Alimentación líquida fermentada en porcino

Peter Brooks
17-dic-2008 (hace 16 años)

Alrededor del 30% de los cerdos engordados en la CE se alimentan a base de dietas líquidas. Hay buenos motivos por los que otros productores puedan considerar el uso de la alimentación líquida y en particular la Alimentación Líquida Fermentada (ALF). Como son:

• reducción de coste de alimentación.
• reducción de los niveles de nitrógeno y fosfato en el purín .
• sustitución de promotores de crecimiento antimicrobianos.
• reducción de la incidencia de salmonela en la carne de cerdo.

Tradicionalmente, los sistemas de alimentación líquida se desarrollaron en zonas donde los coproductos líquidos procedentes de la industria alimentaria humana eran abundantes y baratos. Las industrias relacionadas con la producción de patata, verdura, leche y pescado, la fabricación de almidón y azúcar, la industria panificadora, la industria cervecera y la producción de bioetanol, generan coproductos que pueden ser valorizados y representar una reducción en el coste de las dietas líquidas. Muchos de estos subproductos se acidifican en origen para prevenir su deterioro. Se ha demostrado que la incorporación de estos ingredientes acidificados en las dietas líquidas reduce significativamente la incidencia de salmonela y de otros enteropatógenos del cerdo.


Los productores que no tienen acceso a coproductos también pueden aprovecharse de las ventajas del uso de dietas liquidas con cereales fermentados. Si los cereales son mezclados con agua y dejados en reposo durante 24 h se libera casi todo fósforo ligado a fitato. Esto significa que la cantidad de fosfato que precisará añadirse a la dieta será menor y por tanto el contenido de fosfato en el purín se reducirá. Cuando los cereales se mojan, se produce una fermentación espontánea por las bacterias ácido láctico (BAL) presentes de forma natural. En circunstancias idóneas, la fermentación genera cantidades importantes de ácido láctico, el cual elimina los enteropatógenos de la dieta como salmonelas, E.coli y Lawsonia y puede reducir la incidencia de problemas de sanitarios originados por estos microorganismos. Por tanto la ALF puede considerarse al menos como un sustituto parcial a los antibióticos promotores de crecimiento. Nuestros estudios también han mostrado beneficios importantes al alimentar las cerdas lactantes con ALF. Las cerdas alimentadas con ALF tenían mayores concentraciones de inmunoglobulina en la leche. También se encontraron mejoras en el desarrollo del sistema inmunológico y la flora intestinal de los lechones.

Habiendo logrado mucha experiencia en unidades comerciales, nosotros consideramos que los resultados de la fermentación espontánea de dietas completas son demasiado imprevisibles como para recomendar este enfoque a los productores. En cambio se pueden lograr resultados previsibles produciendo Alimentación Líquida Fermentada Inoculada (ALFI). Esta se produce por la fermentación controlada de parte de la energía de la dieta (los coproductos basados en cereales o almidón). Se debe controlar la temperatura (entre 20 y 30°C) y debe ser inoculado con un BAL especialmente seleccionado capaz de producir 150-250 mMol de ácido láctico en 24h. Se requiere una elevada concentración de ácido láctico de manera que cuando el cereal líquido fermentado se mezcle con los otros ingredientes para producir la dieta, la dieta final para los cerdos conserve los 150 mMol de ácido láctico.

Lógicamente los productores pueden estar desorientados con la información contradictoria sobre la producción de cerdos con ALF. Algunos estudios han demostrado beneficios considerables y otros en cambio no solo no han demostrado beneficio alguno sino que incluso ocasionan una reducción en la producción. Las aparentes diferencias se pueden explicar fácilmente.

La fermentación generalmente mejora la digestibilidad de la materia seca y proteína de la dieta en un 3-8% y, en un estudio danés, se aumentó el valor de producción un 11% alimentando cerdos de cebo con grano fermentado. Sin embargo, en otros estudios, la lisina sintética incorporada a la dieta se ha degradado durante el proceso de fermentación ocasionando una pérdida en la producción. Nuestros estudios han demostrado que la lisina ligada a proteína no se degrada durante la fermentación y la lisina sintética no se ve afectada cuando la dieta se ha preparado utilizando un inóculo adecuado. En un ensayo de alimentación a gran escala con ALFI con Pediococcus acidilactici no se observaron pérdidas de lisina sintética.

Muchos estudios de ALF se han diseñado centrándose más en las mejoras productivas, que en apreciar las ventajas económicas que su uso representa. Si la dieta líquida que se utiliza como tratamiento control está bien equilibrada y es nutricionalmente correcta, la fermentación sólo mejorará la producción si aumenta la ingesta o mejora la salud intestinal. Si la ingesta no se ve afectada, es probable que los cambios bioquímicos producidos por la fermentación produzcan una dieta no tan bien equilibrada. Las mejoras aparentes en el valor nutricional pueden ser contraproducentes a menos que las especificaciones de la dieta fermentada sean ajustadas tomando en consideración estas mejoras. Por ejemplo, en situaciones de campo se ha observado que:

1. Un aumento en la digestibilidad de la proteína puede alterar la ratio entre energía y proteína digerible haciendo la dieta fermentada menos equilibrada. En lechones recién destetados el aumento en la digestibilidad de proteína es suficiente para producir diarreas inducidas por la proteína.

2. Un aumento en el fósforo disponible (por la acción de las fitasas) pueden aumentar lo suficiente el ratio Ca:P como para producir una reducción del consumo.

Es por tanto esencial evaluar el verdadero valor nutritivo de los alimentos fermentados y modificar la formulación según convenga. Por ejemplo, atribuyendo los valores correctos del fósforo disponible y proteína digestible a los alimentos fermentada necesariamente no producirá ningún aumento en la producción, pero pueden tener como resultado reducciones considerables en el coste por kg ganado.