tabla siguiente indica que el valor de erradicar el PRRS de un país, sistema o granja es significativo en comparación con la erradicación del virus de la pseudorrabia (PRV) y de la bacteria Mycoplasma hyopneumoniae. La diferencia significativa cuando se comparan los tres agentes porcinos de interés económico es que el PRV ha tenido un apoyo generalizado para la erradicación por parte de organizaciones de productores del cerdo, el estado y las asociaciones locales, así como del gobierno federal. Las vacunas frente a PRV fueron sumamente eficaces y el atractivo de los significativos aumentos en las exportaciones facilitaba este apoyo. Aunque la vacunación como herramienta de erradicación no es actualmente viable para el PRRS, las penurias económicas y un deseo de mejorar la productividad y disminuir los costes de producción han reavivado el interés por la erradicación del PRRS en Estados Unidos y Canadá.

Tabla: Comparación de PRRS y Mycoplasma con PRV, explorando criterios potenciales para la consideración nacional de la eliminación del PRRS.

Criterios para considerar la erradicación de una enfermedad Mycoplasma PRRS PRV
Viabilidad biológica y técnica
Agente etiológico
Bacteria Virus Virus
Otras especies afectadas
No No Si
Herramientas de intervención eficaces
Si No Si
Vacunas eficaces
Si Mínima Si
Diagnóstico sencillo y práctico
Si Si Si
Vigilancia sensible
A nivel de instalación A nivel de área/instalación Nacional/diferencial
Estrategias de campo demostradas
Mínima Si Si
Modos de transmisión en la zona conocidos
Si Incompleto Si
Costes y beneficios
Ahorro anual estimado de la industria
$200,000,000 $800,000,000 $40,000,000
Beneficios coincidentes
Enfermedad crónica Crónica/mortalidad Exportaciones facilitadas
Beneficios intangibles
Bienestar porcino Bienestar/Moral Otras especies
Financiación externa
Ninguna Ninguna/fondos de investigación Programa nacional
Mejoras en bioseguridad
Aislamiento/stock b Aislamiento/semen/transporte/stock b/filtración Aislamiento/stock b
Consideraciones industriales y políticas
Compromiso de la industria porcina
Ninguno Mínimo/en desarrollo Firme
Interés político
Ninguno Débil Firme
Programa nacional
No No Si
Previsiones de indemnización
Ninguna Ninguna Si
Apoyo de la industria/gobierno
Ninguno Ninguno Firme
Socios y defensores comunes Ninguno AASV, NPB, industria de stock B, universidades clave AASV, NPB, NPPC, gobierno estatal y federal, asociaciones estatales

Eliminación local y regional de PRRS

La eliminación del PRRS en sistemas de múltiples sitios se ha convertido en un proceso estándar, especialmente explotaciones que comparten la fase I y II. Las granjas sin sintomatología clínica que tienen una buena historia y vigilancia diagnóstica pueden hacerlo por la vía rápida mediante eliminaciones cíclicas. En esta situación el stock de reemplazo negativo para PRRS se puede introducir en la granja a modo de control tras el cierre de 60-90 días a la llegada de nuevos animales. Si los controles siguen siendo negativos durante 60 días, la granja se abre de nuevo a la tasa de reposición normal con animales negativos. Otras variaciones de este plan básico han tenido éxito y cada una depende del conocimiento específico de la granja y del grado de compromiso del productor.

Las granjas con brotes activos deben ser cerradas a todas las introducciones durante períodos más prolongados antes de la adición de controles para que la eliminación sea satisfactoria. El tiempo exacto de cierre para un buen resultado depende del tamaño de la población, de la estrategia de cría de lechones, la distribución de partos, el compromiso de gestión y quizás las características poco definidas del virus específico presente. El cierre durante doscientos días desde los últimos síntomas clínicos hasta la adición del primer control ha sido un buen punto de referencia u objetivo para la eliminación cíclica en granjas activas. Se han aplicado con éxito muchas variaciones de la eliminación cíclica de PRRS y son mejor realizadas por los que conocen la granja y sus limitaciones.

Muchas de estas metodologías diversas están publicadas en actas y revistas veterinarias especializadas. Las eliminaciones regionales han tenido éxito así como en varias explotaciones en múltiples sitios de tamaño grande y medio. Muchas explotaciones aisladas tanto con sitios I y II como de flujo continuo que han sido cerradas a introducciones genéticas exteriores se han mantenido negativas para PRRS durante años.

Eliminación de PRRS a nivel nacional

Lo que se necesita para una erradicación satisfactoria a nivel nacional se puede resumir en unos pocos puntos.

• El primero y más importante es un compromiso mayoritario de los productores y sus organizaciones representativas.
• Reemplazos de verracos/semen y cerdas negativos para PRRS.
• Una serie de planes y programas nacionales organizados por los productores que reconozcan zonas (áreas, estados, comarcas, etc.) basados en la situación y la actividad del PRRS.
• Planes de limpieza de granjas individuales y plazos seguidos de un esfuerzo coordinado.
• Comunicación entre los involucrados.
• Restricciones eventuales del movimiento de cerdos según el estado del PRRS de las zonas.

Aunque la vacunación fue esencial en el programa de erradicación del PRV, no es algo necesario para el PRRS. Una vacuna que redujera universalmente la propagación proporcionando una protección cruzada entre las numerosas combinaciones genéticas de virus resultaría de gran ayuda en el control pero no es necesaria para la erradicación. Existe una gran diferencia en la ecología natural de los dos virus. El PRV era un virus con un ADN muy estable que sobrevivía con facilidad tanto dentro como fuera del cerdo. Los portadores vivos del virus permitían el retorno periódico para contagiar y eso era frecuente con el PRV. No es así con el PRRS donde no hay verdaderos portadores. El PRRS es sumamente inestable fuera del cerdo y es rápida y permanentemente inactivado por el sol, la sequedad, el calor y la mayoría de los desinfectantes. El virus cuenta con el cambio de su aspecto antigénico y con encontrar nuevos cerdos susceptibles entretanto. Hay muchos ejemplos de eliminación con éxito en nuestra industria pero no han servido de modelo para su erradicación a nivel nacional. En lugar del entorno económico que tenemos actualmente, esto debería reconsiderarse como una oportunidad para mejorar significativamente la eficiencia, reducir inversiones y mejorar nuestra competitividad mundial y el potencial de exportación después de la recesión. En EEUU es necesario reducir el tamaño de las granjas de cerdas antes de recuperar la rentabilidad del mercado. El cierre de las granjas y la eliminación cíclica del PRRS puede aportar esto mientras se mejora enormemente la economía de producción de la granja una vez que el mercado mundial recupere el equilibrio.