Revisión y ajuste de las dosis de los antibióticos veterinarios de primera línea

El Comité de Medicamentos de Uso Veterinario (CVMP) ha identificado que ciertos antibióticos veterinarios de primera línea, en el mercado desde hace años, presentan posologías desactualizadas según los conocimientos científicos actuales. Esto ha llevado a que, en la práctica clínica, no siempre se utilicen conforme al Resumen de las Características del Producto (RCP) autorizado.

La aparición de resistencias bacterianas ha modificado la sensibilidad de los patógenos, haciendo necesario reevaluar y actualizar las dosis para limitar la selección de bacterias resistentes. Frecuentemente, las dosis actuales resultan insuficientes para tratar eficazmente las enfermedades bacterianas indicadas, lo que ha llevado a los veterinarios a emplear dosis superiores a las recomendadas en el RCP, basándose en evidencias clínicas y patrones de sensibilidad. Sin embargo, el Reglamento (UE) 2019/6 prohíbe el uso de medicamentos fuera de las condiciones autorizadas (artículo 106(1)), impidiendo la modificación de las dosis sin una nueva evaluación.

Actualizar la posología requiere datos sobre determinación de dosis, seguridad, eficacia en campo, tolerancia en especies destinatarias y, cuando sea relevante, tiempos de espera, ecotoxicidad y seguridad para el usuario. Los titulares de autorizaciones de comercialización a menudo carecen de recursos para realizar estos estudios, lo que podría reducir la disponibilidad de antibióticos de primera línea, impactando negativamente en la salud animal y fomentando una dependencia excesiva de antibióticos más críticos.

El CVMP ha elaborado un documento de reflexión para encontrar vías que permitan ajustar las posologías, manteniendo la eficacia de estos medicamentos y evitando la selección de bacterias resistentes. Se ha establecido un grupo de trabajo (ADRA) para elaborar una lista de antibióticos que requieren revisión y ajuste de dosis, prevista para publicarse en los primeros meses de 2025.

Hasta entonces, se recomienda utilizar antibióticos cuyas posologías estén adecuadas, evitando aquellos con dosis insuficientes, para asegurar tratamientos efectivos y limitar la selección de bacterias resistentes.