Estrés por calor - Estrategias de manejo en animales reproductores

Miquel Collell
12-dic-2008 (hace 15 años 11 meses 10 días)

Cualquiera de las estrategias de manejo que apliquemos tiene que pasar por considerar los efectos del calor sobre los cerdos. En este sentido tendríamos que diferenciar tres grupos claros, los verracos, las hembras primerizas y las multíparas.

Verracos
Anteriormente ya hemos hablado del efecto sobre los verracos, en los que veíamos una disminución de la libido y de la calidad y cantidad espermática en verracos. Entre el compendio de cosas que podemos hacer para minimizar estos problemas destacaremos:

1. Realizar un alimentación correcta
a. Aumentar el número de tomas diarias de pienso.

b. Asegurarnos de que suplementamos correctamente y que llegamos a los niveles requeridos de minerales y vitaminas.
2. Reducir el ritmo de recolección (o de uso si hacemos monta natural). Dando más descanso conseguiremos una mejor calidad espermática. Para ello podemos pasar a recolectar o hacer montas una sola vez a la semana. En machos que hayan bajado mucho su calidad incluso consideraremos la posibilidad de dejarlos 5 ó 6 semanas de recuperación.
3. Ofrecer condiciones de alojamiento todavía más exquisitas si cabe, controlando temperaturas, evitando suelos resbaladizos y el uso de paja (aumenta el estrés por calor).

Primerizas
Algunos de los problemas que nos plantean las primerizas también son comunes a las multíparas y por tanto los tocaremos en el siguiente apartado, aquí destacaremos los específicos de primerizas:

1. Prever las necesidades de primerizas con antelación. Conociendo los problemas históricos que tenemos en partos podemos estimar las necesidades de primerizas para suplementar estos problemas. Es evidente que en una granja tenemos que cumplir con el objetivo de cubriciones y que las primerizas nos ayudan a alcanzarlo. En base a esto tenemos que prever cuales serán las necesidades.

2. Complementando el apartado anterior, no debemos caer en el error de aumentar la densidad de las primerizas para disponer de más cantidad. Más bien al contrario en estas épocas es necesario ofrecerles más espacio útil de lo habitual (tendríamos que estar por encima de 2,5m2 por cerda).
3. En primerizas suele ser frecuente tener un rimo de cubriciones diferente al de multíparas; si no es así en épocas calurosas es absolutamente necesario hacer cubriciones cada 12 horas mientras la cerda esté en celo (ya que su manifestación será más irregular).

4. Pasar al sistema danés de manejo de primerizas. Este sistema no sólo mejorará la tasa de anoestro si no que dará más nacidos vivos y un menor intervalo destete-cubrición. A grandes rasgos la base del sistema estriba en dos puntos fundamentales, el primero consiste en cubrir a la primeriza con más edad-peso (nunca haremos una cubrición antes de los 8 meses de edad) y la segunda es darle más días de lactación a la primeriza (haciendo que actúen de nodrizas).

Multíparas
Muchos son los efectos del calor sobre las cerdas: anoestro, aumento del intervalo destete-cubrición, inferior duración del celo, incremento de los nacidos muertos y momificados, disminución del índice de partos (aumento de las repeticiones regulares e irregulares, aumento de los abortos y de las cerdas vacías a maternidad). Cualquier estrategia que nos ayude en el bienestar y el manejo de los animales nos ayudará a mejorar los resultados, no obstante hemos intentado resumir en diez puntos las cosas que podemos hacer a nivel de manejo para mitigar los efectos del calor:

1. Respecto al celo, es absolutamente necesario diferenciar bien entre estimulación y detección. En ambos casos el verraco tendrá un papel importante, y no podemos apartarlo. El verraco tendrá que estimular desde el mismo día del destete hasta que se haga la cubrición. Será también necesario que agudicemos al máximo nuestra capacidad de detección.

2. No podemos bajar la guardia en la recela, tendremos que hacerla diariamente, sin excepción. Es aconsejable que la hagamos a primeras horas de la mañana (para así evitar picos de calor) y aprovechar que es el momento en que las cerdas expresan mejor el celo.

3. Tenemos que inseminar adecuadamente (en su correcto tiempo), con presencia de macho y con la cerda estimulada. Evitaremos la inseminación tardía, es decir sólo inseminaremos si sabemos certeramente que la cerda está en celo (manifiesta claramente el reflejo de inmovilidad). Las inseminaciones en metaestro (fuera del celo) suelen ser peligrosas ya que en este momento las defensas a nivel local (de la matriz) están bajas por lo que la susceptibilidad a las infecciones aumenta de manera exponencial.

4. No podemos realizar ningún movimiento ni mezcla de animales hasta los 40 días de gestación. Una vez fecundado el óvulo, el embrión no se implanta hasta los 14 días en la matriz y no es hasta los 35 días cuando se da la osificación del mismo, por lo que no es recomendable mover a las cerdas hasta que el feto esté más avanzado.

5. Pasar el macho cada día por delante de todas la cerdas gestantes (estén en la fase que estén de gestación) es una buena medida. La presencia del verraco provoca de manera natural aumentos de los niveles de progesterona a las cerdas.
6. Nos aseguraremos que tienen las condiciones de alojamiento correctas (espacio, temperatura…)

7. Evitaremos cualquier otro factor estresante que pueda aumentar los abortos (ruidos excesivos, comidas fuera de hora…)

8. Alimentaremos correctamente (sin sobrealimentar ni subalimentar) en los días posteriores y durante la cubrición.

9. Para facilitar el parto añadiremos laxantes suaves a las cerdas en maternidad.

10. Nos aseguraremos que el agua no sea en ningún momento un factor limitante.